Alejandro Sanz: “Celebramos más un Oscar español que un Grammy español”

A Alejandro Sanz le dan las malas noticias bajito. Alguien de su equipo se le acerca y le dice algo al oído. Hace dos horas que Italia se ha quedado fuera del Mundial. “Pues no me pone nada contento”, reacciona. Nadie se lo había dicho aún, seguramente porque no ha habido un minuto libre en esta tarde de lunes en Las Vegas, EE UU. Lleva todo el día encerrado en una suite dando entrevistas porque este miércoles culmina un año fabuloso que marcará para siempre su carrera. Sanz recibirá en los Grammy Latinos el homenaje de la industria de la música latina como Persona del Año, un reconocimiento a toda su obra, en el mejor momento para hacerlo.

“Yo creo que es el grammy más importante que te pueden dar”, dice Sanz (Madrid, 1968). Primero porque te lo tienen que dar de forma unánime, que eso en los días que corren es una cosa increíble. Y además viene de la Academia, de los artistas, los músicos, los ingenieros y los productores, es un reconocimiento de los que se dedican a lo mismo que tú, es muy bonito. Y no es por un disco, sino por una serie de trabajos y por lo que representas a nivel social para la música en español”. En una gala concierto el miércoles por la noche, Sanz entra en un club que en los últimos años ha reconocido a Miguel Bosé, Joan Manuel Serrat, Roberto Carlos y Marc Anthony.

Sin embargo, el que Sanz considera el premio más importante de su carrera no tiene mucha repercusión en España. “Hay una desconexión entre España y los Grammy. Pasa también pasa con los MTV. Los premios musicales en España, no hay ninguna televisión que los vea interesantes. Si no lo apoyas de entrada es difícil que entre, y mira que siempre hemos tenido representación en estos premios. Quizá se le da más importancia a un oscar o a un globo de oro que a un grammy. La industria del cine siempre ha tenido más músculo que la musical”.

“Nos gusta disfrutar mucho la música, pero estamos muy alejados de la parte de los premios”, reflexiona Sanz, algo que en Estados Unidos es un acontecimiento. “Un grammy es lo más importante que puedes tener en la música, y me encantaría que en España se notara más y nos diéramos cuenta de lo que representa. Que cuando me dan un grammy a mí, están pasando cosas españolas en Las Vegas”.

Con el homenaje del miércoles termina un año en el que Alejandro Sanz llenó el Vicente Calderón para el concierto Más es Más, un espectáculo único en el que celebraba los 20 años del disco de Corazón Partío y que ahora edita en vídeo. Ha recibido el Golden Music Award de Los 40 Principales, el Premio Ondas al Artista del Año, edita una biografía (Vive, Aguilar)… “El año que viene me tengo que poner a componer, encerrarme y desaparecer un rato”, reconoce. “Ha sido un fin de fiesta por todo lo alto. Pero estoy muy contento con el resultado de todo”.

El disco Más no solo fue la consagración de su carrera, también es el que le hizo definitivamente estrella a este lado del charco. “Ese disco vendió más de seis millones y fue una revelación para todo el mundo. Corazón partío era una reivindicación muy importante. Este disco, y por eso lo celebro como lo celebro, creo que marcó un antes y un después no solo para mi carrera sin también para lo que sonaba en la radio. Una canción como Corazón partío no había sonado en la radio jamás. Me pareció que era el momento de conseguir eso, mis raíces. Es el primer disco donde muestro mi parte flamenca, mi raíz”.

Desde entonces, Alejandro Sanz empezó a ser un artista español que triunfa en América. Pero 20 años después, visto desde América es un artista latino de origen español. Vive instalado en ese vínculo, que para los músicos es natural, pero para el público de cada país no lo es tanto. “En los dos lados hay gente que no lo tiene muy claro. Aquí hay gente que no nos considera latinos. Pero nosotros tenemos mucho más que ver con un peruano, un colombiano o un mexicano que con un holandés o un belga. No solo por el idioma, sino por casi absolutamente todas nuestras preferencias. Tenemos una educación y una idiosincrasia hecha a partir de los mismos valores”.

Eso lo ha demostrado él al moverse como pez en el agua en los ritmos de la música latina. Con Shakira, con Marc Anthony, el cantante de baladas madrileño que llenó el pop de flamenco, ha demostrado que se puede hacer lo mismo con la música americana. “Es que tiene mucho que ver el flamenco con la música latinoamericana, sobre todo con la caribeña y a lo mejor con algo del folclore argentino. La obsesión por el ritmo que existe en el son cubano es la misma que existe en la bulería. Son ritmos que para mí no son ajenos. No puedo bailarlos porque la cadera, eso sí, la tengo española. Pero con el corazón y con la cabeza me siento muy cómodo”.

Nos encontramos en los Grammy Latinos en un momento en que la música en español parece estar por todas partes. “El músculo es impresionante. Está saliendo mucha música latina y muy variada. La gente solo habla de reguetón, pero detrás de eso hay una industria que se está moviendo y la mayor parte no es reguetón. Te diría que dos tercios de lo que se mueve, no son del reguetón. Es interesante que ocurra. El Despacito ha llegado a todos los rincones del mundo. Y viene de un gran artista. Luis (Fonsi) es muy bueno. El momento es impresionante. Se nota también en la cantidad de colaboraciones de anglos con latinos. Cómo se atreven a hacer colaboraciones sin muchos requisitos musicales”.

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