Washington puede puede pedir la retirada de tropas soviéticas de Cuba
La presencia de una brigada del Ejército soviético en Cuba es «un asunto muy serio» que afecta a las relaciones de Estados Unidos con la URSS, dijo ayer el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, quien no entró en detalles sobre posibles acciones de su Gobierno.Al iniciar una conferencia de prensa en el Departamento de Estado, Vance leyó una declaración sobre el estacionamiento de tropas soviéticas en Cuba, que, dijo, «ha sido confirmado recientemente por nuestros servicios de inteligencia», pero que posiblemente estaban en la isla desde los primeros años setenta. La unidad está formada por 2.000 ó 3.000 soldados, y tiene artillería móvil y tanques, además de elementos de apoyo, señaló el secretario de Estado norteamericano.
Tras indicar que ese número de militares soviéticos es independiente de los consejeros y personal técnico basados en Cuba, que cifró entre 1.500 y 2.000, Cyrus Vance reconoció que «no está clara» la finalidad de esa fuerza de combate en la isla. Al carecer de capacidad aérea o marítima, la brigada soviética no tiene poder de asalto, añadió el jefe de la diplomacia norteamericana.
Vance subrayó que, pese a todo esto, «la presencia de una unidad de combate soviética en Cuba es un asunto que causa seria preocupación» al Gobierno norteamericano. El embajador soviético en Washington, Anatoli Dobrinin, que se encontraba de vacaciones en la URSS, ha sido llamado por Vance para discutir el tema.
El secretario de Estado dijo ayer que su Gobierno «no se consideraría satisfecho» con un mantenimiento del statu quo actual, con lo que admitió implícitamente la posibilidad de que Washington pida al Krenilin la retirada de la brigada estacionada en Cuba. «La presencia de esta unidad es contraria a la política norteamericana, largamente mantenida a este respecto».
Sin embargo, el secretario de Estado aclaró que su Gobierno no está seguro de si puede considerarse a la brigada soviética como una «base militar». La distinción es de gran importancia, porque el presidente Jimmy Carter declaró tajantemente que no permitirá el establecimiento de bases militares soviéticas ni en Cuba ni en ningún otro lugar del hemisferio occidental.
Por otra parte, la calificación de «base militar» soviética en la isla podría influir en el carácter de país no alineado que quiere mantener el Gobierno cubano, que hace precisamente ahora de anfitrión en la sexta cumbre del movimiento. Cyrus Vance había criticado la actitud cubana en esta cumbre en unas declaraciones anteriores a la rueda de prensa y acusado a Fidel Castro de poner la conferencia al servicio de la Unión Soviética
Cyrus Vance eludió las preguntas sobre qué acciones piensa tomar el Gobierno norteamericano respecto a la presencia en Cuba de la brigada soviética. La postura de Estados Unidos fue elaborada en una reunión celebrada el martes en la Casa Blanca, a la que asistieron los principales consejeros de Carter. La rueda de prensa de Vance se convocó después para anunciar que Washington considera «muy serio» el asunto de la brigada de, combate rusa.
El comité de Relaciones Exteriores del Senado celebró ayer una reunión a puerta cerrada, en la que informaron del asunto el propio Cyrus Vance y el directorde la CIA y jefe de la llamada Comunidad de Inteligencia, almirante Stanfield Turner. Sin duda, uno de los puntos espinosos a tratar será por qué se descubre ahora la presencia en Cuba de tropas que llevan allí varios años.
En cualquier caso, el reconocimiento de que la brigada soviética puede llevar hasta ocho o nueve años en Cuba sin haber sido det ectada levantará una nueva ola de críticas contra los servicios de espionaje. El problema puede influir en la ya delicada situación del tratado SALT II, que debe ser ratificado este otoño por el Senado norteamericano. Cyrus Vance expresó ayer su esperanza de que este asunto no afecte al debate, pero, los sectores más conservadores del legislativo han pedido ya que se «congele» la discusión del tratado hasta que el Krenilin retire esta brigada de la isla.
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