‘Nimona’, ‘Ruby, aventuras de una kraken adolescente’ y ‘Elemental’ abren un gran verano del cine animado
Una quincena de títulos en dos meses traen a las salas españolas todo tipo de estilos y producciones de dibujos: ‘animes’, trabajos de Pixar, DreamWorks y Disney, más tortugas ninjas, largos chinos, franceses y rusos, y hasta una sorpresa peruana sobre la cultura nazca
En todos los estilos y procedentes de las cuatro esquinas del mundo. Así será la animación veraniega en los cines españoles, con Nimona, en Netflix, y Ruby, aventuras de una kraken adolescente, producción de DreamWorks, como la avanzadilla de este viernes. Después, Elemental, lo nuevo de Pixar, y producciones japonesas, rusas, chinas, francesas, noruegas…
Con el claro objetivo del tirón de las familias, el arco de público que mejor se ha recuperado tras la pandemia para el noble acto de ir al cine en compañía, la animación vive un buen momento comercial en el mundo. De hecho, una de los grandes éxitos internacionales de taquilla de lo que llevamos de año ha sido la española Momias (50 millones de euros), convirtiéndose en una de las 10 películas españolas con mayor recaudación mundial de la historia. Una a una, esto es lo que viene.
Nimona. En su presentación en el reciente festival de Annecy, el más importante del mundo en el terreno de la animación, ha obtenido excelentes críticas. También a su (breve) paso por los cines, en esos estrenos técnicos que suele hacer Netflix unos días antes de su llegada a la plataforma. Sin embargo, a este crítico, salvo el precioso y libérrimo flashback sobre la infancia de Nimona, ni la animación, ni el trazo de los dibujos, ni los colores (preeminencia del gris y del marrón), ni el diseño de personajes le parecen especialmente atractivos. Asunto distinto es la apasionante historia. Ambientada en un universo medieval futurista, con un caballero acusado falsamente de un crimen, tiene una particular relevancia en el mundo contemporáneo: la chica coprotagonista, con poderes para metamorfosearse en todo tipo de ser vivo, puede verse como una metáfora de la fluidez de género en ciertas personas, en las que su identidad de género no es fija ni definible, sino cambiante y, por tanto, líquida. “Si no cambio de forma es peor; me lo piden las entrañas”, dice ella, precioso personaje.
Una película a favor de la tolerancia y en contra de “la gente que educa a sus hijos” con el convencimiento de que “es heroico clavarle una espada en el corazón a lo diferente”, en palabras de Nimona en uno de los diálogos, adaptados de un cómic-web de gran éxito, creado por N. D. Stevenson y cuya dedicatoria rezaba así: “A todas las chicas-monstruo”. En la estupenda Espías con disfraz (2019), los directores, Troy Quane y Nick Bruno, ya habían desplegado un bonito elogio de la peculiaridad y la extravagancia de carácter en los críos. Estreno: 30 de junio en Netflix.
Ruby, aventuras de una kraken adolescente. “Solo quiero ser una adolescente normal”, dice con una mueca de amargura la protagonista, una chica de instituto que en realidad esconde en su interior a una kraken: una descendiente de las criaturas marinas de la mitología nórdica, con forma de calamar gigante. De nuevo, el descontento juvenil con la identidad propia, en una película sobre el poder femenino producida por DreamWorks, que tras el éxito comercial y artístico de la magnífica El gato con botas: el último deseo parece haber reencontrado la senda perdida durante demasiados años con producciones muy por debajo de las ambiciones del estudio. Ruby, aventuras de una kraken adolescente es divertida, fresca, arranca con una excelente presentación de personajes y del conflicto, y de ella se puede decir algo básico: el diseño de sus criaturas y de sus ambientes resulta novedoso. Eso sí, las secuencias en el fondo del mar, con la abuela reina de las kraken, están por debajo del nivel del conjunto por culpa de sus anodinos fondos. Igual los más pequeños se hacen un lío, y está bien que así sea, porque aquí las villanas son las vanidosas y egoístas sirenas. Kirk DeMicco, su director, es el creador de Los Croods, que tampoco estaba nada mal. Estreno: 30 de junio.
The First Slam Dunk. El anime definitivo sobre el baloncesto. Para los legos podría pasar como el primo hermano, en versión para canasta, de aquellos interminables partidos de fútbol de Oliver y Benji en la famosa serie Campeones. El tipo de animación, sin embargo, es muy distinto. The First Slam Dunk es la versión cinematográfica de un manga editado entre los años 1990 y 1996, perteneciente al subgénero spokon (tebeos japoneses ambientados en el mundo de los deportes), y continuación de los 101 episodios de una serie televisiva producida entre 1993 y 1996. Takeiko Inoue, autor del manga original, ejerce de guionista y director de la película, en la que el amor es el segundo vértice del relato. Gran éxito en Asia, lleva recaudados más de 90 millones de euros en Japón (ocho semanas consecutivas en el número uno de la taquilla) y 80 en China. Y el anime en España es mucho más que un reducto para un puñado de fanáticos. Estreno el 6 de julio.
Elemental. La nueva apuesta de Pixar, en pantalla grande. La frase, de Perogrullo hace unos años, es ahora plenamente informativa ya que recordemos que Soul (2020), Luca (2021) y Red (2022), en una medida impulsada en principio por la pandemia (aunque luego no tanto), se estrenaron directamente en la plataforma Disney+ sin pasar por los cines. El relato, puro Pixar, puede oler un tanto a chicle estirado de una de las fórmulas de éxito de la casa, particularmente la de Del revés con ecos de Soul: en una ciudad donde conviven las familias de fuego, agua, tierra y aire, estas andan siempre mal avenidas pues nunca se mezclan por cuestiones puramente físicas; además, como en el Metrópolis de Fritz Lang, unas habitan la parte noble del lugar mientras otras se ven sometidas casi al subsuelo. La metáfora política en torno a las razas y a las clases sociales es casi obvia y el director, Peter Sohn, ha admitido que la idea parte de las sensaciones que tuvo cuando llegó a Nueva York desde Corea junto a su familia. Sin embargo, el conjunto, pese a que pueda seguir vigente en ciertos entornos, acaba resultando un tanto añejo en su alegoría alrededor de un amor prohibido.
En la 27ª película del estudio, el despliegue formal sigue siendo precioso: en el diseño de los personajes de fuego (¡esa cabeza de cerilla andante que es la chica protagonista!), aunque no tanto en los de agua, mucho más difíciles de animar; en la bella paleta de colores, y en el exquisito gusto por el detalle. Aun así, otro pixar menor, y van ya unos cuantos. Y como prólogo de la película, el corto La cita de Carl, en el que la factoría recupera al fabuloso anciano de Up, aunque más como operación nostálgica que como algo verdaderamente creativo. Estreno: 14 de julio.
Detective Conan: The Black Iron Submarine. Otro anime nacido de un exitoso manga, que aún se sigue publicando desde su estreno editorial en el año 1994. Desde 1996 y 1997, respectivamente, una serie de televisión con más de 1.000 episodios y nada menos que 25 largometrajes anteriores han dado a conocer al personaje: un estudiante de secundaria enamorado secretamente de su mejor amiga (y ella de él), reconvertido como brillante detective infantil (de 7 años) tras la ingesta de una droga, en una identidad secreta para todos. Estreno: 28 de julio.
Rally Road Racers. Destinada a los más pequeños (quizá no más de 9-10 años), con aspiraciones de espíritu familiar y una pizca de travesura. Carreras alocadas en un circuito automovilístico que incluye carreteras y desiertos, y en el que no hay reglas. Producida por Vanguard Films Animation, pequeño sello estadounidense creador de películas como Valiant, Trasto, de la mansión a la calle y Sola en casa (que tenía abundantes virtudes). J. K. Simmons, John Cleese y Sharon Organ, entre otros intérpretes, han puesto sus voces en su versión original a los personajes (animalejos de todo tipo). Estreno: 28 de julio.
El viaje de Ernest y Célestine. En 2012, la encantadora producción francesa Ernest y Célestine, historia de amistad entre una ratoncita que no quiere ser dentista y un oso que no quiere convertirse en notario, logró una mención especial en la Quincena de Cineastas de Cannes, el César a la mejor película de animación y, al año siguiente, la nominación al Oscar (junto a Frozen, que ganó, Los Croods, El viento se levanta, de Miyazaki, y Gru 2. Mi villano favorito). Sus artífices, los animadores belgas Stéphane Aubier y Vincent Patar, tradujeron a acuarelas en movimiento los dibujos de la creadora de los cuentos originales: la escritora e ilustradora Gabrielle Vincent. El viaje de Ernest y Celestine, ya sin Aubier y Patar al mando, pero con semejantes señas de identidad en cuanto a la animación artesanal, es el tercer largo sobre los personajes, tras Ernest y Célestine: cuentos de invierno, de 2017. Estreno: 4 de agosto.
El reino de Terracota. Animación china sobre sus tradiciones ancestrales: los guerreros de Terracota, soldados del primer emperador de China, en el siglo III a. C. Aventuras, combates, acción y amor. Los diseños de personajes y la animación, del sello Fantawild Animation, creador de la saga Bonnie Bears, con cuatro películas y una serie de televisión emitida en España por el canal Clan TVE, no parecen demasiado especiales. Estreno: 4 de agosto.
Vampiro al rescate. Animación rusa. La premisa puede tener su gracia: el eternamente joven y siempre elegante Vladímir, vampiro inmortal, no ha podido encontrar una novia a lo largo de 300 años. Ha intimidado, secuestrado y convertido a varias princesas en ranas, pero eso no ha facilitado el cortejo para el príncipe de las tinieblas. La animación, en cambio, resulta convencional. En la línea desmitificadora del terror, con pretensiones de comicidad, de Hotel Transilvania. Estreno: 11 de agosto.
Psycho Pass Providence. Tercer anime del verano, esta vez en otra línea: la de la ciencia ficción distópica. Con ecos del Minority Report de Philip K. Dick y Steven Spielberg, la serie Psycho Pass está ambientada en un futuro en el que los omnipresentes sensores públicos escanean continuamente los estados mentales de los ciudadanos, con el fin de determinar su propensión a cometer crímenes, a través de unos biomarcadores (los psycho pass del título). Nació como serie de televisión, luego se adaptó a manga y finalmente se han realizado cinco películas. Esta es la sexta. Estreno: 18 de agosto.
Titina. Inspirada en la historia real de la expedición en los años veinte del siglo XX del mítico explorador Roald Amundsen y el ingeniero aeronáutico y aviador italiano Norberto Nobile. En dirigible y hacia el Polo Norte. La protagonista, sin embargo, es la mascota del italiano, la perra Titina. Producción noruega, por supuesto, y en animación tradicional. Estreno: 18 de agosto.
Ninja Turtles: caos mutante. Reinicio de las aventuras de las míticas tortugas, esta vez con la codirección de Jeff Rowe, uno de los creadores de la estupenda Los Mitchell contra las máquinas. Jackie Chan, Maya Rudolph, Paul Rudd y Seth Rogen, entre otros, ponen sus voces a los personajes y desde el tráiler se nota que es una película ambiciosa en lo artístico, lejos de los habituales productos de saldo protagonizados en el pasado por las tortugas. Esta vez se trata de roles adolescentes y no adultos, y los diseños están inspirados en los dibujos que el propio Rowe dibujaba en sus cuadernos cuando estaba en el instituto. Estreno: 25 de agosto.
Una aventura gigante. Quizá la película de animación más singular del verano en cuanto a su país de producción: Perú. Desde Piratas en el Callao, de 2005, la primera producción peruana en 3D, Eduardo Schuldt, su director, lleva compuestos siete largometrajes animados. Como dijo en una entrevista promocional para el periódico El Comercio: “Cualquier niño peruano sabe perfectamente quién es Thor, pero como le preguntes sobre las líneas y la cultura nazca…”. Se refería, naturalmente, a la cultura arqueológica del antiguo Perú, desarrollada entre los siglos I y VII, y en la que se centra Una aventura gigante. Hacer animación en su país sí que debe ser un desafío. Estreno: 25 de agosto.
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