Chris Hemsworth o Ryan Reynolds: estrellas gracias a las plataformas, o cuando el algoritmo de Netflix impulsa las carreras
Intérpretes de éxito medio en el cine despegan en la nueva televisión de pago, mientras que una generación de actores populares, como Millie Bobby Brown o Noah Centineo, ha nacido directamente en ella
Chris Hemsworth era hace una década ese simpático actor australiano hipermusculado, pareja de la actriz española Elsa Pataky y dedicado a poner rostro al dios Thor en el universo Marvel. Uno más, en una generación llena de ellos (Pratt, Evans, Pine). Hoy se ha convertido en uno de los tipos más populares del planeta. Y no solo por encarnar al hijo de Odin. Un vistazo al menú de Netflix aporta más pistas: se ha convertido en el protagonista del cine de acción de la plataforma, con rodajes en Asia, más rápidos y baratos, que aprovechan que Hemsworth vive en Australia. El algoritmo de Netflix le ama, y él se deja querer. Hemsworth es uno de los ejemplos del cambio del ecosistema interpretativo: algunos actores no necesitan la pantalla grande para cobrar inmensos sueldos y ser estrellas. Va más allá del clásico enfrentamiento cine-televisión: el tirón actual de Hemsworth, Ryan Reynolds, el renacimiento de Sandra Bullock y la popularidad de Millie Bobby Brown o Noah Centineo no se entenderían sin el triunfo de las plataformas digitales.
Hemsworth estaba en el sitio adecuado en el momento preciso: su Tyler Rake llegó a Netflix en abril de 2020 y se convirtió en la película de acción del confinamiento. Y de adaptación de cómic rodada en la India y Tailandia con pocas pretensiones devino en exitazo mundial (ya ha rodado la segunda parte). Además, le dio una segunda vida, ahora digital, a su filme bélico 12 valientes (2018). Este viernes Hemsworth aparece por partida doble en la portada de la plataforma: estrena Spiderhead y participa como productor en Interceptor, que llegó a Netflix la semana pasada y que protagoniza su esposa, Elsa Pataky (en apoyo, Hemsworth aparece en un plano). Ambas se sustentan en las mejores premisas posibles para los rodajes poscovid: la trama se desarrolla en interiores (eso abarata costes y se controlan los contactos); y más allá de los dos o tres nombres protagonistas, el resto son actores desconocidos. Es decir, reducidos presupuestos pero apariencia de gran producción. Esta semana, la N roja rinde pleitesía a Hemsworth.
Algo parecido ha ocurrido con Ryan Reynolds: de actor gracioso a estrella de plataforma. Sus dos últimos estrenos cumplen a rajatabla las normas del algoritmo: en El proyecto Adam protagonizaba una historia de ciencia ficción con ínfulas filosóficas, y en Alerta roja compartía protagonismo en un thriller de espías internacionales con Dwayne La Roca Johnson y Gal Gadot. Siempre al amparo de directores muy profesionales sin ninguna vanidad creativa, en un cóctel medido de chistes, peleas, planos filmados desde drones y elaboradas persecuciones.
Ninguno de ellos eran megaestrellas, ni tampoco cuentan entre sus armas con una ductilidad interpretativa. Sin embargo, son populares: si Hemsworth es la cara de Thor, Gadot da vida a Wonder Woman. Y ahí nace su base publicitaria. A otras estrellas de plataforma el viaje a la inversa no les ha ido tan bien. En su salto a la gran pantalla, se han estrellado. ¿Quiénes son Regé-Jean Page fuera de Los Bridgerton (Netflix) y Claire Foy tras The Crown (HBO/BBC)? Sus carreras no han despegado. Por eso, actores como Tom Ellis nunca dejarán series como Lucifer (Netflix). Sirven para pagar facturas. Es más, viejas glorias del cine se han rendido al maná del algoritmo: Sandra Bullock resucitó gracias a la película A ciegas (2018), que se mantiene como una de las más vistas en Netflix; Jennifer Anniston ha encontrado su relanzamiento con la serie The Morning Show en Apple TV, y el cómico Adam Sandler firmó un acuerdo para protagonizar seis películas con Netflix que justo antes de la pandemia renovó por cuatro más: hace siete días estrenó una de ellas, Garra.
Los nuevos ricos, en las plataformas
La lista Forbes no deja lugar a dudas. Al menos, la última, hecha pública a mitad de 2021. Es la clasificación de los actores mejor pagados por sus sueldos (no contabiliza porcentajes de taquilla para los de cine ni ganancias surgidas de publicidad), y la encabezó Daniel Craig. Gracias a las dos secuelas de Puñales por la espalda que está preparando con Netflix, ganará 100 millones de dólares (96 millones de euros). En segunda posición está Dwayne Johnson, con 50 millones de dólares (47,9 millones de euros) recibidos de Amazon por Red One, que se estrenará el año que viene. Tercero, Will Smith —eran tiempos prebofetón— con 40 millones (38,2 millones de euros) por El método Williams (de Warner y HBO Max). La primera actriz en la lista es Jennifer Lawrence, séptima con No mires arriba, con la que ganó 25 millones de dólares pagados por Netflix, y empatada con Julia Roberts, otros 25 millones (23,9 millones de euros) por el drama familiar Leave The World Behind, otra de Netflix. Hay que llegar a la novena posición para encontrar el mayor sueldo pagado el año pasado por un estudio de Hollywood y no por una plataforma: Paramount retribuyó con 20 millones (19,1 millones de euros) a Sandra Bullock por protagonizar La ciudad perdida. ¿Y Tom Cruise, el hombre que afirma que nunca trabajará para el streaming? Por Top Gun: Maverick cobró 13 millones de dólares (12,4 millones de euros), aunque como productor se llevará un buen pellizco de la taquilla. De las nuevas generaciones, solo Robert Pattinson y Kristen Stewart parecen prorrogar ese compromiso inquebrantable con las salas.
En España no hay actores con tanto gancho como para asegurar la taquilla, pero uno de los grandes productores del audiovisual hispano apunta: “Si un intérprete protagoniza una serie para una cadena de televisión generalista, puede ingresar hasta 20.000 euros por capítulo; si es para una plataforma, alcanzará los 50.000″. Más del doble.
Mientras que Disney + prioriza sus propiedades intelectuales —una obra, concepto o personaje de los que se pueden desarrollar todo tipo de películas y series (en su caso, el universo Marvel y Star Wars)―, Netflix mima a los actores que han nacido bajo su paraguas. De Stranger Things surgió Millie Bobby Brown, que además de la serie protagoniza la saga Enola Holmes, en la que da vida a la hermana pequeña del detective británico más famoso. Y en su catálogo de comedias románticas reina Noah Centineo: La cita perfecta, Sierra Burgess es una perdedora, las tres entregas de la saga A todos los chicos... ¿Abandonará Centineo la plataforma, ahora que sufren crisis de suscriptores? Ante posibles dudas, su próxima serie tiene el título provisional de Untitled Noah Centineo/Netflix Spy Project.
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