El «escándalo Molfino»

El affaire creado en torno a la muerte en Madrid de la súbdita argentina Noemí Gianetti de Molfino sigue creciendo. Ante el clamor dirigido contra la Embajada argentina en España, a la que se acusa de amparar, bajo la cobertura diplomática, el «largo brazo» de Videla, la policía española dio ayer a la publicidad una extraña nota. En ella se afirma que la autopsia no ha revelado indicio alguno de muerte violenta (otras fuentes indican que las diligencias previas hablan de posibles «factores éxógenos» como causa del fallecimiento).Pero lo realmente extraño de la nota reside en el hecho de que la policía española afirma que, al llegar al aeropuerto de Barajas, procedente de Brasil, la señora de Molfino «viajaba sola». Luego, la nota policial agrega que en el aeropuerto era esperada por dos compatriotas.

Las dudas surgen de inmediato: si la señora de Molfino entró en España como un viajero más, ¿cómo puede saber la policía que viajaba sola? ¿Cómo puede saber que dos compatriotas la esperaban en el aeropuerto? Lo que amenaza con convertirse en el «escándalo Molfino» exige una claridad total; el peligro de que todo esto derive en una «caza al refugiado argentino en España» hace que la exigencia ciudadana de una actuación policial eficaz y transparente sea ahora más urgente que nunca. Se han vertido graves acusaciones contra la Embajada argentina en Madrid, que la Embajada no se ha. molestado, hasta ahora, en desmentir. Por ahí podrían empezar las explicaciones. Sin pantallas y sin lanzar informaciones que resultan, al menos, un tanto apresuradas.