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Gadafi lanza una ofensiva diplomática dirigida a la OTAN y la UE
Ola de cambio en el mundo árabe

Gadafi lanza una ofensiva diplomática dirigida a la OTAN y la UE

Portugal, miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, recibe a un emisario de Gadafi en las próximas horas.- Divergencias entre EE UU y Francia sobre cómo se debe llevar a cabo la zona de exclusión aérea.- El dictador libio asegura que el pueblo "se levantará en armas" si la comunidad internacional adopta la medida

Cada semana, desde hace varios años, un grupo de mujeres se congregaba ante los organismos oficiales para exigir justicia. Lo hacían en absoluto silencio. Porque cualquier demanda a viva voz podía acarrearles el mismo destino que a sus familiares. Reclamaban los cuerpos de sus 1.200 esposos e hijos, asesinados en 1996 en la prisión de Abu Salim, en Trípoli, por reclamar un juicio y mejoras en las condiciones del penal. Yamal al Werfali era un ingeniero que regresó de Canadá en 1990, donde se había licenciado en química. Allí había vivido ocho años, junto a su esposa, Najua El Sahli. Yamal participaba en actividades políticas y era de los activistas que exigían libertad de expresión. En 1995, ingresó en prisión. Y allí murió acribillado. Uno de sus cinco hijos nunca le conoció. Esa matanza en la cárcel de Abu Salim, junto al impulso que supusieron las revueltas en Túnez y Egipto, alentó a los libios a salir a la calle, especialmente en Bengasi. Ahora, se dan cita a junto a las puertas del edificio de los juzgados de Bengasi para ayudar al derrocamiento de Muamar el Gadafi. Hoy (martes) volverán a reunirse.

La voz del silencio

Cada semana, desde hace varios años, un grupo de mujeres se congregaba ante los organismos oficiales para exigir justicia. Lo hacían en absoluto silencio. Porque cualquier demanda a viva voz podía acarrearles el mismo destino que a sus familiares. Reclamaban los cuerpos de sus 1.200 esposos e hijos, asesinados en 1996 en la prisión de Abu Salim, en Trípoli, por reclamar un juicio y mejoras en las condiciones del penal. Yamal al Werfali era un ingeniero que regresó de Canadá en 1990, donde se había licenciado en química. Allí había vivido ocho años, junto a su esposa, Najua El Sahli. Yamal participaba en actividades políticas y era de los activistas que exigían libertad de expresión. En 1995, ingresó en prisión. Y allí murió acribillado. Uno de sus cinco hijos nunca le conoció. Esa matanza en la cárcel de Abu Salim, junto al impulso que supusieron las revueltas en Túnez y Egipto, alentó a los libios a salir a la calle, especialmente en Bengasi. Ahora, se dan cita a junto a las puertas del edificio de los juzgados de Bengasi para ayudar al derrocamiento de Muamar el Gadafi. Hoy (martes) volverán a reunirse.

Reportaje:Ola de cambio en el mundo árabe | La posición del Gobierno italiano

El doble juego de Italia

El tratado de amistad con Trípoli, firmado en 2008 y que sigue vigente, prohíbe a Roma ceder sus bases para un ataque contra el régimen de Gadafi