Desacuerdo en las concesiones agrícolas

En su tercer encuentro, en menos de dos semanas, el grupo de trabajo hispano-com unitario terminó ayer la confrontación estadística y cifrada de las relaciones España-Mercado Común.Se espera que en el curso de una sesión plenaria exploratoria, a celebrar hoy en esta capital, españoles y comunitarios lleguen a un resultado global que permita a la comisión europea elaborar un mandato, de negociación. De ser así, la comisión presentará su informe al Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE que podría aprobarlo en su reunión, del 28 y 29 de este mes, en Luxemburgo.

Una vez aprobado el mandato de negociación, españoles y comunitarios volverán a sentarse en la mesa de negociaciones para ultimar el contenido del protocolo adicional que regule el comercio entre España y la CEE de los nueve. Dicho proto colo entraría en vigor a prime ros de 1977, normalizando los intercambios hispano-comunitarios que hasta ahora sólo están cubiertos, por el acuerdo comercial de 1970, entre España y los seis estados fundadores de la CEE. Gabriel Ferrán, subdirector de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores, y presidente por parte española del grupo de trabajo, explicó los resultados del encuentro técnico celebrado ayer a nivel de expertos. «Los comunitarios han aceptado la base de nuestros trabajos, efi general, lo que permitirá hablar un mismo lenguaje en el momento de negociar.»

La delegación española ha fundado su argumentación en tres puntos: el impacto para el comercio espaiñol de la armonización tarifaria entre los Tres y los Seis; en qué medida el Acuerdo Comercial Preferente de 1970 queda desfasado y por último, las ventajas agrícolas que debería recibir España para que no se perjudique su exportación agrícola al mercado británico, como consecuencia de la entrada de este país en la CEE.

En el capítulo agrícola España considera insuficientes las ventajas de la CEE, concedidas en 1970. Recuerda, en el caso específico de Gran Bretaña, que los ingleses van a elevar tarifas en productos que tenían consolidados ya en el GATT (Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio) antes de su entrada en la CEE, motivo por el cual España puede pedir compensaciones.

Los comunitarios, por su parte, siempre en el capítulo agrícola, destacan que, en el caso concreto del Jerez, España se beneficiará de la alineación tarifaria de Gran Bretaña a la CEE, ya que la tarifa exterior común de la CEE, en vinos con denominación de origen, es más baja que la británica.

Los españoles replican que se trata sólo del caso del Jerez, pero no de los vinos de mesa, que es donde debe darse la batalla, para poder introducirlos en el Mercado Común.

Por una parte los comunitarios saben que tienen un techo, impuesto por sus propias organizaciones agrícolas, que no pueden sobrepasar en materia de concesiones a España.

Desde la óptica española cuya delegación sabe que deberá dar contrapartidas industriales para obtener ciertas ventajas agrícolas toldo se juega en función del posible por centaje a rebajar en el arancel de importaciones industriales originarias de países de la CEE. Alberto Ullastres, embajador de España ante la CEE, dirigir a hoy la delegación española que participará en la sesión plenaria. De lado comunitario lo hará Roland de Kergorlay, director adjunto a la Dirección General de Relaciones Exteriores de la Comisión europea.