El caracol manzana llega a los arrozales del Empordà
La Generalitat cree que la aparición del molusco es intencionada y lo denuncia a la Fiscalía
Tres temporeros del Baix Empordà (Girona) han detectado una decena de puestas de huevos de caracol manzana en una parcela de Palau-sator. Estos moluscos son de una especie muy invasiva y nociva que ya lleva seis años atacando las plantaciones del delta del Ebro. El Departamento de Agricultura de la Generalitat cree que la suelta de ejemplares es intencionada y ha denunciado este viernes los hechos ante los Mossos d'Esquadra y la Fiscalía
Los arroceros de las más de 900 hectáreas de plantaciones del Baix Empordà están en alarma. El caracol manzana, que ya trae de cabeza a las autoridades y productores del delta del Ebro desde hace seis años, ha llegado hasta los campos de la comarca gerundense. Hasta ahora, en Europa solo se habían visto en Tarragona. Pero el pasado miércoles, tres temporeros encontraron diez puestas de huevos y tres caracoles ya adultos mientras hacían tareas de limpieza en una parcela de Palau-sator.
Varios técnicos del Departamento de Agrcultura han estado este viernes rastreando el terreno para ver si encontraban más, pero de momento no han hallado ningún otro. Los arroceros y los técnicos han iniciado una investigación y sus conclusiones apuntan a que el caracol manzana no ha podido llegar hasta allí por sí mismo.
En primer lugar, no hay ninguna conexión natural entre el delta del Ebro y este nuevo foco. Otro motivo es que la parcela donde se han encontrado está aislada y solo se puede acceder a ella a pie. Además, las características de los ejemplares, de 4 y 5 años, les lleva a pensar que se han introducido allí de forma voluntaria. Hay doce kilómetros de riego entubados con 1.500 bocas antes de llegar el lugar donde se encontraron, por lo que tampoco han podido llegar allí por los sistemas de riego.
El Departamento de Agricultura de la la Generalitat ha denuciado los hechos ante los Mossos d'Esquadra y la Fiscalía. El Gobierno catalán ha explicado en un comunicado que ya está empezando a tomar medidas para evitar que se convierta en una nuevo problema, después de que ya le haya costado más de tres millones de euros intentar acabar con el caracol en el delta del Ebro. Los arroceros del Empordà creen que, de momento, es un caso aislado y se podrá controlar sin problemas.
Una de las primeras actuaciones para eliminarlos será secar el terreno
Una de las primeras actuaciones será secar el terreno y poner redes en los canales de desagüe para evitar que los caracoles se puedan ir a las parcelas colindantes. Esto, en principio, sería suficiente, ya que esta especie de moluscos es acuática y por lo tanto necesita vivir en zonas muy húmedas.
Por parte de Agricultura, la parcela será acotada y declarada oficialmente infectada. Otro paso a seguir será establecer un protocolo de higiene en las máquinas agrícolas para evitar que puedan propagar los moluscos por diferentes terrenos. Estas medidas están entre las directrices que la Comisión Europea estableció en 2012 para evitar la propagación del caracol manzana en el continente.
El director general de Agricultura, Alfons Vilarrasa, visitará la zona el lunes para reunirse con los productores de arroz. La Generalitat prevé también crear una comisión de seguimiento para consensuar las medidas con los agricultores.
Una especie que resiste todo
El caracol manzana es un animal muy nocivo procedente Sudamérica y está considerado una de las 100 especies invasoras más perjudiciales del mundo. El principal problema es que se come los brotes de arroz. El miedo de los productores, como las cosechas, es cíclico. El molusco dormita bajo la tierra durante el invierno, pero se despierta con la llegada de la primavera, justo cuando los agricultores siembran el cereal. En una noche tres caracoles manzana pueden comerse toda una parcela y el animal, presente en numerosos acuarios caseros, se descontrola en el exterior. Puede llegar a medir 10 centímetros, tiene un apetito voraz, repta por el agua a contracorriente y se reproduce a gran velocidad.
En el Ebro ha llegado a colonizar más de 2.200 hectáreas y ha provocado grandes pérdidas a los agricultores. El Gobierno catalán calcula que allí ya viven más de cinco millones de ejemplares. Todo empezó presuntamente por un descuido en las inmediaciones de la Ermita, en L'Aldea, donde, junto a numerosos campos de arroz, se hallan las instalaciones de Promotora Bama, una empresa dedicada al comercio de especies exóticas. El fiscal denunció a la empresa en 2011 pero dos años más tardes el Juzgado de Instrucción 5 de Tortosa dictó el sobreseimiento definitivo de la causa por prescripción. La Confederación hisdrográfica del Ebro detectó el pasado junio que los pescadores contribuyen a expandir la plaga por el río porque usan el molusco como cebo.
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