‘The Marvels’, el último eslabón de la cadena de despropósitos comerciales de Marvel
Los lanzamientos más recientes del estudio de Hollywood, que no para de encadenar títulos en el cine y series para Disney+, atestiguan un cansancio artístico y la deserción de los fans
La actriz Brie Larson tiene el Oscar a mejor protagonista por La habitación, y un puñado de películas más que interesantes en su currículo. Y, sin embargo, la intérprete, que encarna a la capitana Marvel en el MCU (Universo Cinematográfico Marvel, en sus siglas en inglés), es la última víctima del descontrol que reina en Marvel, con presupuestos desorbitados, series de ínfima calidad y cansancio de su público. El estreno de The Marvels (hoy en España por el día festivo en la ciudad de Madrid; en la mayor parte del mundo, mañana viernes), la continuación de Capitana Marvel, huele a fracaso con proyecciones de taquilla en Estados Unidos cercanas a desastres previos de la compañía como Eternals o la tercera entrega de Ant-Man: si hace unas pocas semanas se apuntaba a un fin de semana de lanzamiento de unos 70 a 75 millones de euros, el martes los expertos ya lo rebajaban a unos 56 millones, tres veces menos que o obtenido por Capitana Marvel. Y en caída. ¿Qué está pasando en Marvel? ¿Ha perdido Kevin Feige, el presidente, su toque mágico?
El caso de Larson es paradigmático. Cada mañana, desde julio de 2016, tiene que despertarse con ataques furibundos en redes sociales de fans de Marvel en contra de su elección como Carol Danvers, más conocida por su nombre de guerra, Capitana Marvel. Desde 2016. Siete años. Cuando en pantalla ha quedado más que acreditada su idoneidad. Cuando contribuyó a que Capitana Marvel recaudara 1.100 millones de dólares en su estreno en 2019. Cuando ha ido apareciendo en cameos en diversas películas y hasta una serie del MCU sin rechistar. Sin embargo, las cuatro semanas de tomas adicionales que ha tenido que realizar este verano para completar The Marvels (que empezó a rodarse en abril de 2021 y acabó de filmarse en mayo de 2022) y el desgaste continuo provocado por los ataques machistas han hecho que se plantee su continuidad.
Y lo peor es que The Marvels no es una mala película: aúna tres personajes principales con carisma. Por de pronto, la Capitana Marvel. Y junto a ella, dos protagonistas surgidas de las series de Marvel Studios para la plataforma de su casa madre, Disney+: Ms. Marvel (la primera heroína musulmana de la compañía, que en su vida diaria se llama Kamala Khan, y es una adolescente de ascendencia pakistaní que vive en Nueva Jersey) y Monica Rambeau, que tiene relación familiar con Capitana Marvel (en los tebeos ella llevaba este nombre antes que Danvers) y cuya historia fue contada entre la primera película y la serie Bruja Escarlata y Visión. Cuando interactúan en pantallas son divertidas y convencen en las secuencias de acción. Otra cosa es el guion, un despropósito urdido con mimbres de segunda de los mundos Marvel y cuya villana principal está encarnada por Zawe Ashton, esposa de Tom Hiddleston, el Loki del MCU. No ayuda a la trama ni una guerra sin interés entre las razas alienígenas Kree y Skrull (sirve para crear más puentes con las series de la plataforma) ni la farfolla científica con la que se camuflan los agujeros de la historia. El trío merecía algo más.
Entre los atascos de la pandemia y las prisas posteriores, The Marvels, Thor: Love and Thunder (estrenada en julio de 2022) y Ant-Man y la Avispa: Quantumanía (estrenada el pasado 17 de febrero) se rodaron simultáneamente. The Marvels se filmó entre Jersey y Los Ángeles. Tanto ha sido el retraso que, al cuarto cambio de fecha del estreno, la directora, Nia DaCosta, se mudó a inicios de año a Londres a comenzar la preproducción de Hedda, en la que reimagina la vida de la protagonista del drama de Ibsen Hedda Gabler (el rodaje no arrancó por la huelga de actores). En la promoción estos pasados días, DaCosta ha asegurado que Disney (propietaria de Marvel Studios desde 2009) sabía que debía ir al siguiente filme, que ha estado dos años y medio trabajando en The Marvels, y que desde la capital británica ha participado en la posproducción a distancia. Pero ella no ha realizado las nuevas tomas, y no ha negado que dijera hace meses la frase: “No dirigí mi propia película”, o la frustración que transmite en una entrevista en Vanity Fair: “Me hubiera gustado construir más mi propio mundo”, a sabiendas de que en Marvel la libertad del cineasta es escasa ante la labor de la monstruosa maquinaria del estudio, y, sobre todo, de la posproducción de los efectos digitales, que pueden alterar toda la trama. Desde luego, su duración, una hora y 45 minutos, la menor de un filme Marvel (¿habrá habido recortes en la mesa de montaje?), y los cambios físicos que se observan en algunos actores lo subrayan.
A inicios de 2020, cuando Brie Larson apuntó el nombre de DaCosta en un sms a su amiga Tessa Thompson (la actriz, que también participa en el universo Marvel, es amiga también de DaCosta, y protagonizará Hedda) para dirigir la secuela de Capitana Marvel, la cineasta solo tenía 30 años, había dirigido un wéstern contemporáneo —Little Woods (2018), coprotagonizado por Thompson— y estaba en plena producción de Candyman (2021), que la convertiría en la primera directora negra en liderar la taquilla estadounidense el fin de semana de estreno. Los mejores movimientos de cámara de The Marvels enlazan con el estilo de Candyman.
En el último cambio de fecha (estaba agendada para el pasado junio) Marvel aprovechó para rodar nuevas secuencias con las que poner algo más de luz a la historia, según cuentan en diversos medios de comunicación estadounidenses miembros anónimos del equipo. En Variety se apunta a que Larson quiere dejar atrás el personaje, tras este proceso caótico y los ataques misóginos de los fans. “Marvel Studios puso a Brie Larson al frente del MCU. No creo necesariamente que fuera la persona equivocada para el papel, pero la reacción tóxica ha llevado a que Larson ya no quiera interpretar a Carol Danvers”, contaba Joanna Robinson en el podcast The Watch hace unas semanas. Y Robinson sabe de qué habla: es la coautora del libro MCU: The Reign of Marvel Studios, donde escribe que Kevin Feige cree que a la saga aún le queda mucho camino por recorrer.
Ese artículo en la revista más famosa del mundo del espectáculo ha levantado polvareda. Porque subrayaba la cantidad de frentes que encaran los ejecutivos de Marvel, liderados por Feige. Hay poca confianza en The Marvels, las taquillas han ido descendiendo gradualmente, la segunda temporada de Loki (en la plataforma de Disney) ha obtenido una repercusión mínima y encima en ella aparece el actor Jonathan Majors, que en el MCU da vida a Kang el conquistador, gran villano de los últimos productos audiovisuales, y que fue detenido en abril por una agresión y violencia doméstica, y a finales de noviembre encara el juicio correspondiente. El actor asegura que él es la víctima, y no está confirmada su presencia como archienemigo en el cierre de esta etapa de MCU: la quinta entrega de Los vengadores prevista para 2026.
Puede que el público haya acabado agotado, tras 32 películas en 15 años (The Marvels es la 33ª) que han obtenido en la taquilla mundial casi 30.000 millones de dólares. Y sobre todo, después de exprimir material poco atractivo para rellenar de contenido la plataforma Disney+: la explosión de “más madera” nació con el confinamiento de 2020 y consecuente la demanda de series de los espectadores. Así que en la compañía decidieron que entre película y película siempre habría serie que ver: ni un día sin Marvel. Ahora bien, con los presupuestos que manejan (The Marvels ha costado unos 200 millones de euros), se necesitan recaudaciones potentes para cimentar los siguientes pasos, y los protagonistas de Eternals o Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos (ambas de 2021) no han atraído a grandes audiencias. Feige cree mucho en la posproducción, en que con efectos digitales se pueden solucionar errores de guion. Sin embargo, con tanto material en marcha, y con esas decisiones raspando la fecha de estreno, esos efectos flojean. Como apuntan en Variety, por las prisas en Quantumania había al menos 10 secuencias con los añadidos desenfocados (curiosamente, esas jornadas laborales de 14 horas y el éxito de los paros de guionistas e intérpretes han llevado a los técnicos de efectos a fundar por fin en septiembre su propio sindicato).
Desde la casa madre, Disney, tampoco llega un mensaje optimista: Bob Iger volvió de su retiro en noviembre de 2022 para asumir otra vez el cargo de consejero delegado y salvar a la compañía de los malos números económicos. Tras un año en el puesto, y después de un verano en el que arrasó el fenómeno Barbenheimer (ninguna de las dos películas pertenece al imperio Disney, que justo en 2023 cumple un siglo de existencia), Iger no ha cumplido ninguna expectativa. Y habrá que ver si Wish, su nuevo filme de animación, atrapa a las nuevas generaciones.
The Marvels se estrena hoy en 646 pantallas de 332 cines españoles, en todo tipo de formatos: 2D, 3D, 4DX, SCREEN X y IMAX. En España parece imposible que logre los 29,2 millones de euros que recaudó Vengadores: Endgame (2019); puede que esté más cerca de las tristes cifras que obtuvo hace unos meses Ant-Man y Avispa: Quantumanía, que cerró su carrera comercial con 5,3 millones de euros (en entradas vendidas, es el segundo peor estreno de MCU en España; por dinero, el tercero).
¿Y en el futuro creativo? ¿La taquilla este año, unos estupendos 845 millones de dólares en todo el mundo, de Guardianes de la Galaxia Vol. 3 fue un espejismo? ¿O fue talento de su director, James Gunn, que ahora justo lidera a la competencia, DC Studios? En Variety auguran el renacer de los X-Men, una vez que el estudio Fox también está ya regido por Disney. Marvel deberá decidir si finalmente rompe todos los lazos con Jonathan Majors. Habrá que ver si funciona Deadpool 3, que por la huelga de intérpretes vio pospuesto su estreno hasta mayo de 2024. O qué ocurre con el reboot de Blade, esta vez encarnado por Mahershala Ali (esta película se iba a estrenar este año, y ni hay guion definitivo en estos momentos). Si triunfan las series ya rodadas (en enero se estrena otra, Echo). Y otros rumores señalan el retorno de los Vengadores originales, lo que significaría la resurrección de Iron Man y Viuda negra... aunque en tiempos de apuros económicos, los 25 millones de dólares por filme que llegó a cobrar Robert Downey Jr. por encarnar a Tony Stark suenan a sueldo imposible, a algo que no se soluciona ni con efectos digitales.
Babelia
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