Europa pide a España el cese de la captura de aves silvestres para el canto
Entre 2013 y 2018 se autorizó apresar 1.731.861de pájaros como el jilguero, el pinzón o el verderón
La Comisión Europea ha pedido por carta a las "autoridades centrales del Estado" aclaración sobre las acciones que tienen previstas para asegurar el cumplimiento de la directiva europea de aves en todo el territorio español que prohíbe la captura de fringílidos -pequeñas aves como el jilguero o el verderón, que se caracterizan por su canto y no son especies cinegéticas-. Europa considera que las explicaciones dadas por España al respecto no son suficientes para cerrar el procedimiento de infracción abierto por ese motivo.
La ONG ornitológica SEO/BirdLife, en lucha desde hace años contra esta práctica conocida como silvestrismo, asegura que entre 2013 y 2018 se ha autorizado en España la captura de 1.731.861 pájaros como el jilguero, el pardillo común, el serín verdecillo y el canario, el pinzón vulgar, el verderón común o el jilguero lúgano. Tradicionalmente, son pájaros que se utilizan para concursos de canto. Se trata de "especies que están en declive, por lo que se puede comprometer su supervivencia futura", añade SEO. Las más afectadas son el pardillo común, que sufre un declive del 67 % y el verdecillo con un 47%.
La mayor parte de los territorios donde se practica el silvestrismo se comprometieron a no conceder nuevas autorizaciones para apresar a estas aves pero solo durante el año 2018. Un periodo que le queda escaso a la Unión Europea, porque "se ha ceñido al año en curso". La misiva pide un informe de las comunidades y ciudades autónomas en el que se manifieste de "forma inequívoca" la permanencia de esta decisión "más allá de este ejercicio". Asturias es la única comunidad que se ha decantado ya por una prohibición permanente.
La misiva se refiere al caso concreto de la Comunidad de Madrid que "ni siquiera" ha transmitido en su informe de contestación "ningún compromiso de poner fin a las autorizaciones excepcionales de captura de fringílidos". SEO/BirdLife recuerda que se trata de una práctica innecesaria ya que existen alternativas como la cría en cautividad y que podría ser erradicada. Pero "a pesar de que la mayoría de las comunidades autónomas han manifestado su voluntad clara de finalizar con la autorización de la captura de aves fringílidas, algunas mantienen una postura tibia y faltan acciones concretas y definitivas".
"La carta es un reproche al Ministerio de Transición Ecológica que no se manifiesta claramente, y que no ha adoptado ninguna medida podría desautorizar cualquier tipo de captura", comenta David de la Bodega, miembro de SEO/BirdLife.
En julio de 2011 la Comisión Europea inició sus investigaciones para esclarecer la situación de la captura irregular de fringílidos en España por no ajustarse a la normativa europea. El Gobierno español solicitó entonces una prórroga para el cumplimiento de las obligaciones de la directiva de aves y propuso una hoja de ruta hasta 2018 para capturar cerca de dos millones de fringílidos y garantizar la cría en cautividad de aves cantoras, que incluían la reducción paulatina del número de capturas.
La Comisión aceptó este acuerdo, pero detectó que estaban existiendo irregularidades en su aplicación, por lo que en 2017 envió una carta al Gobierno e inició un procedimiento de infracción. Un año después, llegó el segundo aviso en forma de dictamen motivado en el que se daba un plazo de dos meses a las administraciones españolas para acabar con la situación. En concreto, la Comisión se refería a Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, La Rioja, Madrid, Murcia, la Comunidad Valenciana y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.