El 40% de las empresas y bancos vinculados a la deforestación no toman medidas para frenarla, según un informe
La mayoría de los compromisos corporativos para lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero van camino de estrellarse, alerta la ONG Global Canopy
Los números son reveladores: un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero procede de la deforestación y la destrucción de ecosistemas naturales; básicamente, para producir soja, aceite de palma, pulpa de madera, papel y cuero en lugares como la Amazonia, Indonesia y África central. Los objetivos globales de clima, biodiversidad y desarrollo sostenible solo están a nuestro alcance si se frena la deforestación tropical y las violaciones de derechos humanos asociadas, como el acaparamiento de tierras. Sin embargo, el 40% de las 500 empresas e instituciones financieras con mayor riesgo de estar causando deforestación tropical no tienen ni una sola política para frenarla, según un análisis de la organización sin ánimo de lucro británica Global Canopy, un referente en la materia que asesora a instituciones como la Unión Europea y el Gobierno francés. Entre las entidades sin compromisos para frenar la pérdida de bosques está el mayor minorista europeo de calzado, Deichmann Group; el VW Group, propietario de marcas de automóvil como Volkswagen, Audi, Skoda y Lamborgini; y BlackRock, uno de los mayores gestores de fondos del mundo.
El informe Forest 500, publicado en febrero y que puntúa basándose en la información que las propias compañías y bancos publican en sus sitios web, analiza las 350 empresas y 150 entidades financieras más vinculadas a la deforestación en el mundo, ya sea porque producen o consumen las materias primas citadas o porque invierten y dan créditos a otras compañías. El documento hace hincapié en su novena edición en las violaciones de derechos humanos que suelen ir de la mano de la deforestación: acaparamiento de tierras, amenazas a poblaciones indígenas y locales y violencia contra líderes ambientales. “Es profundamente preocupante que el 90% de empresas sin una sola política sobre deforestación tampoco se hayan comprometido públicamente a combatir los abusos de derechos humanos asociados”, afirma el director ejecutivo de Global Canopy, Niki Mardas.
De las palabras a los hechos
Las políticas corporativas son un primer paso. Luego está su cumplimiento. Un 29% de las empresas se ha comprometido a eliminar la deforestación de todos sus productos, incluyendo el gigante de bienes de consumo Unilever. Pero solo la mitad está verificando si sus proveedores de materias primas cumplen de verdad, según la ONG.
Y luego están las promesas de lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, que se han disparado en los últimos tres años. Según el análisis, casi la totalidad (98%) de estas políticas van camino de estrellarse porque las empresas no están adoptando suficientes medidas para eliminar la deforestación de sus cadenas de suministro. Entre las compañías citadas están Ikea, Carrefour, Starbucks y Amazon.
Las grandes empresas del sector alimentario y agrícola corren el riesgo de devaluarse hasta un 26% para 2030 por la emergencia climática, según la ONU
La responsable del informe, Emma Thomson, remarca que nunca había sido tan fácil actuar gracias a la cantidad de datos, herramientas de trazabilidad de materias primas y guías como las elaboradas por la propia Global Canopy para empresas e instituciones financieras. “El mejor momento para ponerse las pilas contra la deforestación era hace 10 años o más. El segundo mejor momento es ahora”, afirma. De seguir por la misma senda, la ONU estima que las grandes empresas del sector alimentario y agrícola se devaluarán hasta un 26% para 2030, acarreando pérdidas permanentes de la magnitud de la crisis financiera global de 2008.
Las instituciones financieras, a la cola
Las empresas de todos los sectores van rezagadas, pero el sector de las finanzas va por detrás. Un 61% de las entidades financieras no tiene ninguna política contra la deforestación. Ello incluye a los tres mayores gestores de activos del mundo: Vanguard, State Street y BlackRock, que tiene a grandes bancos y multinacionales españolas en su cartera de inversiones. El año pasado, las instituciones estudiadas inyectaron 423.000 millones de euros a empresas del Forest 500 que no tienen ni un solo compromiso contra la deforestación.
Según el informe, solo un 11% de las instituciones financieras cuentan con políticas contra la deforestación relacionada con la soja, el aceite de palma, la pulpa de madera o el papel y cuero. Pero es que, además, no todas ellas comprueban si las empresas en las que invierten las cumplen.
Una nueva ley europea prohibirá a las empresas importar materias primas vinculadas a tala de bosques, pero dejará vía libre al sector financiero
La nueva ley europea contra la deforestación prohibirá a las empresas importar materias primas vinculadas a tala de bosques, pero dejará vía libre a bancos, gestores de activos y fondos de pensiones. La responsable del informe, Emma Thomson, opina que la Unión Europea debería incluir a las entidades financieras en dicha legislación, pero para evitar los peores efectos del cambio climático estas tienen que ponerse en marcha ya, sin esperar a verse obligadas. “Con las políticas de inversión adecuadas, las grandes instituciones financieras pueden transformar cadenas de suministro enteras; un cambio indispensable para que el mundo logre los objetivos climáticos, de biodiversidad y desarrollo sostenible en los próximos siete años”.
Situación en España
España es el tercer país de la UE con más deforestación importada —o sea, que más contribuye a la deforestación fuera de las fronteras del mercado común—. El informe analiza dos empresas (Grupo Inditex, Ebro Foods) y dos instituciones financieras (Banco Santander, BBVA) con sede en España, e indica que los bancos están entre el 11% de las entidades financieras que han adquirido compromisos respecto de la soja, el aceite de palma, la pulpa de madera o el papel y cuero. No obstante, el informe sugiere que queda mucho camino por recorrer.
Banco Santander obtiene una puntuación del 18% y BBVA del 25% (a mayor porcentaje, mejor nota). La primera entidad, que figura en el informe desde 2014 , ha mejorado sus indicadores respecto al año anterior. Sin embargo, la responsable de Forest 500 constata que sigue sin informar sobre las tasas de cumplimiento de sus compromisos para los cuatro productos con alto riesgo de deforestación. El informe de 2021 ya alertaba sobre esa misma cuestión. Según el documento, HSBC, Santander, Deutsche Bank y BNP Paribas tenían políticas sobre deforestación para por lo menos algún producto de alto riesgo en sus carteras, pero también eran los que más dinero aportaban a empresas Forest 500 sin ningún compromiso contra la deforestación.
Un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero procede de la deforestación y la destrucción de ecosistemas; básicamente, para producir soja, aceite de palma, pulpa de madera, papel y cuero
Además de aumentar la transparencia, la responsable de Forest 500 recomienda a Banco Santander que extienda sus políticas contra deforestación y conversión de hábitats a todos los ecosistemas naturales. También lo insta a adoptar medidas robustas contra las violaciones de derechos humanos asociadas, teniendo en cuenta los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales a la tierra y a los recursos. Al BBVA también le extiende ésta última recomendación, además de recomendar que fije una fecha límite a partir de la cual sus clientes deban garantizar que sus operaciones y cadenas de suministro cumplen con los compromisos sobre deforestación.
EL PAÍS mandó cuestionarios por correo electrónico a las entidades españolas analizadas en Forest 500. Fuentes de Banco Santander evitaron comentar de forma específica la evaluación, pero, remitiéndose su informe anual, afirmaron que desde 2022 revisan la deforestación reciente en granjas y ranchos de la Amazonia brasileña para los que emiten préstamos y comprueban que no ocupen tierras indígenas reconocidas por el Gobierno. También revisan los criterios de sostenibilidad de clientes del sector del vacuno, la soja y la madera y que integran diversas iniciativas sobre buenas prácticas financieras en Brasil, aseguran. La valoración de Banco Santander en Forest 500 pasó del 13% en 2021 al 18% en 2022.
Fuentes de BBVA destacaron su mejora en el ranquin de instituciones financieras del informe, donde ahora ocupa el octavo lugar con su puntuación del 25%. También señalaron que BBVA está entre el 12% de las instituciones financieras comprometidas a ayudar a mejorar a los clientes que incumplen su política contra la deforestación. Thomson celebra los avances, pero recuerda que la institución financiera con mejor puntuación sólo alcanza el 50%: “Todas tienen un largo camino por recorrer”.
Inditex está considerada en el informe como uno de los grupos empresariales con mayor influencia del mundo en dos cadenas de suministro claves: la del cuero, que utiliza en productos como zapatos, bolsos y cinturones, y la de la pulpa de madera y papel, para hacer tejidos como la viscosa, celulosa y envoltorios. Su puntuación Forest 500 ha empeorado, pasando del 38% en 2020 al 26% en el último informe (con datos de 2022). La ONG le aconseja reforzar el uso de pulpa y papel sostenibles, adoptar compromisos firmes para trazar el origen el cuero, y divulgar el cumplimiento de dichos objetivos. En 2021, EL PAÍS informó sobre un análisis que conectaba a Inditex con proveedores de cuero causantes de deforestación en la Amazonia. La compañía, que tiene más de 7.000 comercios en 90 países, no ha respondido a las peticiones de comentario de este medio.
El otro grupo empresarial español en Forest 500 es Ebro Foods, evaluado por ser uno de los mayores productores de alimentos del mundo. El grupo, que se dedica sobre todo a comercializar arroz y pastas, tiene una puntuación de apenas el 8%. Fuentes de Ebro Foods han precisado que la empresa no utiliza aceite de palma y que en 2022 usó 456 toneladas métricas de soja, equivalentes al 0,02% de su consumo total de materias primas. Lo que sí empleó fueron 46.830 toneladas métricas de papel para embalajes. El papel que usa en España procede de bosques con certificados FSC (que garantizan que en el proceso se preserva la biodiversidad), aunque en el conjunto del grupo, el papel FSC solo representa un 14% del total.
Fuentes corporativas afirman que, en aras de una mayor transparencia, este año divulgarán información sobre desempeño ambiental respondiendo a un cuestionario conocido como CDP Forest, diseñado por una organización sin fines de lucro. Global Canopy anima a Ebro Foods a publicar más información sobre sus políticas ambientales en su sitio web, además de ampliar el uso de papel certificado y adoptar un compromiso contra la deforestación para todos los productos de alto riesgo.
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