Bruselas concentra en el sector agrícola las sanciones contra EE UU por los subsidios a Boeing
La Comisión responde a la amenaza de aranceles de Trump con un castigo a la base electoral del presidente
La Comisión Europea tiene previsto hacer público este miércoles un listado de posibles sanciones contra EE UU por los subsidios de Washington a la compañía aeronáutica Boeing. Las 11 páginas de la represalia, a las que ha tenido acceso EL PAÍS, abarcan decenas y decenas de exportaciones estadounidenses, pero cargan gran parte del castigo en el sector agrícola. Las sanciones, que pueden alcanzar los 10.000 millones de euros según los cálculos de la Comisión, se concentran en el sector agrícola, en un intento poco disimulado de golpear al electorado potencialmente más proclive al presidente estadounidense, Donald Trump.
Ayudas públicas al sector aeronáutico, palo al sector agrícola. Las guerras comerciales provocan daños colaterales inesperados y en el interminable conflicto sobre los subsidios a Airbus y Boeing les tocará a los agricultores estadounidenses encajar gran parte del castigo europeo que tiene previsto anunciar este miércoles la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström.
Bruselas calcula que los litigios planteados ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) contra las ayudas de Washington a la empresa estadounidense autorizan a la UE a buscar un resarcimiento, en forma de castigo arancelario equivalente a 10.000 millones de euros (o 12.000 millones de dólares). La cifra final deberá ser fijada por la OMC, cuya decisión se espera a lo largo de este año. Pero Malmström ha decidido elevar sensiblemente el número de objetivos (hasta sumar unos 20.000 millones de dólares) para disponer de un abanico más amplio de potenciales víctimas donde golpear.
La variedad de empresas damnificadas incluye desde los fabricantes de helicópteros a los de naipes, pasando por los productores de mesas de billar a los de consolas de videojuego, según el listado que hará público la Comisión y al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Pero el golpe se concentra en el sector primario, en un claro intento de alentar el malestar en la América profunda en la que Trump cosechó buena parte de los votos que le llevaron a la Casa Blanca en 2017 y donde espera repetir su éxito para lograr la reelección el año que viene.
Aceites vegetales, vino, frutas, zumos, mermeladas, frutos secos, algodón... El listado elaborado por la Comisión Europea se centra en especial en las exportaciones agrícolas para obligar a Trump a sopesar cuidadosamente su decisión de castigar con aranceles a Europa por los subsidios a Airbus, también declarados ilegales en parte por la OMC.
EE UU anunció la semana pasada un listado de sanciones por valor de 11.000 millones de dólares, con más de 300 productos europeos entre los potenciales afectados. Trump se pavoneó en un tuit del inminente castigo. "La UE se ha aprovechado comercialmente de EE UU durante muchos años. Esto se acabará pronto", amenazó.
Bruselas tiene previsto responder este miércoles con un ejercicio de comunicación mucho más contenido en las formas, pero bastante más contundente en las cifras. El listado de exportaciones estadounidenses a las que se podría castigar fue circulando este lunes entre los Estados miembros de la UE para recibir una primera valoración.
A partir de este miércoles se someterá a consulta pública, para que Administraciones y empresas europeas puedan plantear la retirada de aquellos objetivos que puedan perjudicarles. Y los aranceles se harán realidad una vez que la OMC resuelva el litigio y fije el montante al que puede ascender la represalia.
Aun así, la UE confía en que los litigios sobre Airbus y Boeing, pendientes desde hace década y media, prosigan de manera paralela y que desemboquen en una negociación bilateral para zanjar el problema.
Fuentes comunitarias reconocen, sin embargo, que existe el riesgo de que la lucha por los subsidios en el sector de la aviación enturbien aún más las relaciones transatlánticas y acrecienten el riesgo de una guerra comercial abierta. El conflicto sobre Boeing y Airbus cobra actualidad en un momento muy delicado, porque la UE acaba de aprobar su mandato para negociar un acuerdo de desarme arancelario con EE UU que calme las aguas transatlánticas, muy agitadas desde que Trump llegó a la Casa Blanca.
Trump ya ha impuesto unilateralmente aranceles a las importaciones de acero y aluminio. Y amenaza con repetir el castigo contra los automóviles europeos. En el caso de Airbus se ha mantenido, al menos, en el marco de la OMC. Pero la evolución del litigio puede tener giros tan inesperados como los daños colaterales que puede causar.
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