Daniel Craig: “No hubiera podido protagonizar ‘Queer’ durante los años en que hice de James Bond”
El actor inglés está nominado a un Globo de Oro por su papel de un escritor homosexual y heroinómano en la nueva película de Luca Guadagnino, con quien saltará al universo DC
Daniel Craig (Chester, Reino Unido, 56 años) nunca ha tenido miedo de experimentar con la pasión de los personajes que ha interpretado. Ya hizo del ladrón de poca monta que acaba siendo amante del pintor Francis Bacon en El amor es el demonio (1998). Y en la versión del National Theatre de la ya legendaria obra Ángeles en América, de Tony Kushner, que narra los miedos y los anhelos de la comunidad gay ante la irrupción del sida, el actor interpretaba al joven abogado republicano y mormón Joe Pitt, tan reprimido como fogoso en sus intercambios amorosos con el funcionario judío Louis Ironson.
Craig recibe a EL PAÍS en la habitación de un lujoso hotel londinense. Camisa azul de lino, pantalones crudos, gafas de nácar y una melena castaña del color de la arena peinada hacia atrás. Las primeras respuestas son difíciles de entender, porque el actor aprovecha a toda prisa para engullir un sándwich que le ha dado su ayudante en un día de intensa labor de promoción. El motivo: Queer, la película basada en la novela del mismo nombre de William S. Burroughs, uno de los escritores clave de la generación beat estadounidense, que llega a las pantallas españolas el 1 de enero.
Dirigida por el italiano Luca Guadagnino, cuenta el romance entre William Lee, el alter ego heroinómano y confundido de Burroughs que interpreta Craig, y el joven Eugene Allerton (Drew Starkey) en el México de los años cincuenta, así como el descenso de ambos a los abismos al experimentar con la alucinógena ayahuasca en la selva sudamericana. “La película más gigantescamente gay de la historia”, ha dicho Guadagnino.
“Lo que me interesa como actor es representar la vida emocional de seres humanos. Hubiéramos fracasado si al presentar una relación como la de la película no hubiéramos expuesto su vida sexual. La película cuenta el deseo mutuo de dos seres humanos. Las secuencias sexuales son probablemente la parte menos interesante del filme. Todo el mundo tiene hoy sexo, afortunadamente, gloriosamente [risas]”, explica Craig.
Han sido más de 10 intensos años representando en las pantallas a James Bond. La imagen de la franquicia es un icono universal, y Craig era consciente de que algunos papeles, como su interpretación de William Lee, hubieran sido complicados de llevar al cine durante ese periodo. “Se hubiera interpretado como una reacción frente a Bond, como si estuviera intentando lanzar un mensaje. Hubiera resultado demasiado cohibido. Además, en esa época yo estaba haciendo de Bond, un mundo que existe por sí mismo, del que yo era muy consciente y que buscaba proteger”, admite con total sinceridad.
Una carrera por delante
Como ocurrió con otros bonds antes que él, especialmente con Sean Connery, el actor intenta en la medida de lo posible no pensar demasiado en un legado con un peso descomunal, que complica más que a otros intérpretes la construcción creíble de nuevos personajes. “No pretendo impresionar a nadie. Solo quiero seguir adelante con mi carrera, crear cosas con valor y plantear debates y preguntas. Siempre he intentado plantearme así las cosas, incluso durante las películas de Bond. Siempre he querido empujar las cosas en nuevas direcciones, e intentar explorar lo más posible. Confío en que se me pueda considerar una persona creativa”, sugiere Craig.
No pretendo impresionar a nadie. Solo quiero seguir adelante con mi carrera, crear cosas con valor”
Su interpretación de Lee en Queer, que resulta de una intensidad pasmosa, le ha llevado a lograr una nominación a mejor actor en los Globos de Oro. Y ya hay sobre la mesa otras futuras colaboraciones con Guadagnino, como una película basada en el personaje de cómic DC Sargento Rock, aunque de momento el actor califica de rumor ese proyecto. “Soy un gran admirador del trabajo de Luca. He devorado todas sus películas, y siempre me han impresionado los caminos que quiere tomar. No es un director con un estilo concreto, sino alguien que explora diferentes estilos. Eso es básicamente lo que me atrajo a trabajar con él, estar cerca de alguien tan creativo, tan interesado en el mundo de las películas”, dice.
Craig es una megaestrella que intenta estos días volver a poner los pies en la tierra. No hay nada comparado a ser, ante los ojos de medio planeta, el agente 007. “Nada te prepara para eso. ¿A quién le pides consejo? Solo había cinco bonds antes de que yo llegara. Hablé con Pierce Brosnan, y simplemente me dijo que lo disfrutara. En la primera película [Casino Royale] no llegué a disfrutarlo, estaba aún conmocionado, pero luego fui aprendiendo a hacerlo”, recuerda.
Parte de ese aterrizaje de vuelta a la tierra tiene que ver con decisiones fílmicas arriesgadas como Queer. Otra parte, regresando a las tablas del teatro, donde su carrera empezó. Craig lamenta el raquítico presupuesto actual destinado a la cultura por muchos gobiernos. “Han sido despojados de todos los recursos. Pero no solo aquí. Es algo que ha ocurrido en todos los países de Europa, por culpa de la austeridad. Y da lo mismo que seas del Reino Unido, de España o de Italia… nuestra identidad cultural es lo más importante que tenemos. Cada vez que un país conquista otro, lo primero que hace es arrebatarle su cultura. Sin ella, no somos nada”, se lanza a defender apasionadamente. “Entiendo que no haya mucho presupuesto, pero el dinero destinado a las artes siempre es una buena inversión. Mírame a mí. Tuve una beca completa para ir a una escuela de Arte Dramático, que ya no existe. Ya nadie consigue esas becas públicas. Y creo que me ha ido bien, ¿no?”, pregunta con una sonrisa en los ojos.
Hay mucha gente a nuestro alrededor que quieren creer que no tenemos nada en común con Europa, y eso es simplemente una puta mentira”
James Bond es un icono tan británico como The Beatles o las cabinas rojas de teléfono. El Reino Unido, sin embargo, ha cambiado en los últimos años. El Brexit ha tenido gran parte de culpa. “Amo este país, ha sido mi hogar. Ahora todo se ha vuelto un poco complicado. Sé que nos hemos separado de Europa, pero yo no me siento separado de Europa. Me siento muy cercano a ella, y siempre será así. Es parte de mi vida. Tenemos muchas más cosas en común de las que nos separan. No debemos olvidarnos de eso, porque hoy hay mucha gente a nuestro alrededor que quieren creer que no tenemos nada en común, y eso es simplemente una puta mentira”, afirma Craig, dado a elevar la voz y a usar más de una palabra malsonante, y que se había contenido durante toda la entrevista hasta llegar a ese doloroso asunto.
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