Brandon Sanderson, un fenómeno de la fantasía literaria de dimensiones desconocidas
Las ventas del llamado “Tolkien del siglo XXI” crecen exponencialmente y sin freno en España, espoleadas por ‘youtubers’ y sus entusiastas lectores
Cuando le contrataron como recepcionista nocturno en el Best Western CottonTree, un hotel de Provo, Utah (una ciudad universitaria estadounidense cercana a Salt Lake City), Brandon Sanderson (Nebraska, 47 años) le dijo a su jefe que pensaba dedicar todas aquellas noches a escribir mientras atendía el mostrador. Su jefe se encogió de hombros y dijo que podía hacer lo que le viniese en gana siempre que atendiese a los clientes. Al menos, le dijo, no dormitaría en uno de los sillones como su predecesor. El futuro creador del Cosmere —un universo literario de alcance millonario y mundial, el mayor en lo que a fantasía épica se refiere desde que J. R. R. Tolkien ambientó su Tierra Media— escribió en aquel mostrador siete novelas en el tiempo que pasó cursando primero, bioquímica, y luego inglés en la Universidad Bringham Young, donde hoy imparte clases.
Que la bioquímica no era lo suyo lo descubrió en Seúl, Corea, donde se fue como misionero de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días porque, como Orson Scott Card y Stephenie Meyer, otro par de clásicos de lo fantástico, Sanderson es mormón. Algo que, sin embargo, apenas ha tenido incidencia en su condición de superventas, puesto que, en tanto casi esclavo de su propia condición de escritor —se trata a sí mismo como una suerte de obrero en una fábrica que lleva su nombre—, Sanderson no hace otra cosa que escribir y hablar sobre escribir —es el presentador de un podcast de escritura, Writing Excuses, doblemente nominado al Premio Hugo—, eludiendo cualquier polémica posibilidad. Eso sí, pese a su enorme popularidad, no hay demasiado movimiento en sus redes sociales, y eso que comparte con sus lectores cada paso (literario) que da.
Puesto que escribe sin descanso —nunca menos de 3.000 palabras al día, una pequeña barbaridad— y que mantiene a la vez más de un proyecto, en su página web ha instalado unos marcadores de progreso que indican, en tanto por cierto, cómo de completa está la novela en cuestión. Ahora mismo hay cuatro en camino. Dos están terminadas y las otras dos, la quinta entrega de la saga El archivo de las tormentas y una nueva, Skyward Legacy, están escritas en un 52% y un 25%, respectivamente (cuando se escribe este texto). En Twitter hay incluso un bot que controla el avance de esas barras de progreso. Entre las dos que aparecen como finalizadas, se encuentra el borrador de su cuarta novela secreta, la última de su proyecto paralelo, aquello que hace que se le conozca como un escritor “híbrido” y que le permitió recaudar la friolera de 41 millones de dólares en la plataforma de micromecenazgo Kickstarter.
Esos 41 millones marcaron un nuevo récord de recaudación en ese tipo de plataformas, aunque no supusieron ningún tipo de amenaza para el sector editorial. Es decir, Sanderson pensaba autoeditarse esos cuatro libros secretos, pero no era la primera vez que lo hacía. Como cuenta su editora en España, Marta Rossich, de Nova, “hay un respeto por su condición de autor híbrido —un autor al que publican y se autopublica— en su editorial estadounidense, Tor”. Y es así porque sabe que no es ningún tipo de maniobra. La misma editorial lanza esos mismos títulos meses después de que Sanderson los publique. Lo que quiere el escritor son ediciones cuidadas. Recuerda sus primeras lecturas, y los mapas y todo aquello que crecía alrededor del universo del que trataba la novela, y quiere que sea perfecto. Y solo puede asegurarse de ello si lo hace él mismo.
En España, esas autoediciones las publica el mismo sello que se encarga del resto de sus novelas, Nova. Ocurre igual en el resto del mundo. Sanderson publicó su primer libro, Elantris, en 2005, y en este momento hay más de una veintena en circulación. De ellos se han vendido más de 30 millones de ejemplares en todo el mundo. En España, informa Rossich, más de 600.000. “Crece exponencialmente. En los últimos tres años, las ventas de sus libros han crecido un 124%, y en los últimos tres meses se ha doblado esa cifra”, dice la editora, que lo considera “un fenómeno de dimensiones desconocidas”, puesto que su universo “ni siquiera tiene aún una adaptación cinematográfica”. No la tiene porque Sanderson es muy exigente. Cuando alguno de sus libros se adapte, dice, tiene que ser exactamente cómo él y sus lectores esperan. No tiene ninguna prisa.
Mientras tanto, su propia plantilla crece. Hasta 64 personas trabajan ya directamente para Sanderson, en esa autoindustria con un único motor: su cerebro de lector empedernido. Un lector empedernido que se enamoró de la fantasía cuando leyó Dragonsbane, de Barbara Hambly, en el instituto. Y que luego decidió que iba a subvertir el patrón narrativo definido por Joseph Campbell: el camino del héroe. Considera Sanderson que si la fantasía está en algún sentido estancada es por culpa de ese patrón, y lo que él llama el Síndrome Campbell. La manera en que él se deshace de tan legendario corsé está expuesta en Curso de escritura creativa (Ediciones B), el manual que se sacó de la chistera el año pasado, y en el que detalla su proceso de escritura, tal y como lo hace en las clases que da en la universidad, píldoras biográficas incluidas.
Que youtubers como Alex El Capo, con casi dos millones de seguidores, estén recomendando sus libros ha roto la barrera incluso de aquellos que quizá jamás se hubiesen cruzado con la lectura. “Entre sus lectores hay muchos jóvenes completamente enganchados que han empezado a leer con sus libros”, dice Rossich. El último título publicado, La guía del mago frugal para sobrevivir en la Inglaterra del medievo —que fue su novela secreta número dos—, es un juvenil y tiene mucho de Terry Pratchett. ¿Podría empezar a leérsele por aquí? Sus seguidores, en multitud de webs dedicadas al Cosmere, aconsejan empezar por la segunda saga, Nacidos de la bruma, en parte porque el primer libro, El imperio final, es autoconclusivo, pero te deja con ganas de más. Así puedes abrir la puerta y decidir cuándo cerrarla.
Es su voracidad creativa la que ha situado a Sanderson a la cabeza en el podio de lo fantástico. No olvidemos que George R. R. Martin, su principal rival en lo que a sucesor de Tolkien se refiere, está fuera de juego —Vientos de invierno, la novela que debe continuar Juego de Tronos, lleva más de una década de retraso—, y que Patrick Rothfuss, con quien despuntó a la vez, se encuentra hoy a demasiados libros de distancia: El nombre del viento fue más aclamado que las primeras obras del de Nebraska, y su secuela también, pero no ha habido más noticias de Kvothe, su protagonista, desde 2011. Sin mirar atrás ni preguntarse en qué momento podría alguien destronarle, Sanderson se compromete a publicar al menos 19 títulos más del Cosmere —19 que sumar a los 21 ya publicados— y hacerlo, dice, antes de cumplir los 70. Porque lo que importa, recuerda, son los lectores. Y los lectores, como decía su editora en España, no dejan de crecer.
Babelia
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