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Los herederos de Bacon paralizan la primera película sobre el pintor

El rodaje había comenzado en Londres con el actor Derek Jacobi como protagonista

La vida del pintor Francis Bacon (1909-1992), nacido en el seno de una familia católica irlandesa, no fue nunca ajena a la polémica. Poco puede sorprender ahora que la primera película sobre el artista, considerado como uno de los grandes pintores del siglo XX, se haya visto atrapada en una agria disputa sobre los derechos de reproducción, no ya de su obra pictórica, sino de sus palabras. El filme en cuestión, Love is the Devil (El amor es el Diablo), cuyo rodaje había comenzado en Londres con el actor Derck Jacobi en el papel del pintor, ha tropezado en su camino con la oposición de los administrado res del legado de Bacon; su amante, John Edwards, y la galería Marlborough de la capital británica.

De poco habrán servido los esfuerzos del British Film Institute -coproductor del filme, junto a la BBC-, que en el reciente Festival de Cannes se ocupó de promocionar la película sobre Bacon, si los albaceas de la herencia del pintor insisten en bloquear el rodaje. Según el diario The Times, las posibilidades de que la cinta, dirigida por John Maybury y protagonizada por Derek Jacobi (Yo Claudio), consiga la luz verde están, de momento, poco claras. Al contrario que en otras disputas similares, como la que se planteó en torno a la película sobre Pablo Picasso, Sobrevivir a Picasso, el problema aquí reside en las palabras y no en la imagen.Maybury explicaba la situación en los siguientes términos. "Su reclamación [de los herederos] es que todo el guión les pertenece, lo que es tanto como decir mi trabajo creativo. Su argumento es que no puedo utilizar las palabras de Bacon".

Entrevistas

Director y productores reconocen que los albaceas de Bacon recibieron con recelo desde el primer momento la idea de una película sobre el pintor, de la que exigieron conocer el guión final.La mayor parte del argumento de Love is the Devil está construida sobre las entrevistas que Bacon mantuvo a lo largo de los años con Daniel Farson, su biógrafo. Farson, asesor del filme, es dueño del copyright de estas conversaciones.

De acuerdo con un experto en el espinoso tema de los derechos de autor, la razón podría no estar del lado de los herederos de Bacon. Según Robin Fry, citado por The Times, "no existen los derechos de autor en lo que se refiere a una vida, existen los que protegen las obras del artista hasta 70 años después de su muerte. En este sentido, desde luego que los realizadores de una película tienen que pedir permiso a los administradores del legado del artista en cuestión".

La cosa empieza a ponerse peliaguda cuando se aborda la -cuestión de la propiedad de las palabras pronunciadas o escritas por el protagonista de la historia. "No hay derechos de autor en cuanto a las frases breves", añade Fry, "pero sí en textos largos o discursos". ¿Qué ocurre con las entrevistas? En este caso, todo depende del material utilizado. Dado que en el guión de la polémica película las declaraciones de Bacon proceden de sus conversaciones con Farson, el experto en derechos de autor cree que no procede la prohibición de los herederos. Aun así, Maybury teme enfrentarse a un intrincado proceso judicial si sigue adelante con la película, que recoge los años sesenta y setenta en la vida del artista y las turbulentas relaciones con su amante de entonces, George Dyer, que acabó suicidándose la víspera de la triunfal exposición de Bacon en el Grand Palais de París.

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