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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿En verdad hay corrupción?

No sé por qué en este país las cosas se agolpan como la sangre cuando te enamoras o te cabreas, que viene a ser una sensación parecida aunque distinta al mismo tiempo. Bueno, cosas del amor... Yo creo que hay una mano blanca, un guante blanco, que reune los conflictos y los resuelve de aquella manera, todos a la vez, así como en la confusión absoluta. Nada más viejo en la política de comunicación o propaganda de cualquier gobierno que amontonar los problemas o las decisiones (si son incómodas) para que no sepamos a que atenernos. Vamos, como si pusiéramos a Belén Esteban de portavoz del Gobierno para explicar los intríngulis del déficit público. ¡¡¡Vale!!!

Quizás por eso, quizás por casualidad (una vela a Dios y otra al diablo), resulta que Ruiz Gallardón, el progresista de derechas, el que tenía un aire a Groucho, es capaz de amontonar su contrarreforma del aborto con el indulto a dos exaltos cargos del pujolismo condenados por corrupción. En el fondo no eran malos chicos... Y resulta que en apenas unas horas la Diputación de Bizkaia denuncia al socialista Melchor Gil, yerno de Patxi López, por delito fiscal, tratándole de distinta manera que al nacionalista Juan Ramón Ibarra, y que la fiscalía rebaja la pena a dos imputados en el caso Anesvad (una ONG, por si alguien no se acuerda) argumentando que han devuelto el dinero sustraído. A ver, a ver. ¿Es esto Sálvame Deluxe? ¿Hablamos de la Pantoja o Julián Muñoz? ¿Hay una serie en ciernes sobre la corrupción en la ría? ¿Hay un intento de embarullar las cosas para que dentro de la albóndiga no distingamos la carne de pescuezo con el sobrante del filete de anteayer?

Suelo discutir a menudo con mi mujer sobre el por qué no se rescata el dinero que se roba cuando se detiene al ladrón, especialmente de guante blanco. El exilio económico, le digo con indisimulada impostura. ¡Y una mierda!, me contesta, con razón intachable. Lo de los exaltos cargos catalanes lo entiendo porque los favores parlamentarios se pagan y total entre un apoyo a la reforma laboral y un pequeño lío de un par de días, ¡dónde va a parar! Si además Gallardón ya ha anunciado que cuando Rajoy se vaya él se irá también, que total ya ha sido ministro, la ambición de su vida. Lo de la Diputación vizcaína es lo menos que se puede esperar cuando las instituciones en vez de remar juntas, cruzan los remos para ver si hunden a la calle del al lado. Es decir, cuando son instrumentos propios, no de todos. Lo de Anesvad se me hace más extraño, no peor. A ver: ¿que devuelvan el dinero exime del daño causado? Es decir: ¿si yo robo y no me pillan, disfruto del botín, y si me pillan, lo devuelvo y me libro de la cárcel? Seis meses no tienen cárcel y hasta lucen, últimamente, en el currículum como ejemplo de un emprendedor. Vaya mierda.

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