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James Gunn, el rey de las películas de superhéroes: “No hay mucha gente con el presupuesto de mis películas y que pueda hacer lo que quiera”

El cineasta presenta el cierre de la trilogía fílmica de ‘Guardianes de la galaxia’, con Marvel, justo antes de asumir el cargo en la compañía rival, DC, de máximo responsable de futuras películas, series y videojuegos de Batman, Superman o Wonder Woman

James Gunn, el 18 de abril, durante una rueda de prensa en Seúl.Foto: JEON HEON-KYUN (EFE)
Tommaso Koch

El método más habitual para quedarse dormido consiste en contar ovejas. James Gunn, en cambio, durante años imaginó desde la almohada “coreografías para escenas de acción”. Dice que era lo último que hacía antes de caer rendido, lo que le ayudaba a conciliar el sueño. A saber qué tiene de relajante visualizar combates, saltos y volteretas. Debe de ser que la mente del cineasta no puede parar ni por las noches. Porque por el día, desde luego, corre a un ritmo acelerado. Él mismo confiesa que se ausenta a menudo del lugar que ocupa y anda “constantemente” pensando en otras cosas. “Lo peor es que a veces me pongo a hablar conmigo mismo y no me doy cuenta: planeo diálogos, una música…”, comparte. Hasta que su esposa, infaliblemente, lo detecta. Y le devuelve a la realidad: “¿Qué haces?”.

El pasado domingo, en un hotel de París —al que este diario fue invitado por Disney— el director (San Luis, 56 años) parecía centrado en la conversación. Aunque cabía dudar: pocas veces su cerebro habrá acumulado tantas tareas, emociones y estímulos como estos días. Por un lado, presenta Guardianes de la galaxia. Volumen 3, cierre de la exitosa trilogía más peculiar del cine de superhéroes de Marvel, que se estrena el jueves 4 de mayo en España. Filme, que, por otro lado, no iba a dirigir porque fue despedido por Disney tras el segundo episodio, a raíz de unas viejas bromas en Twitter sobre pederastia, violaciones y el 11-S.

Fiesta del cine
Pom Klementieff (izquierda), Chris Pratt y Karen Gillan, en un fotograma de 'Guardianes de la galaxia. Volumen 3'.

Las protestas del reparto y del público obligaron a la compañía a recular. Y salvaron el proyecto. Sin embargo, era tarde: mientras tanto Gunn había fichado por el acérrimo rival, DC. Primero, para dirigir El escuadrón suicida. Y sobre todo, en cuanto termine la promoción con Marvel, como máximo responsable del otro bando, para ofrecerles un futuro más glorioso a Superman, Wonder Woman y compañía en películas, series y videojuegos. El nombre escogido para la primera fase tal vez ofrezca alguna pista: Dioses y monstruos.

“Mi situación en DC no tiene precedentes, porque nunca ha habido un narrador como director ejecutivo de los estudios. Ningún ser humano en la historia de Hollywood ha tenido una oportunidad como la que me espera, de contar la mayor historia jamás contada a través de cine, televisión y juegos y disponer de esos medios creativos. ¿Cómo demonios iba a decir que no?”, resume. Lo cual disuelve las dudas que podían rodear su apuesta. Porque la competencia de Marvel lleva años de altibajos fílmicos, entre el triunfo de la trilogía de Batman de Christopher Nolan y del reciente Joker de Todd Philips y la cancelación de Batgirl, el desastre en taquilla de Black Adam o las críticas demoledoras de Batman v. Superman, Escuadrón suicida (no la de Gunn, otra casi homónima) o La liga de la justicia. Nadie, hasta hoy, ha demostrado tener el superpoder de trazar un plan coherente a largo plazo.

Para resolver tan extraña situación la compañía ha recurrido a un cerebro también muy particular. De pequeño, Gunn se obsesionó con inventar razas alienígenas, con sus mascotas, hogares y hasta la red hidráulica para cada planeta del sistema solar. Hoy, relata que a veces su proceso creativo se parece “al periodismo”, observando y transcribiendo tramas y conversaciones que suceden imparables en su cabeza. Algo así como un reportero de sí mismo. Y, por raro que suene, funciona. “No hay mucha gente que filme películas con el presupuesto que tienen las mías y que, aun así pueda hacer lo que quiera”, asegura.

James Gunn y Margot Robbie, en el rodaje de 'El escuadrón suicida', en 2021.
James Gunn y Margot Robbie, en el rodaje de 'El escuadrón suicida', en 2021.Warner Bros.

Por ejemplo, exigir cotizadas canciones como Creep, de Radiohead, en el metraje del tercer volumen de Guardianes de la galaxia; rodar secuencias visualmente abrumadoras, sin reparar en gastos; teñir de algún matiz oscuro (y de palabrotas hasta hoy prohibidas) un largo de la siempre risueña Marvel; empujar a sus actores a repetir un sinfín de veces las tomas; o, incluso, conseguir que Disney se comiera sus palabras. “La actitud ofensiva y las afirmaciones descubiertas en el Twitter de James son indefendibles e incompatibles con nuestros valores”, sentenció en 2018 el entonces jefe, Alan Horn, al prescindir del cineasta que terminaron reincorporando. De ahí que muchos seguidores hayan empezado a fantasear ya con un filme que junte a los héroes de Marvel y DC. Con Gunn y su libertad al mando, desde luego, las posibilidades aumentan. “En 10 años”, se ríe él.

El cineasta considera que obtuvo el actual estatus —”no me hace falta pelear, no tengo interferencias”— a partir de la primera, celebradísima, entrega de Guardianes de la galaxia. Ahí, quizás, también se hizo conocido un sello hecho de música rock, épica a cámara lenta, humor absurdo y ganas de arriesgar y asombrar. Aunque los aplausos venían de antes, ya con el héroe raro de Súper. Y su conexión con el público quedó plasmada en marzo de 2004: por primera vez en EE UU, la película que lideraba la taquilla una semana, Amanecer de los muertos, y la que la destronó justo siete días después, Scooby-Doo 2: desatado, llevaban la misma firma en el guion.

Freddie Prinze jr. en un fotograma de 'Scooby-Doo 2: desatado', cuyo guion está escrito por James Gunn.
Freddie Prinze jr. en un fotograma de 'Scooby-Doo 2: desatado', cuyo guion está escrito por James Gunn.

Más en general, el cineasta suele enorgullecerse de una carrera que levantó solo, a base de talento y de esfuerzo. Hubo un tiempo en que el creador más poderoso del cine comercial atendió clientes en un bar o pacientes como enfermero. También picó piedras en una cantera y cantó en antros de mala muerte. “Hice lo que pude por buscarme la vida, pero siempre supe que era un artista”, afirma.

Una cosa era lo que le daba de comer. Otra, su ilusión: desde niño, Gunn ha dibujado cómics, compuesto música, fundado bandas, sacado fotos, actuado y escrito novelas. Su primera película, con 11 años, consistió en un collage de falsos anuncios rodados con “chicos del barrio”. Otros largos caseros de terror evocaban Viernes 13: “Cuando la vi pensé: ‘No puedo hacer Star Wars, pero sí esas cosas”. Hasta que pasión y trabajo al fin coincidieron: le pidieron encargarse del guion de Tromeo y Julieta (1996), de Lloyd Kaufman. “Estaba desesperado por vivir de algo creativo. Cuando empecé en el cine fue casi mi plan B, si eso tiene sentido. ‘He sido estrella del rock, novelista… ahora hago películas”, recuerda el director. Aunque Chris Pratt, protagonista de Guardianes de la galaxia, dijo en París que Gunn había “nacido para eso”.

Tal vez por todo ello el creador valore tanto el camino recorrido. Y, aunque constata que el dinero compra mucha libertad creativa, avisa: “Algunos confían demasiado en su presupuesto. Puede ser una trampa. No hará por si solo una buena película. A veces las restricciones pueden ayudar e incluso en largos como estos existen. Diría que el 90% de las que he tenido ha hecho mi filme mejor, porque me lleva a buscar un modo más sencillo y eficaz”. También le beneficia mucho, desde hace un tiempo, su equipo. Gunn cree que hace años se fio en exceso de gente que no lo merecía, pero hoy está arropado por talentos capaces de llevar su desbordante imaginación a la realidad y “muchas veces mejorarla”. “Parte del proceso soy yo, crear fundamentos sólidos, una buena historia. Y otra parte es rodearse de la gente apropiada. Y en eso importa saber verla, y el dinero para ficharla”, reflexiona. Hoy disfruta incluso del poder de llevarse a ciertos colaboradores allá donde vaya.

De izquierda a derecha, Karen Gillan, Zoe Saldana, Chris Pratt, James Gunn, Vin Diesel y Pom Klementieff, durante la rueda de prensa de 'Guardianes de la galaxia. Volumen 3', en París, el 23 de abril.
De izquierda a derecha, Karen Gillan, Zoe Saldana, Chris Pratt, James Gunn, Vin Diesel y Pom Klementieff, durante la rueda de prensa de 'Guardianes de la galaxia. Volumen 3', en París, el 23 de abril.Photo by StillMoving.Net for Disney (Photo by StillMoving.Net for Disney)

Con los Guardianes de la galaxia, de momento, no será posible. También por eso el fin le supone cierta “tristeza”, al margen del “alivio” de quedar satisfecho con el resultado. “He pasado el 60% de mis últimos 11 años pensando en este proyecto. Muchos repartos dirán que se adoran y lo habitual es que no sea así. Pero nosotros hemos construido una familia. A varios ya los considero amigos”, dice Gunn.

Tanto que habla con Pratt mínimo dos veces por semana. Y el actor, en una rueda de prensa en París, le dedicó este homenaje: “Está siempre súper preparado. Trabaja sin parar. No apaga nunca su mente. Estudia los tebeos originales, los respira. Ha hecho cine toda la vida. Empezó sin presupuestos y ahora que tiene 200 millones sabe cómo estirar cada dólar para conseguir el mejor retorno de la inversión. Sabe de acción, tiene una visión muy clara, te dice lo que no funciona, pero sabe tratar a cada uno según su personalidad. Es increíblemente empático”. Y, con una sonrisa, añadió: “Además sabe contar de verdad a los inadaptados sociales porque es uno de ellos”. Todos los demás intérpretes presentes en el acto le dieron las gracias a Gunn y celebraron su arte y humanidad. Aunque ya lo habían dejado más que claro cuando firmaron el manifiesto que pedía reincorporarle a la trilogía tras el despido por sus criticados tuits.

Además de esos mensajes, de los que el propio Gunn se mostró arrepentido tras el escándalo, la cuenta de Twitter del director también da muestra de su visión sin pelos en la lengua. Tras el éxito de Deadpool, en 2016, animó a las superproducciones a aprender la lección: más películas “únicas” y menos “copias”. ¿Se ha conseguido? “Me habría gustado que hubiera más, pero diría que sí. Infinity Wars, Endgame o el primer Shazam sin duda eran únicos”.

Cartel promocional de 'Endgame', de 2019, última entrega de la serie cinematográfica de 'Los Vengadores'.
Cartel promocional de 'Endgame', de 2019, última entrega de la serie cinematográfica de 'Los Vengadores'. © Marvel Studios

Y en esa red Gunn también ha defendido los filmes de superhéroes de quien, como Martin Scorsese, los tacha de obras de segunda, o los acusa de abrumar, repetirse y acabar cansando.“Estoy de acuerdo con eso último. Creo que hay muchas películas de superhéroes que se están volviendo aburridas, nunca lo discutiré. Lo que me resulta algo ofensivo es que existe una tradición de distintos géneros, hay largos increíbles de vaqueros, gánsteres o basadas en cómics, así que decir que un tipo de filme por el sujeto o sus personajes no es cine es ridículo”, agregó en París.

En sus manos, ahora, tendrá una oportunidad inédita para demostrarlo. Gunn sabe que eso significa madrugar bastante, uno de sus mayores temores. Pero también, y sobre todo, “un peso y mucho trabajo”: “Sé que no puedo hacerlo todo. Tengo que seleccionar mis batallas”. Para Legacy, el nuevo filme de Superman, se pondrá él mismo tras la cámara. En la serie animada Creature Commandos cuenta que está dirigiendo a los actores y sus voces. Y, en otros casos, elegirá y supervisará: “Estoy contratando a grandes directores y escritores. Prefiero hacer cosas interesantes que no funcionan que algo que sea lo mismo de siempre”.

Al fin y al cabo, volcarse en inventar historias no solo le reporta aplausos y dinero. Por lo visto, hasta le ayuda a vivir mejor: “Mis demonios han cambiado. De joven fui alcohólico y adicto a las drogas. Y, fuera de eso, pasé muchos años locos. Ahora para mí se trata de centrarme en el proceso creativo y no ser distraído por dinero, atención, negatividad. Si puedo hacer eso, todo funciona. Puede suponer una pelea mental, pero la vida es bastante difícil como para además luchar yo contra mí mismo”. Mejor imaginar las batallas de otros. Y sus coreografías. Puede que sirva incluso para quedarse dormidos.

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Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.

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