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Cristóbal Montoro carga contra el cine español

El ministro de Hacienda achaca la crisis del sector a la calidad de las películas y dice que el IVA y los recortes no son la causa El secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, replicó más tarde sus palabras

Gregorio Belinchón
Telón medio cerrado en el último día de proyecciones en el barcelonés cine Urgell, el pasado mes de mayo.
Telón medio cerrado en el último día de proyecciones en el barcelonés cine Urgell, el pasado mes de mayo.Gianluca Battista

Las valoraciones que sobre el pasado reciente y el presente del cine español realizó ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, suponen no solo una inexactitud palmaria en lo referente a los datos, sino también un paso más en lo que ya puede considerarse una batalla entre el ejecutivo de Rajoy y el cine español.

En declaraciones a la SER, Montoro achacó la crisis del cine a “la calidad de las películas”, no al IVA o los recortes. Y cuando le preguntaron por el recorte del 12,4% del Fondo de Garantía Cinematográfica, del que salen las ayudas para la producción de cine, el ministro achacó la crisis del sector a una pérdida de espectadores desde hace “diez años”.

Montoro es ministro de Hacienda, pero ayer las matemáticas refutaron sus argumentos. Según los datos que facilita el Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA), dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, es decir, del Gobierno, el cine español ha crecido en estos últimos diez años en taquilla. En 2002 generó 85,4 millones, pagados por 19 millones de espectadores, y en 2012, recaudó 119,9 millones, pagados por 18,2 millones asistentes a las salas. Es más, para que no queden dudas, el repaso a los últimos años: en 2008, el cine español ganó 81,6 millones de euros en taquilla; 104,3 millones en 2009; 80,2 millones en 2010 y 99,1 millones en 2011. Que traducido a espectadores significó 14,3 millones en 2008; 17,4 millones en 2009; 12,9 millones en 2010 y 15,5 millones en 2011.

Arranca PLATEA

“Queremos reactivar la programación de los teatros municipales mediante la contratación conjunta de compañías de artes escénicas por el INAEM y las entidades locales”. Así presentó ayer por la tarde Miguel Ángel Recio, director general del INAEM, el programa PLATEA, que en su primera edición estará dotado con seis millones de euros. “No es una subvención”, explicó Recio, sino que ese dinero servirá para asumir la diferencia entre el ingreso por taquilla de cada espectáculo y el caché presupuestado por la compañía. Cada Ayuntamiento (se calcula que podrían ser 300) propone un espacio de su localidad, y el Ministerio les ofrece un catálogo de obras —ya realizado por una comisión— para que escojan. Ese espacio escénico programará de cuatro a 15 funciones de teatro, circo o danza (solo un bolo por obra) de compañías pertenecientes a Comunidades Autónomas distintas a la de la localidad. El reparto de taquilla será del 80% para la compañía, el 15% para la entidad local y el 5% para el INAEM, que impone precios mínimos de entradas. “La caída de público del teatro tiene mucho que ver con que los Ayuntamientos han dejado de programar”.

El mismo día en que el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, tenía que explicar en el Congreso los recortes presupuestarios del 12,4% al cine, y los responsables del Instituto Nacional de Artes Escénicas y Musicales (INAEM) habían de exponer el programa estatal PLATEA de apoyo al mundo del teatro, Montoro vino a deshacer ya por la mañana cualquier posibilidad de serenidad en este tema.

El titular de Hacienda —el mismo que ya acusó sin dar nombres a importantes actores españoles de no pagar sus impuestos— aseguró que la responsabilidad del mal estado de la industria del cine tenía que ver más “con la calidad de las películas” que con los recortes o con la subida del IVA cultural. El propio Lassalle le replicaría más tarde: “Afortunadamente, la calidad del cine español no tiene nada que ver con lo que el señor Montoro o yo pensemos de él”. La contradicción en el seno del Gobierno en materia cultrural estaba, de nuevo, servida.

Cuando José María Lassalle saltó a la arena del Congreso para explicar las cuentas de la Cultura, ya no había manera de calmar el revuelo causado por Montoro. Y aunque se agarrara a la expresión “lo peor ha pasado” para alegrar a la gente del cine y de las artes en general, también se le escapó un lamento: “Estoy gestionando el peor de los mundos posibles”.

Para Lassalle, “sin la cultura este país sufre una disminución de valor. Hemos mantenido la actividad, hemos sufrido lo peor y no hemos colapsado”. Fue el cierre a una intervención en donde el cine apareció en diversas ocasiones. Por ejemplo, cuando el Secretario de Estado metió el miedo en el cuerpo a los productores de cine explicando que el dinero que deben recibir de las ayudas de amortización recogidas en la Ley del Cine llegará… cuando los presupuestos así lo permitan: “No hay deuda, sino obligaciones que se irán pagando según disponibilidad del presupuesto, porque están subordinadas a la partida de presupuesto”.

Era la respuesta a una intervención del portavoz de Cultura del PSOE en el Congreso, José Andrés Torres Mora, que le había echado en cara la actual situación de la política cinematográfica del Gobierno: “Ha habido una caída en tres años del 58% del presupuesto del ICAA. Cristóbal Montoro está ejecutando su venganza al cine con la pasividad de los responsables de Cultura. Cristóbal Montoro actúa de forma ideológica con la cultura en general y el cine en particular. La gente de la cultura merecen un ministro de Cultura mejor que Montoro, un destructor”.

Estoy gestionando el peor de los mundos posibles", dijo el secretario de Estado de Cultura

Lassalle replicó: “El cine se financiará con un modelo mixto de ayudas directas más estímulos fiscales. Es cierto que se está ralentizando más de lo esperado”. A cambio Lassalle sacó pecho por la inclusión con carácter indefinido del 18% de incentivo fiscal. “Pronto tendremos un nuevo paquete de medidas de estímulo fiscal. Y quiero remarcar que en comparación con la caída del presupuesto de Cultura del año pasado, un 27% general, el ICAA fue de las direcciones generales que menos recorte sufrieron, un 19%. Este año cae un 8,87%, al mismo nivel que la Dirección de Bellas Artes”.

El ICAA baja, pero el presupuesto del INAEM, el Instituto de las Artes Escénicas y de la Música, sube y llega a los 146,1 millones de euros (36,5 millones más). A esos datos Lassalle llegó a través del otro gran lastre, el ivazo del 21%. “Ese IVA del 21% lo soporta el 40% del sector cultural de nuestro país. Se ha cebado en teatro, música y danza, y por eso hemos incrementado esas partidas —porque también han sufrido el colapso de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas—. Pero el 60% restante es el libro, y disfruta de un IVA superreducido del 4% y del precio fijo. La crisis ha reducido un 10% sus ingresos. En el cine, un 15%. Algunos dirían que es por la piratería. Yo pienso más en la crisis general”.

El 18% de desgravación fiscal para los inversores en cine es una cantidad muy alejada del 40% soñado por los productores… y también de lo fijado en las artes escénicas: las donaciones al teatro, circo o danza reciben el 30% de desgravación en el IRPF y el 40% en el Impuesto de Sociedades, porque este año se han aumentado un 5% ambos porcentajes. Para rematar, se anunció que el programa PLATEA, destinado a reactivar la programación de espectáculos de artes escénicas en teatros municipales, estará dotado en su primera edición con seis millones de euros.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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