‘Civil War’: viajando a través del espanto en una ¿improbable? guerra civil
Todas las contiendas son salvajes, pero las civiles añaden un componente más de infamia y desgarro. Por supuesto, todo parte de la perversa, o visionaria, o lúcida imaginación del guionista y director Alex Garland
Mantiene su viejo prestigio el cine de carretera. Se supone que esos viajeros, obligados o voluntarios, son gente con problemas, que huyen de algo concreto o del desamparo íntimo, o intentan algo tan lírico y adolescente como buscarse a sí mismos, que les van a ocurrir cosas milagrosas, arriesgadas, peligrosas y venturosas, encuentros y desencuentros, que pueden sentirse perdidos o acorralados, que si logran llegar al final, suponiendo que haya un final, sentirán que su existencia ha cambiado. Y también existen libros muy hermosos sobre ese transgresor camino físico y existencial, como el conmovedor En el camino, que escribió Jack Kerouac. Y, cómo no, también existen películas de este género, en las que podían haber ahorrado su viaje al espectador, ya que en ellas no ocurre nada que merezca su atención. Pero, de entrada, que el protagonismo lo ejerza el continuo movimiento, posee un inicial encanto.
Civil War pertenece a ese género. Un grupo de periodistas y fotógrafas recorren Estados Unidos tratando de llegar a Washington con la intención de entrevistar y fotografiar al acorralado presidente del país. Pueden ser sus últimas palabras e imágenes, ya que los sublevados se lo van a cargar. ¿Y qué ha ocurrido? Lo impensable, lo más terrorífico, la guerra civil. El camino que van recorrer, lo que van a ver y a sentir profesionales tan curtidos, de vuelta de todas las posibles vueltas, está relacionado exclusivamente con el horror puro y duro. Todas las guerras son salvajes, pero las civiles añaden un componente más de infamia y desgarro. Por supuesto, todo parte de la perversa, o visionaria, o lúcida imaginación del guionista y director Alex Garland, pero a más de un espectador le podría ocurrir que constatando el real estado de las cosas en Estados Unidos, el antiguo asalto al Capitolio de las turbas que bendecían a Donald Trump, el peligro absoluto que representa ese individuo grotesco, siniestro, manipulador, amenazante y corrupto, le sacudieran temblores reales ante la posibilidad de que lo que consideramos ciencia ficción pudiera hacerse real en el caso de que este no ganara las próximas elecciones. Aquí, no nos dan ninguna explicación sobre esa guerra fratricida, pero la sospecha es inevitable.
Y está bien narrada la tensión permanente, el miedo, el instinto de supervivencia, la estupefacción ante la crueldad absoluta de ese grupo de gente que ha presenciado y captado con sus cámaras fotográficas tantos espantos en directo en numerosos sitios del mundo. Hay una fotógrafa muy famosa y cuyo arte ancestral está ya más allá del bien y del mal, pero que es consciente de que su tiempo puede estar acabándose y quiere un final a su altura. Tiene una discípula muy joven que puede tomar su relevo en captar el espanto. Las acompañan un anciano periodista, tan inteligente y castigado como entrañable, que aspira a una gran exclusiva antes de morir. Y un tipo joven y decidido que protege al grupo, empeñado en llegar a su meta aunque esta pueda ser mortífera.
Son creíbles todos los intérpretes, incluidos los que aparecen durante breve tiempo. Causa pavor el personaje glacial, inexpresivo y depredador que interpreta Jesse Plemons, uno de los malvados más inquietantes que ha dado el cine y las series en los últimos años. Aquí pregunta antes de cargarse con tenebrosa indiferencia a sus víctimas: “¿Qué tipo de americano eres tú?”. También existe humor sardónico en medio de tanta tragedia, como el que despliega en la última secuencia en el Despacho Oval. Y está muy bien Kirsten Dunst en el papel de esa permanente testigo del espanto que no ha perdido la capacidad de conmoverse aunque su durísimo trabajo consista en filmarlo.
Civil War
Dirección: Alex Garland.
Intérpretes: Kirsten Dunst, Cailee Spaeny, Wagner Moura, Stephen McKinley Henderson, Nick Offerman.
Género: drama bélico. EE UU, Reino Unido, 2024.
Duración: 109 minutos.
Estreno: 19 de abril.
Babelia
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