Bauzá desoye la movilización contra su modelo educativo

“Este Gobierno no dará ni un paso atrás”. El vicepresidente de Baleares, Antonio Gómez, del PP, desdeñó ayer por la mañana el posible efecto sobre el Ejecutivo de José Ramón Bauzá del tsunami verde que protesta contra el trilingüismo impuesto en las islas. Y al otro lado, los sindicatos responden también con fuerza: la huelga indefinida seguirá esta semana, que ya es la tercera.

El trilingüismo de Bauzá consiste en repartir con peso similar las clases en castellano, catalán e inglés, en varios cursos de enseñanza no universitaria, en contra del modelo de inmersión parcial en catalán que defienden padres y docentes y que estaba en vigor hasta ahora. Era el llamado decreto de mínimos, con igualdad entre la lengua propia y el castellano, al 50 por ciento.

Mientras, prosigue la negociación. Anoche, tras cinco horas de reunión entre los sindicatos, los asambleístas y el Gobierno, la cosa siguió parecida. Los sindicatos, reforzados por el gran respaldo logrado, exigieron la derogación del trilingüismo. Pero el Gobierno no da en ese punto un paso atrás, el trilingüismo se ha convertido en símbolo de su autoridad política y palanca para dar un vuelco al modelo educativo y minimizar el peso de la lengua catalana, según los docentes. El PP se siente refrendado por la mayoría de las urnas y no renuncia a que se aplique la enseñanza a tres bandas, inglés, castellano y catalán, en un curso de secundaria y en tres de primaria; tampoco en el último ciclo de infantil, que queda fuera de polémica. Además, los huelguistas se mostraron combativos al exigir que se anulen las sanciones a tres directores de institutos de Mahón que objetaron al decreto de idiomas de la consejería.

Los activistas docentes también quieren derribar con su protesta el proyecto de ley de símbolos, que multará con 10.000 euros la exhibición de banderas no oficiales (la catalana) en las fachadas de las escuelas. El Gobierno ve “totalmente antidemocrático” que en los centros públicos no exista total independencia e imparcialidad.

Las posturas están enconadas, a pesar de que a ambas partes le está costando cara la contienda, a los profesores económicamente, al Gobierno, políticamente. El PP solo ve "política" tras la multitudinaria manifestación del domingo: “Tendencias políticas que defienden la inmersión lingüística y el pancatalanismo”. Lo dijo el vicepresidente Gómez, padre de la ley antisenyera. Gómez minimizó la protesta diciendo que se había nutrido "con niños y gente de otras comunidades”. El vicepresidente  exhibió el 17% de sufragios que logró el PP en 2011. La marea verde balear "no representa el sentir popular sino una opción muy personal”, dice.

La larga huelga de docentes de Baleares destaca, también, por la posición mayoritaria de los asociaciones de padres y madres de la educación pública que respaldan, en general, la protesta. “No se trata de alargar la huelga sino de dar oxígeno a los profesores que afrontan una situación apurada”, explica Vicenç Rodrigo, funcionario de 43 años, padre de dos hijos en ESO y Bachillerato en institutos públicos de Palma y presidente de la federación de padres y madres de Mallorca, que reúne a 180 asociaciones. Agrupa a personas “de todos los colores” y la mayoría opta por apoyar la protesta.

“Ojalá la huelga acabe lo antes posible, por consenso, sin imposiciones, no por agotamiento o asfixia económica de los docentes. Ha habido un enorme sacrificio de educadores, padres y alumnos”, explicó Rodrigo.

La federación de padres y madres de Mallorca “está por incorporar la enseñanza en inglés, sería absurdo decir lo contrario”, comenta Rodrigo. “Pero un trilingüismo con apoyo de la comunidad educativa y los expertos pedagogos”.