_
_
_
_

Un ‘gruyère’ en la fosa del Nankai

Un equipo de científicos perfora 5.023 metros en fondo marino japonés para estudiar terremotos Una de las participantes denuncia que España no paga su cuota en la organización desde 2011

El buque Chikyu tiene una torre de perforación de 70 metros de altura.
El buque Chikyu tiene una torre de perforación de 70 metros de altura.Ana Crespo-Blanc

“La zona es como un queso gruyère”. Así describe la geóloga Ana Crespo-Blanc el suelo marino en la fosa del Nankai, a unos 60 kilómetros al sureste de la costa japonesa. La científica española forma parte del equipo que batió el pasado 28 de diciembre el récord de profundidad en perforaciones del fondo oceánico: un agujero de 5.023 metros para estudiar la zona donde la placa tectónica de Filipinas se hunde por debajo de Japón.

El principal motivo de esta expedición a bordo del buque japonés Chikyu era retirar muestras de roca para estudiarlas. En 2017 los científicos aspiran a instalar aparatos de medición en el fondo de uno de los hoyos creados —y por crear— para obtener datos a tiempo real sobre las rocas, e intentar averiguar qué proceso tiene lugar justo antes de un terremoto. “Quién sabe, quizá podamos hacer alguna predicción algún día”, cuenta por correo electrónico Crespo-Blanc, catedrática de Geodinámica de la Universidad de Granada, desde Kioto (Japón).

Esta falla no es la que originó el terremoto de Fukushima de 2011, provocado por la placa pacífica, distinta de la filipina. Nankai fue seleccionada hace al menos 10 años para este proyecto por ser una zona habitual de seísmos. “Desde hace 1.300 años hay un terremoto desolador cada 90 a 120 años. Los dos últimos fueron en 1944 y 1946”, explica la científica. “De hecho, se esperaba que el grande fuera por esta región, y no la de Fukushima”, que está a más de 800 kilómetros al norte de la península más próxima a la falla del Nankai.

Tras 46 días de convivencia ininterrumpida y trabajando en turnos de 12 horas, los investigadores desembarcaron en la costa japonesa el pasado viernes. El equipo, que agrupa a 26 científicos —entre los cuales solo hay otra española, María José Jurado, del CSIC—, está organizado por la agencia International Ocean Discovery Program (IODP), en la que colaboran 26 países.

El proyecto está en su tercera fase. La organización espera alcanzar el año que viene los siete kilómetros de profundidad en el plano donde la placa filipina se hunde por debajo de la asiática. Pero la expedición peligra para las españolas. El Gobierno lleva desde 2011 sin abonar la cuota al IODP, y los científicos solo pueden colaborar si sus países pagan. Jurado y Crespo-Blanc podrían volver si el equipo lo pide basado en su aptitud, pero sería una excepción. Por lo pronto, son las únicas científicas del equipo que pagaron este viaje de su bolsillo, según la granadina.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_