Las oleadas migratorias por las revueltas árabes desbordan Italia
Gadafi contacta con los insurgentes para intentar dividirlos
Rafik Ben Mbarek, de 30 años, ha llegado por mar a Lampedusa tras pagar 1.200 euros. Unos cigarrillos, una foto y un billete de 100 euros es todo su equipaje. Como él, otros 1.600 tunecinos han alcanzado en las últimas 48 horas la isla italiana, donde los centros de acogida tienen capacidad para 850 personas. En total, Italia ha recibido desde enero a 8.000 refugiados que casi han agotado la capacidad de las instalaciones para inmigrantes. Ahora, se teme la posible oleada de libios. O de subsaharianos retenidos en Libia. Pueden ser 70.000. Mientras, Gadafi ha contactado con los dirigentes rebeldes y ha sembrado la división entre ellos.
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