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El coste de los alimentos en la Navidad de Gaza: un pollo, 40 euros; un kilo de azúcar, 130

El bloqueo israelí está detrás de los precios estratosféricos de la comida en la Franja. En dos meses y medio, solo 12 camiones han distribuido agua y comida en el norte del enclave, según Oxfam Intermón

Un grupo de palestinos luchan por conseguir alimentos en un centro de distribución en Jan Yunis, al sur de la franja de Gaza, el pasado viernes.
Un grupo de palestinos luchan por conseguir alimentos en un centro de distribución en Jan Yunis, al sur de la franja de Gaza, el pasado viernes.Associated Press/LaPresse (APN)
Luis Carlos Pinzón

Con la llegada de la Navidad y el fin de año, a la ONG británica Christian Aid, que ha seguido trabajando en Gaza durante la ofensiva israelí, se le ocurrió comparar el precio de los alimentos en el asediado territorio palestino con los víveres de una comida especial en el Reino Unido: la cena del día de Nochebuena. El resultado fue desolador. En el sur de la Franja, un pollo congelado cuesta casi 40 euros, una cantidad similar a las 32 libras (más de 38 euros) que, según un cálculo de esta ONG basado en informaciones de la prensa británica y plataformas de consumo, cuesta este año de media una cena navideña para cuatro en ese país europeo. Esa cena está tradicionalmente compuesta por pavo, coles de bruselas y otras hortalizas poco costosas, como la patata y la zanahoria. Un kilo de azúcar en la Franja cuesta, según esta organización, 130 euros; uno de café, 104 y uno de tomates o cebollas, 15.

Un pollo entero suele pesar de media algo más de dos kilos y por él se pagaban este domingo en España, en una gran superficie cuyos precios ha consultado este diario, algo más de ocho euros. En el sur de Gaza, donde la ofensiva israelí y la destrucción que ha conllevado han dejado a casi el 80% de sus habitantes sin trabajo y sin ingresos, según la ONU, el precio de un pollo congelado cuadruplica con creces esa cifra.

En el norte del enclave palestino, la situación es mucho peor. Allí es imposible encontrar carne, advierte Christian Aid. Antes del inicio de los ataques israelíes que ya han matado a unas 45.400 personas, según las autoridades sanitarias de la Franja, ese mismo pollo que ahora se paga a casi 40 euros costaba diez veces menos, unos cuatro euros, calcula la ONG.

Hasta el inicio de los bombardeos y la ofensiva terrestre israelí, horas después de los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023 —en los que murieron 1.200 personas— muchos habitantes de la Franja celebraban la Navidad. Solo alrededor de un millar de los más de dos millones de gazatíes son cristianos, pero muchos musulmanes se unían a las celebraciones navideñas, no como una festividad religiosa, sino por tradición. Los musulmanes veneran además la figura de Jesucristo —para ellos, el profeta Isa—, que menciona el Corán en numerosas ocasiones.

“La Navidad solía ser un tiempo de alegría para los palestinos. Alrededor del 70% la celebraban con fiestas, dulces o estrenando ropa. Yo lo hacía con mi familia, a pesar de que soy musulmán. Este año la Navidad no va a ser fácil, la gente no dejará de recordar lo que hacían y los platos que comían. Rezamos para que esto acabe pronto”, vaticinaba hace unos días un consultor de Christian Aid, cuyo testimonio recoge la organización

En la Navidad en Gaza de este año, asegura Katie Roxburgh, la directora de la ONG para Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, “casi no hay comida disponible y el precio de cualquier cosa que se pueda conseguir es absolutamente exorbitante”. En Beit Lahia ―en la región septentrional de Gaza, donde el riesgo de hambruna azota con más fuerza― una familia necesita 20 euros para adquirir un litro de aceite; 18 para comprar un kilo de espinacas y 12 para hacerse con tres huevos, si es que tiene la fortuna de encontrar unos alimentos que se han convertido en un artículo de lujo.

12 camiones

Un dato de otra ONG, Oxfam Intermón, apunta al principal motivo de esta carestía, sobre todo en el especialmente asediado norte de la Franja. Esta ONG ha denunciado cómo Israel obstruye “sistemáticamente” la entrega de alimentos y agua en esa región septentrional. El asedio al que el ejército de Israel ha sometido a la Gaza septentrional durante los últimos tres meses se ha traducido en que solo 34 camiones con comida y agua han obtenido el permiso de esos militares para penetrar en el norte en los últimos dos meses y medio y, de ellos, solo 12 lograron distribuir la mercancía que transportaban a la población palestina.

“La ayuda de tres de esos vehículos se distribuyó entre personas que se refugiaban en una escuela que fue desalojada y bombardeada horas después” por el ejército israelí, denuncia además Oxfam. Se refiere a la escuela Mahdia al Shawa de Beit Hanun, cuyas instalaciones fueron atacadas en noviembre por el ejército y los drones israelíes mientras se distribuía esa comida entre las familias desplazadas que allí se refugiaban. Al día siguiente, la aviación israelí bombardeó la escuela.

Antes del inicio de la ofensiva israelí en Gaza, entre 500 y 600 camiones, muchos con comida, penetraban en el territorio cada día. Los gazatíes mantenían además explotaciones agrícolas y ganaderas y huertos, ahora en su mayor parte destruidos por los bombardeos o los tanques israelíes.

En junio, la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) aseguró que el 96% de la población gazatí, de más de dos millones de personas, enfrentaba niveles de inseguridad alimentaria aguda. Si se trasladan esas cifras a la Unión Europea, la cifra proporcional sería de alrededor de 431 millones de habitantes de una población total que ronda los 450 millones.

La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases de Naciones Unidas empeoró esos pronósticos en noviembre, cuando afirmó que existe una gran probabilidad de que ya se esté produciendo una hambruna en zonas del norte de Gaza, donde en diciembre, la ONU calculó que vivían aún entre 65.000 y 75.000 palestinos.

“La gente se ve obligada a tomar medidas inimaginables y desesperadas para sobrevivir. Niños, niñas y mujeres buscan restos de comida entre montones de basura, con las manos desnudas y a menudo descalzos, arriesgándose a contraer enfermedades y heridas con metales cortantes y expuestos a la amenaza de explosivos sin detonar. Gaza tiene ahora el mayor número de niños y niñas amputados del mundo, con el sistema sanitario diezmado y escasos suministros críticos, incluida la anestesia”, recalca en su comunicado Intermón Oxfam.

El 21 de noviembre, el Tribunal Penal Internacional emitió órdenes de captura en contra del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant, al considerar que existían “motivos razonables” para creer que habían cometido crímenes de guerra al “matar de hambre a civiles”.

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Sobre la firma

Luis Carlos Pinzón
Latinoamericano. Periodista de la sección Internacional. Es abogado (Universidad del Rosario, Bogotá), máster en Derecho Constitucional (CEPC, Madrid) y sumiller profesional (Gato Dumas, Bogotá). Trabajó en la Corte Constitucional y el Senado de la República de Colombia. En la actualidad, cursa el máster en Periodismo (UAM/EL PAÍS, Madrid). 
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