Dos mundos chocan en DocumentaMadrid
El filme premiado en Sundance muestra a Perú dividido sobre los recursos de la Amazonía
La tragedia del 5 de junio de 2009 en Bagua, selva norte de Perú, provocada por dos choques entre policías y manifestantes de pueblos amazónicos que dejaron 33 muertos y un policía desaparecido, es abordada por tercera vez en un documental. Heidi Brandenburg y Mathew Orzel dirigen When two worlds collide (Cuando dos mundos chocan) que logró, a fines de enero, el premio especial del jurado para mejor debut documental en Sundance. Este fin de semana se proyecta en DocumentaMadrid. El primero de mayo llegará a HotDocs, en Toronto.
Los directores y la productora, Taira Akbar, se conocieron como estudiantes en la Universidad de Newport Wales en Gran Bretaña. Formaron una productora llamada Yachaywasi (casa del saber, en quechua). En 2007 empezaron a investigar sobre las consecuencias del Tratado de Libre Comercio entre Perú y Estados Unidos, sobre los pueblos indígenas de la Amazonía y sus territorios. Conocieron a quien era entonces el presidente de la principal organización que agrupa a la población de la selva, Alberto Pizango.
Con Pizango establecieron un vínculo de confianza que les permitió filmarlo junto a su familia a lo largo de la crisis socio-política desatada cuando el Gobierno de Alan García aprobó decretos legislativos inconstitucionales que no fueron consultados con los indígenas de acuerdo al Convenio 169 de la OIT. Las organizaciones convocaron a un paro para exigir la derogatoria de las normas que atentaban contra la propiedad colectiva de la tierra y facilitaban la inversión privada en los bosques y el agua.
El filme reconstruye con claridad y con material de archivo la secuencia de decisiones y errores gubernamentales que llevaron a los ciudadanos de la Amazonía a movilizaciones en las principales ciudades y a la toma de una carretera en la provincia de Bagua, en el departamento de Amazonas.
La cinta describe el vínculo de Pizango con la selva, nadando y navegando en los ríos. “Decía mi padre: la tierra te han prestado, cuando te prestan una cosa hay que cuidarla y entregarlo a las otras generaciones en mejores condiciones. No avasallar sino respetar la naturaleza: nuestro territorio es sagrado, sin territorios no podemos vivir”, comenta en el filme Pizango.
Brandenburg y Orzel estuvieron a cargo de la cámara y han logrado una cinematografía limpia y detallada de la naturaleza en la selva. También presentan imágenes exclusivas y crudas de las movilizaciones y detenciones de civiles. Un tercer eje de la narración después de la reconstrucción del día trágico de las muertes de 10 nativos y 23 policías es el sufrimiento y la búsqueda de la verdad por parte de los familiares de los uniformados.
El documental, de una hora y 43 minutos, abarca ocho años de acontecimientos e incluye el desarrollo del juicio, desde mayo de 2014, contra Pizango y otros 52 ciudadanos, indígenas amazónicos en su gran mayoría, algunos sin dominio del español.
La directora refirió a EL PAÍS que tardaron en terminar el filme porque “hacer un documental independiente con fondos de organizaciones no gubernamentales toma mas tiempo, pero también porque la historia continúa”. Los principales patrocinadores fueron la Ford Foundation y los institutos Sundance y Tribeca.
Brandenburg, nacida en Perú, pero criada en Paraguay y Alemania, anunció que tras la presentación en DocumentaMadrid, la producción será exhibida en mayo en HotDocs en Toronto, y en la gira de Documentales Ambulante de México. Los peruanos tendrán que esperar hasta agosto para verla durante el Festival de cine de Lima o su distribución comercial, en septiembre.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.