Silencio en torno al fraude de la leche en polvo de Santander

La Dirección General de Aduanas ha terminado ya el control y recuento de la leche en polvo para animales almacenada en el depósito franco de Santander, cuyo robo y supuesta venta ilegal para el consumo humano provocó un notable escándalo a finales del pasado mes de marzo.Tras el impacto de los primeros días en que se descubrió la desaparición, el llamado «fraude de la leche en polvo» no ha tenido las repercusiones que en principio se pensó. El Tribunal de Contrabando no ha abierto nuevos sumarios, ni incoado otros expedientes que los muy reducidos de los primeros días.

Mientras tanto, además de las reservas contabilizadas -alrededor de 400.000 sacos de leche sin desnaturalizar, y 100.000 de leche desnaturalizada-, se han almacenado en el puerto santanderino cantidades muy considerables de leche sin desnaturalizar, a la espera de ser introducidas en el almacén cuando acaben las operaciones de recuento. En esie sentido, cabe destacar las declaraciones del presidente de la Cámara Agraria sobre la posibilidad de que Santander haya sido autorizado como único puerto importador de leche en polvo, pues la leche no ha cesado de llegar a los muelles del puerto desde que se descubrió el fraude hasta ahora, a pesar del excedente nacional de este producto.

La leche en polvo que desapareció del depósito franco procedía de unas partidas de importación de Nueva Zelanda y de algunos países del Mercado Común, lo que provocó la indignación de los ganaderos españoles. Por otra parte, esta leche fue adquirida para el consumo animal sin consentimiento del Ministerio de Agricultura y sin el informe previo del Sindicato Nacional de Ganadería, e incluso con informes negativos de ambos organismos.