"Los disidentes soviéticos son cuatro gatos"
El líder del Partido Comunista, Chileno, Luis Corvalán, que hoy retorna a Moscú, conversó ayer con los periodistas en el Club de Prensa Extranjera.El político ha venido a Italia invitado por el Partido Comunista Italiano para participar en actos organizados por el PCI, con el fin de preservar el «fervor revolucionario» de sus afiliados. Corvalán se ha negado desde el principio de su visita a hablar del eurocomunismo y de la disidencia de los partidos hermanos. Tampoco ha querido explicar las razones del fracaso de la Unidad Popular en Chile.
«Yo no tengo ninguna misión internacional. Mi misión es más modesta: trabajar por mi pueblo, luchar por la libertad de Chile», dijo al iniciar su charla con la prensa. «No quiero complicar -añadió- las relaciones entre los países comunistas. Por eso, a ciertas preguntas responderé con el menor número de palabras posible.»
La tragedia de las desapariciones de opositores y la perspectiva política chilena han sido los dos temas centrales de la exposición de Corvalán. En dos años han desaparecido en Chile 2.500 personas, señaló. «Sin contar los 3.500 presos políticos condenados en procesos que fueron una farsa. Ningún chileno puede hoy sentirse seguro.» «Es preciso -subrayó con fuerza- aplicar la recomendación de la ONU de no facilitar armas ni ayuda Financiera al régimen de Pinochet.»
En cuanto a las posibilidades políticas inmediatas de su país, Corvalán expresó que comparte plenamente la idea del compromiso histórico de que se habla en Italia, es decir, que no es suficiente la unión de los partidos de izquierda.
A una pregunta sobre los disidentes y los derechos civiles en la URSS y en Europa oriental, Corvalán respondió: «Creo que no es posible comparar los problemas de los países socialistas con los de los países capitalistas. Los derechos humanos comprenden también el derecho al trabajo, a la seguridad social, al estudio, que son asegurados en los países socialistas y no en los capitalistas. Ayer, en Nápoles, he sabido que un joven de dieciocho años se suicidó porque, casado y con hijos, no tenía trabajo. Por lo demás, el derecho de opinión es reconocido en las naciones socialistas. En la URSS, los disidentes son cuatro gatos. Si alguna vez son detenidos, ello ocurre según la ley, guste o no guste. En Checoslovaquia y en otros países socialistas no se pierde el puesto de trabajo por sustentar diversas opiniones. »
A propósito del eurocomunismo, Corvalán recordó que días atrás no quiso responder a las preguntas sobre este tema por no «complicar las relaciones entre los partidos comunistas», y sobre todo para evitar que «disminuya o se desvíe el interés por el problema chileno».
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