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Europa aprueba una ley pionera en la lucha contra la deforestación mundial

La UE da el visto bueno a la “primera ley en el mundo” de este tipo, que cerrará el espacio europeo a productos como el café, madera, soja y carne que contribuyan a la deforestación o a la degradación de los bosques

Deforestación en la selva Lacandona en el municipio de Marqués de Comillas, Chiapas (México), en octubre de 2019.
Deforestación en la selva Lacandona en el municipio de Marqués de Comillas, Chiapas (México), en octubre de 2019.Santiago Arau
Silvia Ayuso

Los Veintisiete han llegado este martes a un acuerdo sobre la ley que busca frenar la deforestación mundial, un grave problema que ya ha provocado la pérdida de una masa forestal más grande que la propia superficie de la Unión Europea. En una reunión que se ha extendido hasta la madrugada, el Consejo (los países miembros) y el Parlamento Europeo han logrado cerrar un acuerdo provisional sobre la nueva regulación que, una vez entre en vigor, se asegurará de que las empresas que quieran vender en el mercado europeo siete productos considerados “clave” y sus derivados no hayan contribuido con su producción a la deforestación o degradación forestal en ningún lugar del mundo.

Los productos incluidos en esta nueva regulación europea (que no necesita transposición a las leyes nacionales, con lo que su adaptación es más rápida) son el aceite de palma, el cacao, el café, el caucho, el ganado, la madera y la soja, así como sus derivados, entre otros, carne de vacuno, productos de cuero o de papel impreso, muebles, cosméticos o chocolate. Esta lista se irá revisando y actualizando, teniendo en cuenta nuevos datos, como los cambios en los patrones de deforestación.

Las empresas que exploten estos productos y los quieran comercializar en el espacio comunitario deberán hacerlo con una etiqueta que verifique —la denominada “diligencia debida”— que dichos bienes han sido producidos en tierras que no han sufrido deforestación desde el 31 de diciembre de 2020 y que también cumplen con todas las leyes relevantes al respecto en el país de producción. Además, deberán recoger “información geográfica precisa” sobre el terreno de cultivo donde crecieron dichos productos, un rastreo que permita comprobar el cumplimiento de todas las normas. Por su parte, los Veintisiete deberán asegurarse de que todas aquellas empresas que no cumplen las normas reciban sanciones “eficientes y disuasorias”.

Aunque la normativa solo afecta a productos que ingresen en la UE, Bruselas se muestra confiada en que el impacto será a nivel planetario, puesto que el bloque europeo es uno de los mayores consumidores de esos productos. Por ello, “este paso ayudará a detener una parte significativa de la deforestación y degradación de bosques global”, señaló la Comisión Europea en un comunicado en el que saluda el acuerdo sobre su propuesta inicial, lanzada hace justo un año.

Las discusiones sobre el texto original del Ejecutivo europeo realizadas en la Eurocámara los últimos meses permitieron que se ampliara la lista de productos sometidos a estas nuevas normas (como el caucho, el carbón vegetal o productos de papel impreso). También han logrado incluir una provisión que hará que la Comisión deba evaluar “no más tarde de un año después de la entrada en vigor” de la regulación si amplía estas normas a otras áreas boscosas. Y en dos años más, también deberá evaluar si se extiende a otros ecosistemas, incluidas tierras con alto valor para la biodiversidad o de importancia para el almacenamiento de carbono.

La Alianza Cero Deforestación —que agrupa a las organizaciones Greenpeace, WWF, Seo/BirdLife, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Coordinadora Estatal de Comercio Justo, CECU y Migghty Earth— ha celebrado su “satisfacción” por este acuerdo. También ha considerado que “se pierde la oportunidad de incluir desde el principio a otras tierras boscosas en su ámbito de aplicación”, si bien valora que la Comisión deje la puerta abierta a evaluarlo posteriormente.

La decisión europea, que llega en vísperas del comienzo en Montreal de la Conferencia sobre Biodiversidad (COP15) que buscará definir metas de protección de la naturaleza para las próximas décadas, constituye la “primera ley del mundo que lucha contra la deforestación global”, ha celebrado el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius. El acuerdo supone un “importante punto de inflexión en la lucha contra la deforestación”, ha declarado por su parte el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans. “A la par que realizamos la transición verde en la UE, también queremos asegurarnos de que nuestras cadenas de valores se hacen más sostenibles. Combatir la deforestación es una tarea urgente para esta generación y un gran legado para la siguiente”, ha agregado el responsable del Pacto Verde Europeo.

Tal como ha recordado la Alianza Cero Deforestación, la Unión Europea, debido a sus importaciones de productos agrícolas y ganaderos, es actualmente, tras China, el segundo mayor responsable mundial de la deforestación tropical (con un 16% del total mundial, con un total de 203.000 hectáreas deforestadas en 2017 y una emisión de CO₂ asociada de 116 millones de toneladas). La soja, el aceite de palma y la carne de vacuno, ahora incluidos en la normativa, fueron las materias primas que más deforestación tropical incorporaron a las importaciones de la UE, seguidas del caucho, el cacao, el café y los productos de madera. La deforestación incorporada fue mayor en las importaciones de Brasil, Indonesia, Argentina y Paraguay, de acuerdo con las ONG, que han manifestado su esperanza de que en la cita de Montreal, el ejemplo europeo sirva para arrancar un compromiso similar a otros grandes responsables de la deforestación mundial como China (24% del total mundial deforestado), Estados Unidos (7%) y Japón (5%).

Una vez que el Parlamento Europeo y el Consejo adopten formalmente la regulación, esta entrará en vigor, aunque tanto operadores como comerciantes dispondrán de 18 meses de tiempo para implementar las normas. Las pequeñas y medianas empresas gozarán de un periodo de adaptación algo mayor, según la Comisión Europea.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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