Hacia la unificación literaria del euskera
VIII Congreso de la Real Academia de la Lengua Vasca
Bajo el signo de la unificación literaria del euskera, aceptada por la mayoría como único camino para salvar el idioma y contestada por algunos grupos al entender que se está creando un lenguaje artificial, se celebró la pasada semana en Vergara el VIII Congreso de la Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia).
Entre las conclusiones de los académicos destaca su convicción de que el congreso ha servido para demostrar que la idea del idioma literario común ha sido aceptada y que las orientaciones dictadas diez años atrás han sido válidas en su conjunto, si bien es preciso profundizar en determinados campos. Del terreno de las orientaciones es preciso pasar a la normativa, que se desarrollará en los próximos meses, con vistas al nuevo congreso que se celebrará en 1979. Dado que la Academia Vasca se ocupa de la salud del idioma, no ha podido sustraerse en sus conclusiones a la situación de inferioridad que ocupa el euskera en la enseñanza. En esta línea ha acordado dirigirse a los Ministerios de Educación de Francia y España para que en las escuelas de profesorado exista una cátedra de Filología Vasca, de forma que los profesionales que ejerzan la enseñanza en el País Vasco sean capaces de impartir sus asignaturas en euskera a todos los niveles.En su discurso de clausura, el presidente de la Academia, Luis Villasante, recalcó que frente a las afirmaciones de algunos grupos no existe dilema alguno entre el euskera unificado y los distintos dialectos, planteamiento que ha estado vigente a lo largo de todo el congreso.
La oposición a las líneas directrices de la Academia ha sido de dos órdenes. Por un lado, una corriente muy minoritaria se opone a cualquier intento académico de unificación por entenderlo artificioso e impuesto. Están en contra de cualquier manipulación del idioma popular y, a su juicio, la literatura no debe hacer otra cosa que recogerlo, en cualquiera de sus variedades dialectales.
Una segunda corriente, integrada por grupos euskerólogos tan importantes como Euskerazaleak Ykardaberaz, acepta la idea de un euskera literario unificado, pero no en la línea propuesta por la Academia, sino de acuerdo con el esquema planteado por la lingüista ya desaparecida Resurrección María de Azkue, que se basaba fundamentalmente en el dialecto guipuzcoano.
Al margen de estos sectores, el euskera unificado o batúa que propone la Academia es aceptado en líneas generales, aunque siguen vigentes ciertas polémicas muy duras, sobre todo en cuestiones de ortografía y en torno a la utilización de la letra ha, que para sus detractores es un invento, mientras que la Academia recurre a textos del siglo VI para demostrar una existencia que incluso algunos dialectos mantienen en su fonética.
Al margen de discordancias parciales en unos y otros puntos, sí cabe apuntar en favor del euskera unificado los datos estadísticos que se dieron a conocer durante la segunda jornada del congreso. Así, entre 196 escritores vascos consultados, el 61 % contestaron que a la hora de escribir lo hacen en batua y el 65,8% dijeron estar a favor de una lengua literaria unificada. Sólo un 4,6% quisieran volver a la situación anterior.
Por lo que se refiere al campo de la enseñanza, el porcentaje de profesores partidarios de utilizar el euskera unificado alcanza hasta el 99% de los consultados, aunque un 7,9% reconoce que lo utilizan. Pese a todo, en el transcurso del congreso se pusieron de manifiesto algunas posiciones particulares partidarias de que la enseñanza en los primeros niveles se haga en el dialecto de cada zona para acceder paulatinamente al euskera unificado.
Como conclusión general puede señalarse que el camino de la unificación parece ya irreversible, aunque quedan todavía por resolver muchas cuestiones de matiz en las que será necesario contrastar mejor las distintas tendencias actuales.
Babelia
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