Milei, hinchas y conspiraciones
El gabinete del presidente argentino denuncia un intento de golpe tras una movilización que degeneró en disturbios. Comienza la etapa de la criminalización del adversario


Nicolás Maduro habla de intento de golpe de Estado casi cada vez que la oposición venezolana convoca una movilización. Daniel Ortega y Rosario Murillo agitaban el mismo espantajo cuando en Nicaragua quedaban voces críticas con capacidad para organizarse, antes de que el sandinismo aplastara, encarcelara, expulsara o forzara a la clandestinidad a cualquier disidente. Argentina no es un régimen autoritario, pero su presidente, el ultraderechista Javier Milei, ha decidido recurrir al argumento de la conspiración política para lanzar una nueva ofensiva. Los supuestos golpistas serían en este caso los hinchas de fútbol que se sumaron a una marcha de jubilados que degeneró en violentos disturbios y choques con las fuerzas de seguridad. Las redes sociales fueron un espejo de ese enfrentamiento, y al previsible conflicto entre el Gobierno y la oposición se sumó la embestida de los seguidores de Milei contra la vicepresidenta, Victoria Villarruel.
🚨CONTUNDENTE RESPUESTA DE GUILLERMO FRANCOS A LA MARCHA DE AYER🔥
— Agarra la Pala (@agarra_pala) March 13, 2025
🐐"Pretenden desestabilizar a un gobierno que está haciendo todo lo posible por mejorar a la Argentina. Lo de ayer fue un intento de golpe de estado."@GAFrancosOk @ArrepentidosLLA pic.twitter.com/hKndnKf5cY
“Lo que se pretende es una especie de golpe de Estado”, lanzó el jefe de ministros del Gobierno argentino, Guillermo Francos. “Yo creo que hay grupos de la política que intentan sin duda desestabilizar al Gobierno”. La acusación, formulada sin presentar pruebas, apuntaba a “los barrabravas” violentos, pero en última instancia señalaba a la oposición peronista. El mandatario ahondó en la tesis de que los recortes molestaron a “los hijos de puta que andan con trapos en la cara y rompen autos, queman autos y amenazan a toda la gente porque no quieren perder sus curros”.
"Los buenos son los de azul, y los hijos de puta que andan con trapos en la cara y rompen autos, queman autos y amenazan a toda la gente porque no quieren perder sus curros, esos son los malos y esos son los que tienen que ir presos y los vamos a meter presos. Vamos a defender a… pic.twitter.com/5pYzCPkod8
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) March 14, 2025
Lo cierto es que la concentración del miércoles frente al Congreso en Buenos Aires terminó en una batalla campal con la policía. Hubo más de 100 detenidos y casi 50 lesionados. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no ocultó su desprecio por uno de los heridos graves, el fotoperiodista Pablo Grillo. Lo describió, a modo de descalificación, como “militante kirchnerista” y afirmó que un cartucho de gas lacrimógeno disparado por un antidisturbios le golpeó la cabeza porque “rebotó” en el suelo o en alguna superficie. Una reconstrucción del diario La Nación desmiente la versión de la ministra y demuestra que se trató de un disparo directo. El escritor y periodista Martín Caparrós recordó que, mientras Bullrich hablaba en esos términos, “Pablo Grillo era operado a vida o muerte”.
Estas son las imágenes que contradicen el relato de la ministra Patricia Bullrich sobre Pablo Grillo, el fotógrafo herido en la marcha:https://t.co/pDNbMgahlD
— Hugo Alconada Mon (@halconada) March 15, 2025
Qué barato resulta, en la Argentina actual, ser una asesina. La sra. Bullrich justifica el ataque de sus esbirros a un periodista porque "trabajaba en la municipalidad de Lanús, era kirchnerista". Mientras hablaba, Pablo Grillo era operado a vida o muerte.
— Martín Caparrós (@martin_caparros) March 15, 2025
Y los "periodistas"... pic.twitter.com/wW6FItq4Am
La distorsión del sentido común en las acusaciones del Gobierno hizo que las palabras de la vicepresidenta Villarruel, una política que visitó en la cárcel a Jorge Rafael Videla y es una negacionista de la dictadura, sonaran en esta ocasión más razonables. “Manifestarse forma parte del ejercicio de la democracia”, escribió, aunque enseguida dejó claro que “el uso de la violencia en las manifestaciones siempre debe ser reprimido por las fuerzas del orden”, para terminar expresando su deseo de “pronta recuperación de los heridos” y con un llamamiento a “la paz social”. En realidad, Villarruel busca construir un perfil político propio cada vez más alejado de Milei y los fieles del economista libertario no se lo perdonan.
Manifestarse forma parte del ejercicio de la democracia, pero el uso de la violencia en las manifestaciones siempre debe ser reprimido por las fuerzas del orden.
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) March 13, 2025
Como vicepresidente ruego por la pronta recuperación de los heridos y llamo a la paz social.
“Vergüenza ajena y cringe… Ni una palabra sobre los agentes de las fuerzas de seguridad lastimados y heridos gravemente… La vicepresidente debe renunciar”, espetó entre mayúsculas y errores de ortografía un perfil que se presenta como Admirador Milei del 56%, en referencia a los votos que obtuvo en 2023. Es solo uno de tantos ataques en un momento muy delicado para el presidente, tocado en las últimas semanas por el escándalo de la criptomoneda $Libra y que, en esta coyuntura, ha cancelado el viaje a España previsto para esta semana.
ESCÁNDALO
— Delfina Celichini (@delficelichini) March 12, 2025
Tolosa paz pidió una moción para quitarle las facultades delegadas a Milei, tenían el quórum Justo.
Bonacci y Pagano, sentadas. Lemoine las filmaba. Pagano le hizo “fuck you” y le decía “forra”. Bonacci terminó la escena y le tiró un vaso de agua a Lemoine. pic.twitter.com/vHZf5bxTRS
Mientras la plaza del Congreso se incendiaba, en el hemiciclo se debatía precisamente la creación de una comisión de investigación sobre la estafa de la criptodivisa. Pero también los diputados acabaron a la gresca. Los empujones y los insultos añadieron tensión a una jornada que marca un antes y un después en el mandato del ultraderechista. Comienza la etapa de criminalización del adversario.
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