La Unesco declara fuera de peligro la basílica de la Natividad de Belén tras una larga rehabilitación
El organismo de la ONU mantiene el templo palestino como monumento patrimonio de la humanidad
La Unesco ha declarado libre de peligro la conservación de la basílica de la Natividad de Belén, lugar de nacimiento de Jesucristo según la tradición cristiana, tras la exhaustiva rehabilitación acometida en el monumento desde hace seis años. El Comité de Patrimonio Mundial del organismo de la ONU para la Cultura ha retirado el templo y la adyacente ruta de peregrinación de su catálogo de sitios en peligro a petición de la Autoridad Palestina, que solicitó su protección especial en 2012 a la vista de los daños causados por las filtraciones de agua en su techumbre.
El interior del principal centro de peregrinación de la cuna de la cristiandad ha permanecido cubierto por andamios durante más de tres años, mientras equipos extranjeros y locales de restauradores devolvían el esplendor original a los escasos mosaicos de la era de los cruzados (siglo XII) recubiertos con teselas de oro que aún alberga la basílica, erigida en el siglo VI sobre una iglesia original del año 399. El paso del tiempo y los peregrinos, el humo de cirios e incensarios, el abandono e incluso el conflicto palestino-israelí, que desembocó en la ocupación del templo en 2002, contribuyeron a su deterioro.
Además del tejado han sido rehabilitados el nártex o atrio interior, capiteles y columnas, las fachadas exteriores y mosaicos del suelo, entre otras restauraciones. El comité de la Unesco ha considerado en la reunión que celebra en Bakú, capital de Azerbayán, que los trabajos pendientes marchan a buen ritmo en función del presupuesto disponible, cubierto con más de 18 millones de euros aportados por la Autoridad Palestina y donantes internacionales, según un comunicado del Organismo de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios recomienda también la recuperación del centro histórico de Belén, en especial de la calle de la Estrella, que forma parte de la ruta de peregrinación protegida por la ONU, para que pueda contar con comercios y viviendas a fin de atraer el turismo La histórica vía por la que se accedía en el pasado a la plaza del Pesebre y a la basílica de la Natividad fue rehabilitada hace dos décadas, en gran parte con fondos de la cooperación española.
La Unesco fue en 2011 el primer órgano de Naciones Unidas que reconoció a Palestina como miembro de pleno derecho. Aparte del llamado Lugar del Nacimiento de Jesús, mantiene en el catálogo de sitios patrimonio de la humanidad el paisaje cultural de las terrazas escalonadas de olivos y viñas de Battir (suroeste de Jerusalén, en las proximidades de Belén), desde 2014, y el casco histórico de Hebrón (al sur de Cisjordania) desde 2017. En este último caso, Israel protestó la decisión al considerar que el recinto de la Cueva de los Patriarcas, llamado mezquita de Ibrahim por los musulmanes, es parte del patrimonio histórico judío.
A petición de Jordania, el recinto histórico amurallado de Jerusalén está incorporado también desde 1981 en la lista de la Unesco de patrimonio mundial en peligro. La Ciudad Vieja –que incluye la basílica cristiana del Santo Sepulcro, el Muro de las Lamentaciones judío y la Explanada de las Mezquitas, con Al Aqsa y el Domo de la Roca– esta integrada en Jerusalén Este. La parte oriental de la Ciudad Santa se mantuvo bajo administración jordana tras la extinción del mandato británico sobre Palestina, en 1948, hasta su ocupación militar por Israel en 1967.
Israel cuenta con nueve sitios declarados patrimonio de la humanidad, ninguno de los cuales corre peligro. Entre ellos desacatan los restos de la histórica fortaleza de Massada, cerca del mar Muerto; el monumental casco cruzado y otomano de San Juan de Acre, en la costa de Galilea, o la Ciudad Blanca de Tel Aviv, distrito en el que se alzan edificios de arquitectura moderna con destacados exponentes de la escuela Bauhaus. En medio de las agrias disputas geopolíticas que afectan al patrimonio cultural de Tierra Santa, el Gobierno israelí ha retirado a sus representantes de la Unesco siguiendo los pasos de la Administración del presidente de EE UU, Donald Trump, quien acusó hace dos años al organismo de la ONU de mostrar un marcado “sesgo antiisraelí”.
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