La sucesión de Videla enfrenta a la Junta Militar argentina

Agencias

Las discrepancias entre los miembros de la Junta Militar argentina, que impidieron el martes la designación del presidente del país para el período 1981-1984, evidencian una crisis en la unidad de las fuerzas armadas. El propio ministro del Interior, general Albano Harguindeguy, reconoció que el aplazamiento le hace «mucho mal al proceso».La Junta Militar que gobierna Argentina desde 1976 tenía que haber anunciado el martes el nombre del sucesor del presidente Jorge Videla, para un periodo que comienza el 30 de marzo de 1981 y que se extenderá por tres años más. Pero, inesperadamente, anunció que habla decidido aplazar por diez días la designación, aduciendo razones técnicas de calendario que no han convencido a nadie.

El principal perjudicado por el hasta ahora no explicado aplazamiento es el probable presidente, general retirado Roberto Viola.

En distintos medios autorizados se atribuye a la Marina el entorpecimiento que sufrió el proceso de relevo presidencial, pero tanto o más que una objeción al nombre de Viola, se cree que los problemas surgieron por el reparto del poder entre las tres armas.

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