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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Pompeya en Toronto

Juan Antonio Bayona explica la oportunidad perdida para atraer rodajes internacionales

Juan Antonio Bayona, durante el rodaje en Tailandia de 'Lo imposible', que también filmó en los estudios de la Ciudad de la Luz en Alicante.
Juan Antonio Bayona, durante el rodaje en Tailandia de 'Lo imposible', que también filmó en los estudios de la Ciudad de la Luz en Alicante.

Hace cuatro años nos encontrábamos en los Estudios de Ciudad de la Luz rodando Lo imposible cuando un grupo de productores alemanes nos pidieron permiso para visitar el rodaje. Estaban valorando filmar en tierras de Alicante Pompeya, una gran superproducción europea recientemente estrenada en nuestras salas. Las localizaciones españolas y los estudios de cine eran perfectos para sus intereses pero ellos mismos nos adelantaron que probablemente acabarían rodando en Toronto. Y así fue. Lo crean o no, apenas tres o cuatro planos de paisajes fueron rodados en tierras romanas. Que Canadá albergara el 100% de un rodaje de naturaleza tan mediterránea se debe básicamente a una explicación: la deducción fiscal.

¿Qué es la deducción fiscal? Es un tratamiento fiscal favorable para atraer la inversión. En el caso del cine lleva décadas empleándose con éxito para atraer producciones grandes o pequeñas que generan cientos de puestos de trabajo y riqueza en aquellos lugares donde se rueda.

‘Spider-man 2’ dejó en Nueva York más de 150 millones de dólares

Les voy a citar un ejemplo para que me entiendan. La ciudad de Nueva York, mediante un incentivo fiscal del 30%, devolvió a los productores de The amazing Spider-man 2 alrededor de 42 millones de dólares, una cantidad razonable si tenemos en cuenta que la inversión de la película en la ciudad llegó a superar los 150. Entre otros gastos, la producción alquiló 300.000 metros cuadrados de espacios, reservó más de 22.500 noches de hotel y 44 millones se fueron directamente a sueldos para los ciudadanos de Nueva York. A ello súmenle el enorme escaparate turístico que supone para una ciudad una película como esta.

El anunciado porcentaje de exenciones nos deja a la cola de Europa

No les quede duda que España ha estado planteada como destino en muchísimas de las grandes producciones cinematográficas de los últimos años. Tenemos el mejor plató natural imaginable. Nuestro país reúne a poca distancia una increíble variedad de paisajes, poseemos un magnífico patrimonio arquitectónico y disponemos de equipos de rodaje técnicos y artísticos del más alto nivel. Pero que tampoco les quede duda de que los productores pasaban de largo al comprobar los escasos incentivos que encontraban. Apenas un 18% de deducción fiscal y un disuasorio escenario de inseguridad jurídica. Para que me entiendan, nadie comprendía muy bien cómo funcionaba.

Los productores españoles y extranjeros llevaban más de un año expectantes ante lo que prometía ser una gran reforma fiscal que iba a situar a España como uno de los principales escenarios de cine en el mundo. Concretamente para el cine español, en situación crítica desde hace años, esta medida era indispensable para su supervivencia y suponía la esperanza de producir cine con ambición industrial. Sin embargo, el nuevo anteproyecto de ley fiscal establece una deducción que se mantiene en el 18%. Únicamente para el primer millón deducido sube hasta el 20%, diez puntos por debajo de lo esperado. Una cantidad que nos deja como estábamos, a la cola de otros países de la Unión Europea, por detrás de Bulgaria, Rumanía, Irlanda, Malta o Reino Unido.

Para más inri, y con la inequívoca intención de dejar fuera de España los rodajes de los estudios de Hollywood, la norma limita la cantidad deducible sobre la que pueden beneficiarse los productores a tres millones de euros. Como español resulta muy frustrante ver cómo todos estos grandes rodajes pasarán de largo porque no seamos capaces de ver lo evidente. Porque que nos quede clara una cosa: si que para que se gasten 100 millones de dólares tenemos que devolver 30 ¿qué consideran ustedes que son esos 30, un gasto o una inversión?

El cine español no está pidiendo más dinero, sino que se facilite la inversión

Ya lo dije en una ocasión: nuestro cine necesita de películas grandes, medianas y pequeñas. Nuestros técnicos, nuestros proveedores y nuestras casas de posproducción precisan de un cine ambicioso para mejorar su competitividad, que finalmente también es la de toda la profesión. Somos todos parte de un mismo equipo. Fíjense en el ejemplo británico, capaces de compatibilizar el rodaje de blockbusters de Hollywood (en Londres se rodarán todas las nuevas películas de Star wars) con un saludable cine local independiente y grandes producciones de origen genuinamente británico como las sagas de Harry Potter o James Bond.

Me resultará difícil traer a España el rodaje de ‘Guerra Mundial Z 2’

El cine español no está pidiendo más dinero, reclama que se facilite la inversión. Pero no nos engañemos, la nueva ley de deducciones fiscales es una muestra de nuestra incapacidad para atraer la inversión y competir en un mercado global. De ser aprobada tal y como está, supone un freno a nuestro desarrollo industrial y una invitación a la fuga de talentos. Nos encierra en nosotros mismos y empuja a las grandes producciones españolas a rodarse en tierras extranjeras. Citando sólo un par de ejemplos, ¿hay algo más español que Zipi y Zape o Alatriste? Ambas producciones de cine y televisión acaban de ser rodadas recientemente en Europa del Este.

Por mi parte me va a resultar muy difícil, sino imposible, traer el rodaje de la segunda parte de Guerra Mundial Z a España. Me hubiese encantado rodar parte de ella en mi país. Son millones de euros y cientos de puestos de trabajo que pasarán de largo. No les quede ninguna duda de que la película se rodará y de que, llegado el caso, si los productores necesitan construir la Giralda de Sevilla en el centro de Bogotá, no dudarán en hacerlo.

Babelia

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