_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Dejad que las niñas se acerquen a Marvel

Los que condenaron la última serie superheroica de Disney+ antes de que se emitiera no lo hicieron por su calidad, sino porque su protagonista es una adolescente paquistaní y, como todo el mundo sabe, solo los hombres blancos cristianos pueden salvar el mundo

Iman Vellani como Ms. Marvel.
Eva Güimil

A mediados de los noventa, un productor de Hollywood sugirió que Julia Roberts interpretase a la activista Harriet Tubman. Era una combinación ganadora: un ícono norteamericano y la actriz más taquillera. Solo había un inconveniente, Tubman era negra, una minucia que intentó zanjar con un “hace tanto tiempo que nadie lo recuerda”. Puede que incluso considerase que era moderado en sus pretensiones, puestos a pedir, por qué no podía interpretarla Brad Pitt con trenzas fulani a lo Bo Derek: Harry Tubman. Hollywood nunca ha tenido ningún problema en contar historias sobre otras razas siempre que las interpretasen blancos y, a ser posible, hombres.

Conocen a su público. Aún resuenan en Disney los insultos recibidos por Daisy Ridley y Kelly Marie Tran por su, según el toxiquísimo fandom galáctico, excesivo protagonismo en la nueva trilogía de Star Wars. ¿Mujeres en el espacio que no se limitan a ser un solaz erótico a lo Barbarella? Y además flanqueadas por un negro y un guatemalteco. ¿Es la galaxia de George Lucas o la de Carmen Sarmiento?

Ahora vuelven a pitarle los oídos con Ms. Marvel, a quien se le afea ser musulmana, aunque nadie se ha quejado de que Superman sea metodista o Lobezno presbiteriano —conozco estos datos absurdos gracias a L’Osservatore Romano, ajeno a los desmanes de la curia, pero no al zeitgeist—. También que sea “una adolescente insoportable”, no lo es más que el Spiderman de Tom Holland, y ni imagino a Tony Stark en la edad del pavo.

Lo que realmente molesta es que la protagonista sea una mujer. Y peor, pakistaní. Los que la condenaron antes de que se emitiese no lo hicieron por su calidad, sino por su origen y su género. Les queda mucha quina que tragar, en semanas llegará la Abogada Hulka y tampoco la interpretará Brad Pitt.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Eva Güimil
Eva Güimil (Mieres, 1972) ha sido directora y guionista de diversos formatos de la televisión autonómica asturiana. Escribe sobre televisión en EL PAÍS y ha colaborado con las ediciones digitales de Icon y 'Vanity Fair'. Ha publicado la biografía de Mecano 'En tu fiesta me colé'.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_