El Fondo Monetario Internacional supervisará la ayuda a Zaire

Un plan en tres fases para ayudar a la recuperación económica de la República de Zaire, junto a la supervisión de un alto funcionario del FMI, Fondo Monetario Internacional, para la gestión de la cooperación económica, serán las principales orientaciones de los expertos y embajadores de once países acreedores de Zaire, más tres organismos internacionales cuyos trabajos concluirán hoy en Bruselas, después de dos jornadas de trabajo en el palacio de Egmont.Las primeras medidas de carácter urgente representarán un coste de cien o 120 millones de dólares (unos mil millones de pesetas) para el envío de víveres y medicamentos a Zaire, en especial a la región de Shaba, escenario de los últimos acontecimientos bélicos entre tropas de Zaire y rebeldes katangueños.

La segunda y tercera fase de la acción definirá más a largo plazo, un programa de unos doscientos millones de dólares (1.800 millones de pesetas) para inversiones en transporte, agricultura y minería en Zaire. Se trata, en ambos casos, de recomendaciones del grupo de trabajo de expertos que deberán ratificar los países participantes en el programa de salvación de la economía de Zaire.

En la reunión de Bruselas participan, Bélgica, República Federal de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Holanda, Japón, Irán y Arabia Saudita (cuya delegación no acudió a la cita de Bruselas, pero cooperará en la ayuda financiera). Entre los organismos internacionales están el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Comisión de las Comunidades Europeas.

El director adjunto a la presidencia de Zaire, Bokana, preside la delegación que defiende el «plan Mobutu» de apoyo económico al Zaire. La reunión de Bruselas fue preparada antes de los acontecimientos de Kolwezi, hace un mes.

Henry Simonet, ministro belga de Asuntos Exteriores, recordó en su discurso de apertura que hay que respetar la no alineación de los estados africanos y que es mejor la ayuda civil que la ayuda militar.

La reunión de Bruselas será, probablemente, criticada por cubanos, y soviéticos como una «interferencia» en los asuntos internos de un país africano.

La lección política de la reunión de Bruselas para el presidente Mobutu, representa que las potencias occidentales directamente interesadas en la estabilización política de Zaire, imprescindible para crear un clima favorable a la explotación de las riquezas mineras, quieren controlar su cooperación financiera. Sobre todo después de las cantidades de dinero entregadas anteriormente y que no fueron a parar. precisamente, a los objetivos de desarrollo económico.