Cinco ideas para evitar la destrucción del planeta
El documental 'Por una Latinoamérica verde' recoge ejemplos de defensa del medio ambiente en Ecuador, Argentina, Chile, Colombia y Perú
La música, el tono, los planos y, por supuesto, las historias del documental Por una Latinoamérica verde persiguen un evidente fin motivacional. El objetivo es convencer al espectador de que está en su mano sumarse a las cientos o miles de personas en el mundo que se dedican a evitar la destrucción del planeta. “Cambiar es posible” es el lema y, para ello, se presentan cinco ejemplos sencillos pero efectivos. Se trata de proyectos que nacieron de personas. Tan pequeñas y sencillas como cada individuo. No de grandes empresas. Y que han conseguido, según las cifras que recoge el documental, un impacto exponencial en la protección de la naturaleza o de las comunidades más desfavorecidas.
El documental, coproducido por los Premios Latinoamérica Verde y Direct TV, se presenta este agosto en Argentina, Chile, Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela. Esta semana se lanzó en Guayaquil, Ecuador, coincidiendo con la entrega de los 'Oscars' del medioambiente. La producción de campo es de Cavilac, que condensa en casi media hora, cinco de las iniciativas que resultaron ganadoras en la edición 2016. Cada una en su área.
Lo que está haciendo Eric Horstman en Ecuador es proteger el bosque seco de Cerro Blanco en Guayaquil. Es el pulmón de la ciudad que alberga más de 600 especies de plantas y 340 especies animales, pero ya solo queda el 10% de su extensión, debido a la expansión de la ciudad. El proyecto se dedica a replantar para contrarrestar el impacto de lo urbano. “No hay que ver el bosque seco como una zona por desarrollar. Las ciudades son protagonistas del futuro del planeta”, comenta Eric Horstman, director de Cerro Blanco, teniendo en mente la huella que dejan los 8 de cada 10 latinoamericanos que viven en ciudad.
En Colombia, Elisabeth Campos dirige la fundación Sanar con un doble alcance: el reciclaje y los niños enfermos. A punta de recoger tapas de botellas, de cualquier color y forma, ha conseguido reeducar los hábitos de los colombianos para que las recolecten, ganar un récord Guinness y dar apoyo emocional y social a menores que padecen cáncer. “Estamos preocupados de cuánto vamos a vivir, pero no de cómo”, reflexiona la directora de la fundación poco antes de que salte en pantalla la cifra de su contribución: 70 millones de tapas recolectadas en su primer año y más de 2.000 niños con cáncer con apoyo. “Cuando tú ves toda la solidaridad, uno dice 'chuta, me toca vivir”.
Encontrar en la basura un recurso y una oportunidad laboral también hizo germinar la idea de Xinca Ecoshoes. Alejandro Malgor, cofundador, creó en Mendoza, Argentina, esa marca para fabricar unas zapatillas con neumáticos reciclados y retazos de tela desechados de la industria de la moda. “Vimos en la basura una oportunidad, no un problema. Y obtenemos un producto de calidad y con menor huella ecológica que los tradicionales”, narra en el documental, aprovechando que Argentina descarta cada año 100.000 toneladas de neumáticos. Además, se encargó el trabajo de producción a un centro penitenciario y a personas que no tienen la misma facilidad para acceder a un empleo, como los recién salidos de prisión, las madres solteras, las mujeres de zonas rurales o personas con discapacidad.
Sus vecinos de Chile apostaron por la educación ambiental con la aplicación Plantsss. Max Delporte y Santiago Lyon la concibieron desde Santiago de Chile como un radar ecológico que traduce a lenguaje sencillo las características de las plantas. “Así como Instagram saca al fotógrafo que todos queremos ser, pues nosotros queríamos sacar a ese botánico”, cuentan a la cámara, apuntando a que la falta de información ambiental es la explicación a “un montón de problemas que tiene el planeta”, como los incendios forestales. Plantsss fue elegida como la mejor app de 2014 y ha sido descargada 70.000 veces en 61 países. Permite hacer listas de especies con determinados fines, como el comestible o el afrodisíaco. “El ciclo se cierra cuando el usuario se anima a plantar en su casa o a averiguar qué plantas hay en un parque”.
El quinto proyecto que cierra el documental saca a cuatro españoles de la comodidad de su casa y les lleva a Perú y México como punto de partida. The Water Van Project es literalmente una caravana que provee de agua a comunidades rurales de Latinoamérica. Chechu Pajares, Coque Horno, Eduardo Salvo y Diego Félez tenían ganas de contribuir a mejorar el planeta pero no sabían con qué. Al ver que en la región una de cada 6 personas no tiene acceso a agua potable, encontraron su objetivo. “Vimos el problema que podríamos ayudar a solventar, pero teníamos que descubrir cómo hacerlo”, comentan. La solución llegó en forma de filtros en dos formatos: familiares o comunitarios. Lo que empezó en dos países se extendió a nueve. Su idea, según recoge la producción, “hará posible potabilizar 3.000 millones de litros de agua” y beneficiará “a más de 15.000 personas en los próximos 10 años”, solo con la entrega de 900 filtros en un año.
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