La responsabilidad es de todos los asturianos

«Este no es el robo del siglo, sino de muchos siglos de nuestra historia», afirmó ayer José Luis Novalín, canónigo archivero de la catedral de Oviedo en el transcurso de una rueda de prensa convocada por el cabildo y la Asociación de Amigos de la Catedral para ampliar detalles sobre el expolio de la Cámara Santa, «que hoy es una capilla ardiente».Poco había que explicar que no se supiera ya, y sí mucho que lamentar «en este día tan triste para Asturias». Se volvió a insistir en el IIamamiento hecho por los amigos de la catedral a los ladrones, para que devolvieran lo sustraído a cambio de ofrecerles una cantidad superior a la que pudieran obtener por la venta de las piezas robadas. Se manifestó que los daños ocasionados eran mayores y más execrables que los producidos a raíz de la revolución del 34 y se apuntó que el robo era sospechoso, al haber sido destrozadas precisamente las tres únicas joyas de arte asturiano que son el símbolo de la región.

A las preguntas de a quién había que pedir responsabilidades por lo ocurrido, Ramón Cavanilles, presidente de la Asociación de Amigos de la Catedral respondió: «La responsabilidad compete a todos los asturianos. Hace ya dos años pedimos ayuda para poner remedio al actual abandono en que se encuentra la catedral y no obtuvimos respuesta, exceptuando a la Caja de Ahorros, que concedió un crédito de veintidós millones para realizar las obras que ahora se están llevando a cabo.».

Sobre la falta de protección de la Cámara Santa, repetidamente denunciada sin éxito alguno por la prensa, se manifestó: «La custodia de este tesoro artístico e histórico Corresponde, efectivamente, a la Iglesia, y el cabildo siempre ha tenido una especial preocupación por este tema. A raíz del robo sacrílego perpetrado en la catedral de Murcia, dos casas especializadas presentaron un proyecto de sistema antirrobo, pero se dijo que no cubrían el 100 % de los riesgos, ya que ladrones expertos podrían desmontar la alarma. Además, la instalación costaba 160.000 pesetas, y aunque estaba en estudio, no llegó a materializarse la idea.»

A la pregunta de por qué el Ayuntamiento no atendió en su día la petición de una plaza de sereno hecha por el cabildo, se respondió que dicha solicitud no había llegado a materializarse. Sobre las 40.000 pesetas anuales que concedía el Estado para limpieza y conservación de la catedral, se manifestó que era incierta, ya que la

Dirección General de Bellas Artes venía concediendo más de un millón de pesetas.

Tras extenderse en varías hipótesis acerca del itinerario seguido por los ladrones que, según parece, al cerrarse la catedral la noche anterior quedaron escondidos en la torre románica de San Miguel, se declaró que, ante la magnitud del expolio, «para nosotros la pérdida de estas joyas es la pérdida de los símbolos de los orígenes del reino de Asturias», se habían recibido numerosas llamadas ofreciendo ayuda y donativos

Cabe añadir que entidades culturales, partidos políticos, centrales sindicales, organismos oficiales y particulares están haciendo llegar su repulsa y consternación.