Miró, Mompou y Pierre Vilar, investidos doctores "honoris causa" por la Universidad de Barcelona
Las intervenciones coincidieron en la defensa de la cultura catalana
El pintor Joan Miró, el compositor Federic Mompou y el historiador francés Pierre Vilar fueron investidos ayer doctores honoris causa por la Universidad de Barcelona, en el transcurso de un solemne acto académico con el que se inauguraba el nuevo curso escolar. «Cuando un artista habla de un país como el nuestro, cruelmente marginado por una historia adversa, tiene que hacer oír su voz por el mundo para afirmar, contra todas las ignorancias, todos los malentendidos y todas las malas fes, que Catalunya existe, que es original y que está viva.» Esta defensa de la catalanidad fue probablemente el punto más importante del breve discurso escrito por Joan Miró y que por razones de salud no leyó el autor y lo hizo en su lugar el catedrático de Historia del Arte, Santiago Alcolea. El pintor catalán habló, a través del profesor Alcolea, acerca de la actitud civil de los artistas.
Joan Miró, que recibió en primer lugar la investidura, fue el más aplaudido, hasta el punto de que cuando él entró en la sala donde se iba a celebrar el homenaje cesaron las protestas de muchos de los allí presentes contra las autoridades académicas y contra la selectividad de medicina y se convirtieron en estruendosas ovaciones. Presidieron el acto el conseller de Cultura de la Generalidad, señor Pi Sunyer, y el director general de Enseñanza, señor Noy, así como los rectores de las tres universidades barcelonesas, profesores Badía, Laporte y Ferrater.«En este acto de hoy no es la universidad la que homenajea a Joan Miró sino que es Joan Miró quien rinde homenaje a la universidad al aceptar nuestro grado de doctor honoris causa.» Con estas y otras palabras contestó a Joan Miró Alexandre Cirici.
El profesor Oriel Martorell presentó al segundo homenajeado, el compositor Federic Mompou, también presente en el acto. «Hay que dar», dijo, «un significado especial a este acto al ser la música y la pintura, y la música y la pintura catalanas, los campos en los cuales la Universidad barcelonesa ha querido dignificar su espíritu de apertura hacia el mundo que la rodea.» Federic Mompou no contestó con palabras. Su discurso fue musical, de acuerdo con su profesión. Y así la Coral de Cámara del Conservatorio de Barcelona, dirigida por Enric Ribé, y la soprano Carmen Bustamente, acompañada al piano por Manuel García Morante, interpretaron algunas de las 9bras del compositor catalán.
Por su parte, el ex rector de la Universidad de Barcelona, Fabián Estape, presentó al tercero de los nuevos doctores, el historiador francés Pierre Vilar. «Pierre Vilar», dijo, «es uno de los hombres de ciencia que ha amado más a este país, sus hombres y sus cosas. Nos ha devuelto mucho de las cosas que habíamos perdido o que nos habían sido arrebatadas. Y no sólo hoy, sino también en los años tristes de la Universidad de Barcelona.»
Pierre Vilar contestó con un discurso de reconocimiento de la cultura y hospitalidad de Cataluña. En sus palabras, pronunciadas en catalán, evocó sus años de investigación en la Universidad de Barcelona «en los momentos más difíciles para una institución cultural catalana en época franquista». Hizo en segundo lugar una relación completa de todos los hombres de la universidad de aquellos años y, tras referirse a los que ahora llevan a cabo la labor histórica que él hizo en un momento dado, comentó que «mi deseo de historia total construida sobre datos concretos y coronada por el espíritu, quizá no sea una quimera».
En la misma sesión de apertura de curso de la Universidad de Barcelona se entregaron los premios extraordinarios de licenciatura y doctorado y se concedieron las medallas de plata a los profesores jubilados durante el pasado curso. Terminó el acto con una alocución del rector Badía i Margarit, quien se pronunció por una universidad científica que no se encierre en sí misma, democrática y autónoma, «afirmando su voluntad de una universidad catalana. Ahora, todos a trabajar», dijo, «que es otra forma de luchar por la autonomía».
Babelia
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