Una plaga de caracoles ataca los arrozales del Ebro
Mejillones, mosquitos, truchas, cangrejos y otras especies foráneas depredan ríos y embalses
Los regantes del delta del Ebro cortaron ayer el suministro de agua en los canales de riego de los arrozales. No todos, sólo los que comunican directamente con el río. El motivo es claro: la invasión del caracol manzana, oriundo de América Latina y que, según los campesinos, está afectando al 30% de los cultivos de arroz. El gasterópodo pone sus huevos en la planta y la devora. El caracol manzana es una más de las especies foráneas que se han afincado en Cataluña, la mayoría de ellas consecuencia de la acción humana. Otras especies que están colonizando el territorio son el mosquito tigre, el mejillón cebra, el cangrejo americano y el siluro.
Al delta del Ebro sólo le faltaban los caracoles manzana, plaga de una especie exótica detectada el pasado junio. Por entonces los técnicos de la Generalitat ya advertían de que el exceso de flora y fauna invasora hacía irreversible el cambio del hábitat del Ebro. Luego llegó la invasión del caracol.
El mosquito tigre se ha expandido a hasta 30 kilómetros de la ribera del Ebro
La alarma se añade a la que generó en su día el mosquito tigre o especies de peces como la gambusia. La Generalitat prometió esfuerzos para contenerlas pero todas campan a sus anchas por el delta. La gambusia parecía un chollo. El Gobierno central importó este pez desde Estados Unidos en la década de 1920 para controlar el paludismo. Se adaptó tan bien que ha originado la casi extinción del fartet y el samaruc, especies locales que ya llevaban siglos devorando larvas de mosquitos.
Lo mismo ocurrió con el pez dojo, procedente de Asia. Su presencia agrava la competencia en hábitat y alimentos con especies propias como el pez fraile y la colmilleja. Los expertos apuntan a que procede de las instalaciones de mantenimiento de centros de acuarios. De allí también surgió la seudorasbora, pez agresivo de origen asiático que además transmite un parásito que ataca a las especies nativas. El alburno, originario del norte de Europa, se introdujo para la pesca deportiva en la década de 1990 sin tener en cuenta su alta capacidad reproductora. Asentado en el Ebro, consume gran cantidad de zooplancton y favorece la proliferación de algas.
La especie ha influido en el crecimiento de la única planta autóctona al alza en el Ebro: los macrófitos, un vegetal que ya recubre cerca del 50% del lecho fluvial. Su aumento ha sido tan radical que el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA, en sus siglas en catalán) lo considera ahora una especie invasora porque su abundancia juega en contra de otras especies. Supone, además, un formidable criadero para el mosquito tigre, detectado por primera vez en 2004. Procedente de Asia, fue introducido presuntamente a través de partidas de neumáticos usados. Tras un lustro de anuncios de programas para su erradicación, hoy se ha expandido al menos 30 kilómetros más allá de las orillas del Ebro. Y es que el principal peligro para el medio ambiente y el equilibrio ecológico llega de fuera.En las comarcas de Lleida subsisten varias especies invasoras en zonas fluviales, principalmente en embalses y ríos, donde han conseguido adaptarse y mostrar su voracidad. En el pequeño embalse de La Torrassa, en La Guingueta d'Àneu (Pallars Sobirà), se han detectado más de 30 especies reintroducidas, algunas de origen tropical. Las que más preocupan a la Administración son, por este orden, el mejillón cebra, el cangrejo rojo americano, la trucha americana, el visón americano y peces introducidos con fines deportivos como el siluro, el black-bass y el lucioperca.
El mejillón cebra, de aparición reciente y propagación meteórica, es originario de los mares Negro y Caspio. Sus larvas se detectaron en julio de 2001 en el tramo bajo del Ebro, en el meandro de Flix y en el pantano de Riba-roja. En 2004 se confirmó la presencia de ejemplares adultos en el pantano de Mequinenza y ya se ha extendido a las aguas del pantano de Talarn, y a los de Rialb y Sant Llorenç de Montgai y Utxesa. Viaja adherido al casco de las embarcaciones, por lo que se ha tenido que prohibir o limitar la navegación en la mayoría de los pantanos para frenar su propagación.
El cangrejo rojo
El cangrejo rojo americano es una de las mayores plagas. Originario del noroeste de México y sur de Estados Unidos, se introdujo en 1974 para repoblación y ha conseguido extinguir la especie autóctona. Se halla a lo largo de las riberas, en las que desarrolla su labor de zapa, horadando el terreno y variando la orografía natural de las orillas. Es un problema para los cultivos de arroz.
La trucha americana ya se encuentra prácticamente en todos los ríos y pantanos de Cataluña, incluidos los del Pirineo, donde está a punto de aniquilar las poblaciones de trucha autóctona. A principios de 2008, los agentes rurales del Departamento de Medio Ambiente detectaron de forma fortuita la presencia del pez conocido como brema blanca en los pantanos de Talarn y Terradets, en la cuenca del Noguera Pallaressa. Se trata de una especie invasora procedente de Europa central, supuestamente introducida por pescadores.
La mayoría de las especies invasoras han sido introducidas con el beneplácito de la Administración, como denuncia la entidad ecologista Ipcena. Su portavoz, Joan Vázquez, afirma que la Generalitat ha actuado con desidia, ya que aún permite la reintroducción de peces como la trucha americana.
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