El ‘reggae’, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
Se suma así a otras músicas como el tango, el flamenco, el fado , la rumba cubana, el merengue, los mariachis y la ópera china
La música reggae jamaicana, que alcanzó la fama gracias a artistas legendarios como Bob Marley, ha quedado inscrita este jueves en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. El reggae se suma así a otras músicas como el tango de Argentina y Uruguay, el flamenco español, el fado portugués, la rumba cubana, el merengue de República Dominicana, los mariachis mexicanos y la ópera china.
"Su aportación a la reflexión internacional sobre cuestiones como la injusticia, la resistencia, el amor y la condición humana pone de relieve la fuerza intelectual, sociopolítica, espiritual y sensual de este elemento del patrimonio cultural", explica la organización en un comunicado.
La Convención de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha anunciado la decisión en su reunión de Port Luis, la capital de Mauricio, donde examina esta semana varias candidaturas para su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Ayer miércoles, fue reconocido el arte de construir muros en piedra seca, tradicional en zonas rurales de Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia, España y Suiza.
"Es un día histórico", ha celebrado la ministra de Cultura de Jamaica, Olivia Grange, que viajó a Mauricio para la ocasión. "Subraya la importancia de nuestra cultura y nuestra música cuyo tema y mensaje es amor, unión y paz", ha indicado en una entrevista con la AFP.
La Unesco destaca que el reggae "conserva intactas toda una serie de funciones sociales básicas de la música —vehículo de opiniones sociales, práctica catártica y loa religiosa— y sigue siendo un medio de expresión cultural del conjunto de la población jamaicana".
La organización de la ONU recuerda que ese género musical surgió de una "amalgama de antiguos ritmos musicales jamaicanos y de otros de orígenes muy diversos: caribeños, latinoamericanos y norteamericanos". En todos los niveles del sistema educativo del país, agrega, "está presente la enseñanza de esta música, desde los jardines de infancia hasta las universidades".
Recuerda también que, aunque al principio fue una expresión musical de comunidades marginadas, con el tiempo fue "abrazado por amplios sectores de la sociedad sin distinción de sexo, etnia o religión".
El reggae se desarrolló en los años sesenta a partir del ska y del rocksteady, e integró influencias del soul y del rythm and blues estadounidenses. Este estilo musical caribeño se popularizó rápidamente en Estados Unidos y el Reino Unido, gracias a los numerosos inmigrantes jamaicanos llegados después de la II Guerra Mundial. A menudo se reivindicó como la música de los oprimidos, abordando temas sociales y políticos, la prisión y las desigualdades. El reggae es indisociable del movimiento espiritual rastafari, que sacraliza al emperador etíope Hailé Selassié y promueve el uso de la marihuana.
En 1968, la canción Do the Reggay de Toots and the Maytals fue la primera en utilizar el nombre reggae, un ritmo que luego cosechó un enorme éxito mundial gracias a los grandes clásicos de Bob Marley y su grupo The Wailers, entre ellos como No Woman, No Cry, Stir It Up o I Shot the Sheriff.
Este ritmo se une así a una lista creada en 2003 y en la que ya figuran cerca de 400 tradiciones o expresiones culturales que van desde la pizza napolitana hasta el flamenco, pasando por la cerveza belga, el yoga o el tango.
Babelia
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