Elegir madera
Por increíble que parezca, un mayor consumo de productos a base de esta materia prima puede contribuir a conservar los bosques y luchar contra el cambio climático. Una reflexión en el Día Mundial de los Bosques
Los bosques del mundo son vastos sumideros de carbono y uno de los mayores activos que tiene la humanidad en la lucha contra el cambio climático. Es por eso que puede resultar irónico para algunos imaginar que la tala de árboles y el uso de productos a base de madera puede ayudarnos en esa misma batalla. Sin embargo, si provienen de bosques que se han gestionado de forma sostenible, su empleo puede lograr precisamente eso.
En una nueva publicación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con motivo del Día Internacional de los Bosques, se explica la manera en que el empleo de productos derivados de la madera puede ayudar a combatir el cambio climático y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En la actualidad, alrededor del 75% del consumo se basa en recursos naturales no renovables. La extracción, el procesamiento, el uso y la eliminación de los mismos generan un grave impacto en el medio ambiente, el clima y la biodiversidad. La madera, por el contrario, es un material renovable. En ese sentido, almacena carbono durante toda su vida. Por ejemplo, una mesa de cocina fabricada con esta materia prima mantiene el carbono almacenado en su interior de forma segura y aislado de la atmósfera.
Además, la utilización de productos a base de madera puede ayudar a evitar o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al empleo de otros fabricados con materiales como el hormigón, el acero, los plásticos y las fibras sintéticas. El sector de la construcción, que representa casi el 40% de las emisiones de dióxido de carbono vinculadas a la energía, es un buen ejemplo de cómo la madera puede marcar la diferencia. Los materiales derivados de la misma, como la laminada contrachapada, generan una baja huella de carbono y son lo suficientemente fuertes como para construir estructuras enormes.
La construcción de madera más alta del mundo se encuentra en Noruega y es el edificio Mjøstårnet, con más de 85 metros de altura y 18 pisos. Incluso hay evidencias de que los edificios de esta materia prima mejoran el estado de ánimo de las personas y aumentan la productividad. Por su parte, los países están tomando nota: Gabón planifica la construcción del primer edificio de madera laminada contrachapada del país, que tiene el potencial de eliminar alrededor de 1,5 millones de kilogramos de dióxido de carbono de la atmósfera, peso que equivale a 36 aviones Boeing 737-800. El mes pasado, los Países Bajos anunciaron planes para construir un barrio entero de Ámsterdam con este material.
Los bosques cubren el 31% de la superficie terrestre del planeta, lo que equivale a poco más de 4.000 millones de hectáreas, pero a nivel mundial continúan reduciéndose esos recursos forestales
Si nos cercioramos de reemplazar los materiales que se emplean en la construcción con madera, podríamos crear un futuro en el que las ciudades se volverían neutras en carbono y actuarían como segundos bosques para el almacenamiento del carbono. Los productos de esta materia prima también ofrecen soluciones en otros campos que incluyen los sectores del textil, alimentación, cosméticos, bioquímicos, bioplásticos y la medicina.
Ciertas innovaciones científicas están ampliando los límites de lo que podemos lograr con la madera y los árboles, desde el cuidado de heridas hasta la creación de vidrio de madera transparente. Pero hay un problema: la presión que se ejerce sobre todos los recursos naturales va en aumento, y crece la demanda de productos forestales en los sectores de la construcción, el envasado y la bioenergía. Los bosques cubren el 31% de la superficie terrestre del planeta, lo que equivale a poco más de 4.000 millones de hectáreas, pero a nivel mundial continúan reduciéndose esos recursos forestales, en gran parte debido a la expansión agrícola.
El inmenso patrimonio natural no es suficiente para satisfacer las crecientes necesidades de la población mundial; para hacerle frente necesitamos aumentar la superficie forestal
Este inmenso patrimonio natural no es suficiente para satisfacer las crecientes necesidades de la población mundial. Para hacerle frente, necesitamos aumentar la superficie forestal y promover un uso más eficiente y sostenible de manera urgente. Esto significa, entre otras cosas, que debemos asegurarnos de plantar más árboles a medida que cosechamos, examinar cuidadosamente la integridad del ecosistema y proteger los bosques a través de la gestión sostenible.
Debemos apoyar y desarrollar las cadenas de valor basadas en los bosques, que sean inclusivas y beneficien a las comunidades y generen empleo en los países que conservan sus bosques. Necesitamos intensificar la lucha contra la deforestación y restaurar las tierras degradadas, tal como lo exige el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas. Debemos invertir en la gestión sostenible y la restauración para mejorar el uso de la biodiversidad, y aumentar la mitigación y adaptación al cambio climático.
Todo esto implica apoyar a las instituciones y actores vinculados a los bosques en todos los niveles, desde la producción hasta el procesamiento y el consumidor, de manera que también mantengan y generen empleo, valor agregado e ingresos, lo que beneficiará a los pueblos indígenas, las mujeres y los jóvenes. Asimismo, debemos fomentar la producción y el consumo sostenible mediante el reciclaje, la reducción de residuos y el empleo de productos de madera en cascada, es decir, reutilizándolos tantas veces como sea posible antes de finalmente quemarlos para obtener energía.
Los consumidores pueden hacer su aporte eligiendo productos forestales con certificación y con un etiquetado que acredite su procedencia legal y sostenible. El próximo informe de las Naciones Unidas titulado El estado de los bosques del mundo, que se lanzará en mayo en el XV Congreso Forestal Mundial, en lo que será la reunión más grande del mundo de expertos forestales y partes interesadas en la silvicultura, se enfocará en priorizar la acción concreta en muchas de estas estrategias. Debemos apoyar la producción y el consumo sostenibles de productos forestales por el bien de las personas y el planeta.
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