Una pareja de EE UU tenía en su casa una valiosa obra expresionista robada hace 32 años
Un anticuario devolvió la pintura, obra original de Willem de Kooning, tras sospechar que era auténtica
Una pareja de docentes jubilados que vivía en un rancho de Cliff, un pequeño pueblo de Nuevo México (EE UU) de apenas 300 habitantes, tenía en su casa una valiosa pintura expresionista robada hace 32 años y valorada en unos 160 millones de dólares (137 millones de euros). La historia sobre la forma en la que pudieron hacerse con Mujer Ocre, del expresionista Willen de Kooning, y las sospechas de que incluso pudieron ser ellos quienes lo robaron en Tucson, han devuelto a la actualidad la fascinante historia del robo de esta obra que el Museo del Arte de Arizona recuperó hace justo un año gracias a la buena voluntad de un anticuario. El FBI está investigando el caso y ha rehusado hacer comentarios sobre la autoría del robo a diferentes medios estadounidenses.
La Mujer Ocre fue robada por una pareja en apenas 15 minutos y sin muchos artificios. Sobre las 9.00 del 29 de noviembre de 1985, una mujer entretuvo al vigilante de seguridad. Mientras tanto, un hombre subió a la planta en la que se encontraba expuesto el cuadro y cortó el lienzo del marco con una cuchilla afilada. Ambos salieron apresuradamente del museo. Nunca regresaron.
El cuadro, de 76 centímetros por un metro, permaneció en paradero desconocido hasta hace un año, cuando fue hallado en la casa de Nuevo México en la que Jerry y Rita Alter, una pareja de neoyorquinos aficionados a viajar, residían desde finales de los setenta o primeros de los ochenta, según informó el diario Silver City Daily Press.
Ambos habían muerto y su sobrino, Ron Rosseman, puso a la venta la propiedad y comenzó a vender sus pertenencias. David Van Auker, propietario de Manzanita Ridge Furniture & Antiques en Silver City, compró el cuadro, que estaba junto a la puerta de un dormitorio, y otros enseres de la vivienda por 2.000 dólares, según explicó él mismo en conferencia de prensa. A la mañana siguiente, cuando expuso la obra en su tienda, sus clientes empezaron a compararla con una obra original de De Kooning. Entonces buscó en Internet y descubrió un artículo sobre el robo con una fotografía idéntica. Llamó al museo y dejó claro que solo quería devolverlo. La conservadora y profesora Nancy Odegaard confirmó que era la famosa pintura robada, según informaron desde el museo, que todavía se encuentra restaurándolo.
"Los ladrones cometieron dos crímenes ese día", dijo Kimberly Andrews Espy, vicepresidenta de investigación de la Universidad de Arizona, cuya oficina supervisa el museo de arte. "Primero, robaron una importante pintura de la colección del museo de la Universidad. También robaron más de 30 años de acceso del público y académicos de todo el mundo, privándoles de la oportunidad de apreciar, aprender e inspirarse de un artista significativo ".
Kooning fue uno de los pioneros y líderes del expresionismo abstracto, un movimiento que comenzó en Nueva York después de la Segunda Guerra Mundial. En 2006, Woman 3, otra pintura de Kooning de esta serie muy influenciada por Picasso, se vendió por 137,5 millones de dólares (118 millones de euros).
Coincidiendo con el primer aniversario del hallazgo del cuadro, a primeros de agosto, trascendió una fotografía familiar de la pareja que les sitúa en Tucson, ciudad en la que se encuentra el Museo de Arte de Arizona, un día antes del robo. El diario local Arizona Republic publicó la imagen, cedida por su sobrino Ron Roseman, en la que ambos sonríen frente a platos de tarta de calabaza. Su sobrino quiere creer que todo es casualidad, aunque reconoce que hay muchas coincidencias en torno al cuadro. "No tenemos idea de cuándo lo obtuvieron, cómo lo consiguieron, si estaban involucrados o si se lo compraron a alguien", dijo al diario local.
La vida de la pareja, a quienes sus vecinos describían como afables y muy discretos, ha dejado otras pistas interesantes, como que llegaron a autopublicar tres libros que habían escrito juntos y que uno de ellos, editado un año antes de que Jerry Alter muriera en 2011, incluye la historia de un robo con ciertas similitudes al de la Mujer Ocre. En esta ocasión, una abuela y una nieta se hacían con una esmeralda de 120 kilates que terminó escondida "a varias millas de distancia" y que solo podían ver "dos pares de ojos", según un extracto del relato publicado el diario New York Post. El diario local Silver City Daily Press también se ha cuestionado cómo una pareja que trabajaba en la escuela pública pudo viajar hasta por 140 países con su salario y además morir con más de un millón de dólares en sus cuentas bancarias.
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