Un brote de salmonella en hamburguesas de pollo afecta ya a 14 ancianos de dos residencias de mayores de Madrid
La partida se ha distribuido también en Irlanda, Malta y Portugal. Ni el Ministerio de Consumo ni la Comunidad de Madrid desvelan el nombre de las empresas implicadas
El Sistema de alerta rápida para alimentos y piensos de la Unión Europea (RASFF, por sus siglas en inglés) ha lanzado una alarma sobre un brote de salmonelosis humana asociada con el consumo de hamburguesas de pollo fabricadas en España, adelantada por este periódico y confirmada por la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Consumo. El brote afecta ya a dos residencias de mayores de la región, según indica un portavoz de la Consejería de Sanidad. Se han detectado 14 casos, siete en cada centro. Ni la Consejería de Sanidad madrileña ni la de Políticas Sociales saben precisar si se trata instalaciones públicas, privadas o concertadas, ni tampoco el estado en que se encuentran los enfermos. Los productos se han distribuido además en Irlanda, Malta y Portugal, si bien no han llegado a los consumidores en aquellos países. Ninguna de las tres administraciones consultadas desvela cuáles son las dos empresas implicadas en la contaminación alimentaria.
La salmonelosis es una infección causada por la bacteria salmonella que ataca al aparato digestivo. La enfermedad cursa de forma leve en la mayoría de los casos, con síntomas como náuseas, vómitos, diarrea y fiebre moderada. En cambio, puede ser más grave para bebés, personas con un sistema inmune deprimido o en aquellos que son muy mayores. Si la salmonelosis ataca a estos últimos colectivos, pueden padecer sangre en las heces, complicaciones muy graves por deshidratación o incluso meningitis. Por este motivo, un brote en una residencia de ancianos puede causar problemas importantes. Sin embargo, no hay por ahora datos sobre el estado de salud de los afectados.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), dependiente de Consumo, señala que la notificación de la alerta la realizó la Comunidad de Madrid el pasado 7 de diciembre. La administración regional recabó la información sobre los productos afectados, que solo se habían comercializado en el canal mayorista a través de dos empresas, cuyo nombre no desvelan. Las autoridades sanitarias madrileñas encontraron presencia de salmonella en hamburguesas de pollo tras la toma de muestras de varios alimentos que habían formado parte de la dieta que consumieron los residentes de un centro.
Según la información disponible, esta materia prima ha sido distribuida a través de canal mayorista en paquetes de 6,8 kilos que se utilizan para otras elaboraciones. “Tanto la empresa fabricante como la empresa distribuidora están retirando los productos de la comercialización y avisando a sus clientes —empresas a las que han vendido esas materias primas— para que se proceda a la retirada”, apunta una portavoz del Ministerio de Consumo. “Existe constancia de esta retirada a través de la red de alerta, que está siendo supervisada por el control oficial. Continúan las actuaciones de las empresas y las autoridades competentes de todas las comunidades autónomas en las que ha existido distribución”, añade. La Comunidad de Madrid está investigando a ambas empresas, de las que se niega a facilitar el nombre.
El organismo europeo ha calificado este brote como “grave”, lo que se considera el mayor nivel de alerta. La Comunidad de Madrid y el resto de comunidades en las que se ha distribuido el producto, que son las autoridades a las que corresponde el control de la retirada, siguen pendientes del caso y continúan con las investigaciones por si hubiese algún nuevo caso.
Contaminación por varios motivos
José Juan Rodríguez, catedrático de Nutrición y Bromatología en la Universidad Autónoma de Barcelona, explica que “la salmonella es una bacteria relacionada con contaminaciones fecales que se ha adaptado a animales y humanos”, por lo que puede aparecer por varios motivos. “Puede deberse a que una persona manipuló mal el producto, por ejemplo por falta de higiene tras ir al baño, o bien puede haber una contaminación durante el proceso de elaboración de la carne, porque al pollo hay que sacarle las vísceras y si durante ese proceso se rompe el intestino la carne puede resultar contaminada”.
Rodríguez, que también es miembro de la Sociedad Española de Seguridad y Calidad Alimentaria (Sesal), señala que en la actualidad las aves en Europa se vacunan contra salmonella, por lo que la presencia de este patógeno, que hace 15 años era muy común, se ha reducido mucho en este sector. “La industria alimentaria tiene varios controles contra este micoorganismo, se vacuna a las aves, los piensos tienen tratamiento térmico —el calor lo destruye—, y hay análisis específicos en cada granja para controlar que los pollitos tampoco tengan salmonella, de forma que cuando llega al matadero lo normal es que más del 90% lo hagan sin ella”, continúa. “Y en la planta de procesamiento de carne se vuelven a realizar análisis y cada fabricante hace sus propios controles”, prosigue.
El catedrático destaca que el principal riesgo con la salmonelosis está en el consumo de alimentos crudos o poco cocinados. “Si se cocinan bien, el microorganismo desaparece. Pero en algunos casos las hamburguesas se sirven poco hechas, lo que podría aumentar el riesgo”, dice. También influye la temperatura ambiente: “Cuanto más calor, más salmonella aparece. De hecho, con el calentamiento global es probable que crezcan los casos”. El experto recuerda que en la mayoría de las ocasiones la salmonelosis cursa de forma leve, pero recomienda acudir al hospital si se tienen síntomas más graves.
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