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“Uno de los traumas actuales es cómo Caracas se nos ha ido haciendo más pequeña”

El director de 'La Familia', que después de recorrer más de 50 festivales internacionales y cosechar 16 premios internacionales se presenta en España, se somete al carrusel de preguntas de este diario.

Elvira Palomo
El cineasta venezolano Gustavo Rondón.
El cineasta venezolano Gustavo Rondón. KIKE PARA

Enamorado de Caracas, al cineasta venezolano Gustavo Rondón (Caracas, 1977), le duele ver cómo cada vez se le hace más difícil ver cómo esa gran ciudad, vibrante en sus años de juventud, ha ido perdiendo brillo y cada vez se le hace más pequeña por la situación en la que vive el país. Con los pies en la tierra y aferrado al suelo de su patria, Venezuela, ha construido el piso que le ha llevado a presentar con éxito su opera prima y asentar los cimientos “para lo que venga”. Ya tiene entre manos un proyecto que habla de la inmigración, pero no desde el punto de vista del que se va, sino del que regresa y el cambio de los vínculos a su vuelta. “Yo me considero un tipo muy caraqueño, que de alguna manera disfruté mi ciudad a plenitud y uno de los traumas actuales es cómo se nos ha ido haciendo más pequeña, se nos ha ido cerrando”. No sólo por la inseguridad, también por los que se van, explica en conversación con EL PAÍS. Caracas es la protagonista omnipresente de su opera prima La Familia, una película de desarraigo y violencia, de relaciones familiares y soledad  en un entorno hostil. La cinta, que ha sido seleccionada por Venezuela para competir como candidata al Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera y a los premios Goya de la Academia de Cine española, se presenta hoy en las salas de cine de España.

De pequeño quería ser…

Creo que por eso de los modelos familiares, quería ser odontólogo y mi mamá que es dentista me dijo ‘no’ y lo agradezco bastante. Y músico… todavía es algo que me mueve un montón, hace quince años que dejé de tocar pero… hace un gesto de nostalgia.

¿Con quién te gustaría quedarte atrapado en un ascensor?

Con Nuri Bilge Ceylan , un director turco que habla muy poco a ver qué podríamos hacer… hablar entre dos tipos que hablan muy poco. [Ríe]

¿Haya alguna película que le cambió la vida?

Paris Texas (1984) de Wim Wenders. Es una historia que trata los vínculos emocionales de una manera tan sutíl, tan elegante, que es algo que me gustaría explorar e intentar hacer.

¿Qué película le hubiera gustado hacer?

Muchas pero Valley of Love (2015), de un género que no suelo ver, con Gérard Depardieu e Isabelle Huppert… me encantaría haber hecho una película como esta. Pero hay muchas.

En lo profesional, ¿de qué te sientes más orgulloso?

De haber construido una carrera con solidez. Hice un montón de cortos, ahora la peli.. esta es consecuencia de algo que había construido antes. Y creo que también el hecho de ahora poder colaborar y ayudar a otra gente que viene más atrás.

¿Qué significan los premios?

Es un resultado de un camino de mucha honestidad, de mucho trabajo, no sólo mía, sino de un superequipo y de mucho rigor. De pronto te sirven para que te abran más la puerta, pero en realidad, las óperas primas son difíciles y, en verdad, el mundo no espera una película venezolana. No somos México, Argentina, Brasil… pero venimos creciendo en los últimos años.

¿El mejor consejo que te dio alguno de tus padres?

Trabajar con rigor y honestidad

¿La última vez que lloró?

Hace como mes y medio que mi hermana se vino para acá. Este año se produjo el desmembramiento de mi familia que era algo que todavía no había pasado en todos estos años de diáspora y este año se fueron mis dos hermanos a lugares distintos.

¿Por qué te quedas en Venezuela?

No tengo una respuesta clara. Cada vez se hace más esquiva. Creo que tiene que ver primero con los afectos y en segundo lugar con que el cine vivió una burbuja que nos tuvo trabajando mucho tiempo, muchos pudimos desarrollar carrera ahí y no cambió hasta hace un par de años.

La diáspora del cine venezolano es muy fuerte. En Madrid, México, tengo más amigos que en Caracas. Pero Hacer cine como extranjero es muy difícil. Por eso nos quedamos ahí. Quisimos hacer esta peli y alimentarla lo más posible.

¿Hay algún personaje de cine al que te pareces?

No sé. No ubico ninguno ahora. Hay gente que dice que el personaje de la película tiene algún rasgo mío, yo no lo veo así.

¿Lugar favorito del mundo?

Madrid es un lugar que me gusta mucho.

¿Algún sitio que te inspire?

Caracas.

¿Dónde no vivirías jamás?

En el Cairo, es un lugar bastante hostil y que es una proyección de lo que se podría convertir mi país, en cierto punto, en términos de relaciones humanas.

¿Hay algo que te deje sin dormir?

El no poder garantizar estabilidad a mi entorno directo. Como adulto uno pude llevar ‘carajazos’ [golpes] que sean, pero yo tengo dos hijos ya y empiezan unas angustias distintas.

¿Cómo ves el futuro de Venezuela?

Incierto. Siempre sientes que está a punto de que algo se transforme y cambie, pero creo que hay muchas fuerzas haciendo que eso no suceda. Puede pasar cualquier cantidad de tiempo [hasta que algo cambie]. Hay una desmovilización de la ciudadanía muy grande, hay un elemento de trabajo político en la oscuridad que va generando esa desmovilización y al mismo tiempo una desorganización política en la fuerza de oposición. El ciudadano está listo desde hace mucho para que esto cambie pero hay un montón de cosas que lo están impidiendo. Tienes la sensación de que esto no aguanta más...la situación política, económica, social, porque están todas muy relacionadas, pero te das cuenta de que el entramado de poder, no sólo interno, sino también externo es muy fuerte.

¿Qué le dirías al presidente Nicolás Maduro?

Es una pregunta complicada… yo evito las preguntas políticas, me gusta más el cine... pero le diría que respete más a su población, que el poder genera una borrachera que se aleja del ciudadano y del par [semejante]. Creo que es una de las cosas que suceden, que el poder te emborracha y luego dan la espalda a quien te puso ahí.

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Sobre la firma

Elvira Palomo
Es redactora en la sección de Internacional. Licenciada en Periodismo y máster en Comunicación Política. Comenzó su carrera en la agencia Efe para la que fue corresponsal en Washington. Comenzó a colaborar con EL PAÍS en Montevideo. Ha trabajado como periodista multimedia en la BBC, en la mesa de edición de AFP para América y en Univision Noticias.

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