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La nueva Ley del Cine reunirá por primera vez series y películas en una misma normativa

El Consejo de Ministros prevé aprobar el próximo martes el borrador de la reforma, que quiere introducir ayudas públicas para filmes que no pasen por las salas y producciones para televisión

Tommaso Koch
Una imagen del rodaje de la serie 'Todo lo otro'.
Una imagen del rodaje de la serie 'Todo lo otro'.Virginia Martin Chico

Películas y series, juntas, por primera vez, en una misma ley. El Gobierno prevé llevar al Consejo de Ministros del próximo martes la reforma de la Ley del Cine, cuyo borrador reúne bajo un mismo paraguas toda la producción audiovisual nacional, según ha adelantado esta mañana la Cadena Ser y ha confirmado a EL PAÍS una fuente conocedora del texto. También abre la puerta a conceder subvenciones a productoras de series o filmes que no vayan a estrenarse en salas y establece que al menos el 20% de las sesiones de los cines proyecten largos nacionales, comunitarios o iberoamericanos, entre otras novedades.

La normativa avanza en paralelo a otra reforma clave para el sector: la Ley General de Comunicación Audiovisual, que afronta su fase de enmiendas en el Congreso. El texto, que transpone con un año y medio de retraso una directiva europea, impone a plataformas como Netflix o HBO Max dedicar al menos el 30% de su catálogo a obras comunitarias y el 15% a productos españoles, también en las lenguas cooficiales del Estado. Además, esas compañías deberán invertir parte de sus ingresos generados en España para producir cine o series nacionales, con obligación de financiar también obras en catalán, gallego, euskera y aranés.

Entre las dos reformas, se acerca una revolución para la gran y pequeña pantalla. Al fin y al cabo, la actual Ley del Cine está anclada en 2007, cuando el streaming era el futuro remoto y generaba menos ingresos que las ventas de DVD. Lo cierto es que varias modificaciones parciales se han encargado de actualizarla a lo largo de los años. Pero la industria venía reclamando desde hacía tiempo un texto legal más pegado a la realidad: hoy el sector se ha vuelto mucho más híbrido y el borrador lo ratifica por primera vez, tanto que el proyecto ha sido bautizado como Ley del Cine y de la Cultura Audiovisual.

En el fondo, la propia industria se interroga a menudo sobre los límites entre sus creaciones. Los mismos guionistas y directores trabajan casi indiferentemente en películas y televisión. Y hasta el presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, se planteó incluir las series en la gala de los Goya, algo que, de momento, ha quedado descartado, tras el rechazo unánime de la junta directiva del organismo. Las obras para la pequeña pantalla, en todo caso, ya están presentes en los festivales más importantes del séptimo arte, como Cannes, Venecia, Berlín o San Sebastián.

Todas las obras audiovisuales

“La anterior ley es de hace 15 años y era necesaria una adaptación a la realidad del sector”, afirma la misma fuente conocedora del texto. De ahí que la nueva normativa española refleje sobre el papel algo que ya existe: abarca tanto las obras audiovisuales como las películas cinematográficas. Define las primeras como “creación expresada mediante una serie de imágenes asociadas, ya sean estas reales o de animación; con o sin sonorización incorporada, tanto de ficción como de carácter documental o experimental; que haya sido fijada en cualquier medio o soporte, y en cuya elaboración queda definida la labor de creación, producción, montaje y posproducción”. Y las segundas como las ”destinadas en primer término a su explotación comercial en salas de exhibición cinematográfica”.

Todas estas producciones podrán recibir ayudas públicas. Será, eso sí, por vías distintas. Por un lado, se mantendrán los tradicionales fondos para financiar largometrajes destinados a comenzar su recorrido comercial en las salas. Por otro, surgirán nuevas líneas de apoyo a “otros formatos audiovisuales, como las series”, relata la misma fuente. La nueva ley pretende también ampliar los cambios que ya modificaron la normativa ahora en vigor para aumentar los incentivos a los filmes con mujeres en roles destacados como guion, producción o dirección, con alguna medida nueva aún sin concretar.

El borrador prevé, además, confirmar las ayudas existentes para la exhibición y la distribución independiente, además de intentar potenciar su internacionalización. Y también se mantiene el fomento de la “creación, mediante la concesión de ayudas a personas físicas para la elaboración de guiones”. Se introduce, además, expresamente la posibilidad de conceder subvenciones a “productores independientes” —cuya definición también incorpora el texto— “para el desarrollo de un proyecto o de un conjunto de proyectos audiovisuales”. Finalmente, la nueva ley quiere crear un Consejo Estatal de la Cinematografía y la Cultura Audiovisual, un organismo autónomo, parecido al de otros países del entorno europeo, que rija el séptimo arte por encima de los cambios de Gobierno. Su función será sobre todo de interlocución. Con tantos cambios, desde luego, el cine español tiene mucho de qué hablar.

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Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.

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