Eliminar el paro exige crecer a un ritmo del 7%
Ayer fue clausurado en Barcelona el Primer Congreso de Economía y Economistas de Cataluña. Por espacio de tres días, algo más de quinientos profesionales han discutido un total de trece ponencias sobre diversos aspectos de la economía catalana y la profesión.Entre las conclusiones destacan las relativas al proceso de industrialización de Cataluña y a las finanzas de la Generalidad. En el primer aspecto se destaca que «la evolución del desempleo en la economía catalana, hasta hace poco por debajo de la media española, presenta en la actualidad un aumento progresivo». Como vía de salida a este problema, se propone un modelo de crecimiento, estable y sin desempleo, hasta 1985. «La tasa de crecimiento técnico sanitaria», se dice en las conclusiones, «sería del 7% anual, lo cual comporta unos niveles de inversión del orden del 30% del producto interior bruto catalán». Estos objetivos se consideran difícilmente alcanzables.
Determinación autónoma del presupuesto
Por lo que respecta a las finanzas de la Generalidad, las conclusiones resaltan que «la descentralización de la actividad pública contienen unas mejoras potenciales de eficiencia respecto a un sistema centralizado». Se indica también que la eficiencia económica exige la determinación autónoma del presupuesto, tanto en lo que respecta al volumen como a la estructura del mismo, y se señala como un elemento clave de la financiación de las comunidades autónomas el impuesto autónomo proporcional sobre la renta personal.
Sobre la redistribución interregional, el congreso cree que la misma requiere un trasvase de fondos que de ninguna manera debe anular las autonomías financieras de los entes autónomos.
En relación al proyecto de estatuto de autonomía para Cataluña, el congreso valora positivamente el redactado y en especial señala la importancia de las disposiciones que prevén la responsabilidad de la Generalidad de velar para que las corporaciones locales gocen de la máxima autonomía y dispongan de los recursos financieros suficientes.
En el terreno de las cuestiones profesionales destacan las conclusiones sobre la relación del economista con la Administración pública. En ella se hace mención a la poca transparencia del mercado de trabajo generado por la Administración pública, a la necesaria superación de las oposiciones como medio de acceder a la Administración y la infravaloración de que ha sido objeto el economista por parte de la Administración pública.
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