Cohen se declara culpable de financiación ilegal de la campaña de Trump e implica al presidente
El abogado admite haber pagado a dos mujeres para callarlas sobre sus relaciones con el republicano por orden del entonces candidato con el fin de proteger su imagen de cara a las elecciones
Las supuestas relaciones sexuales de Donald Trump con dos mujeres han desembocado en un problema legal grave e inminente para el presidente de Estados Unidos. Su exabogado personal y durante años hombre para todo, Michael Cohen, se presentó este martes ante las oficinas del FBI en Nueva York para declararse culpable de delitos graves que implican al mandatario en financiación ilícita de campaña: Cohen admite que poco antes de las elecciones de 2016 pagó a una actriz de cine porno, cuyo nombre artístico es Stormy Daniels, y a la exmodelo de Playboy Karen McDougal por callar sobre relaciones con el magnate y que lo hizo “bajo la dirección del candidato”. Esta transacción, reconoce, “tenía como principal objetivo influir” en los comicios presidenciales. De esta forma implica directamente al presidente, bajo juramento, en un delito federal.
Trump no reaccionó hasta la mañana de este miércoles, cuando publicó en su cuenta de Twitter una batería de mensajes en contra del abogado: "Si alguien está buscando un buen abogado, le sugiero que no conserve los servicios de Michael Cohen". Minutos después lo acusó de inventarse historias para conseguir un "trato" y de declararse culpable de dos cargos de financiación ilícita de campaña "que no son un delito", defendió el mandatario.
If anyone is looking for a good lawyer, I would strongly suggest that you don’t retain the services of Michael Cohen!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 22, 2018
El reconocimiento de dos cargos por vulnerar las normas electorales –y que se suman a otros cinco cargos por fraude fiscal y uno financiero- colocan en una posición muy difícil al presidente de EE UU. Cohen se ha declarado culpable ante el Distrito sur del Tribunal federal de Manhattan justo el mismo día, y casi a la misma hora, que el exjefe de campaña del mandatario, Paul Manafort, era declarado culpable de 8 de los 18 delitos por fraude que le imputaba el fiscal especial Robert Mueller. Aunque la investigación contra Manafort comenzó en el marco de la trama rusa para influir en las elecciones, la condena se refiere a hechos privados que no afectan a Trump más allá de que es la persona a la que confió su campaña electoral.
Los dos casos, aunque de naturaleza tan distinta, convergen en esa macro-investigación en torno al Kremlin y el círculo del presidente de EE UU. Las pesquisas sobre Cohen comenzaron el pasado mes de abril, cuando el FBI se presentó en las oficinas del abogado y se hizo con documentos y comunicaciones entre el letrado y varios de sus clientes. El principal de ellos era Trump. El registro tuvo lugar por referencia del fiscal Mueller, que aportó a la fiscalía neoyorquina información hallada durante la investigación no directamente relacionada con el caso de la injerencia rusa, sino con pagos a mujeres.
Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, y Karen McDougal afirman haber tenido relaciones sexuales con Donald Trump entre 2006 y 2007 y ambas han recibido dinero (de 130.000 dólares y 150.000 dólares, respectivamente) por callarlo. El silencio de la actriz de cine porno se articuló a través de un acuerdo de confidencialidad y el de la exmodelo de Playboy a través de un acuerdo con The National Enquirer, una publicación propiedad de un amigo muy cercano a Trump, para contar su historia en exclusiva. La revista jamás publicó nada.
What kind of a lawyer would tape a client? So sad! Is this a first, never heard of it before? Why was the tape so abruptly terminated (cut) while I was presumably saying positive things? I hear there are other clients and many reporters that are taped - can this be so? Too bad!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 25, 2018
Ambas operaciones tuvieron lugar en los meses previos a las elecciones, que tuvieron lugar el 8 de noviembre de 2016, con lo que buscaban proteger la imagen del candidato y, por tanto pueden considerarse contribuciones ilegales a la campaña del republicano.
Robert Khuzamo, el fiscal adjunto del Distrito Sur, fue contundente este martes por la tarde en sus declaraciones a la prensa. Cohen dijo, “pagó para silenciar a dos mujeres que pensaba que tenían información dañina para el candidato y su campaña” y, además, “buscó el reembolso de ese dinero con facturas falsas a la compañía del candidato por los servicios legales prestados cuando en realidad era una farsa”. “Las leyes de financiación de la campaña están diseñadas para prevenir el uso de dinero ilícito en las elecciones y mantener la integridad de las elecciones”, añadió
Cohen, que se define a sí mismo como un “solucionador” de problemas entre las altas (o bajas) esferas de Manhattan, llegó a decir pocos después de la victoria electoral que sería capaz de recibir a una bala dirigida a Donald Trump con el fin de proteger a su cliente. Este martes admitió cargos graves e implicó al presidente a cambio de una rebaja de penas, lo que refleja que ya no son tantos los disparos que está dispuesto a recibir para cubrir a su exjefe.
La sentencia máxima combinada por los ocho cargos (los dos relacionados con la financiación de campaña y el resto) es de 65 años de cárcel, pero quedaría en cinco años y tres meses tras la confesión. El fraude fiscal tuvo lugar entre 2012 y 2016. El sexto cargo por fraude financiero se refiere al periodo 2015 y 2016. El letrado fue puesto en libertad tras pagar medio millón de dólares de fianza, hasta que se dicte sentencia el 12 de diciembre. Su representante legal, Lanny Davis, hizo después una breve declaración escrita en la que cita directamente el nombre del presidente de Estados Unidos: “¿Si esos pagos eran un delito para Michael Cohen, ¿por qué no lo serían para Donald Trump?".
Si los jueces se hacen la misma pregunta, el presidente de EE UU puede responder ante la justicia por asuntos ajenos a la trama rusa pero que comenzaron a raíz de la investigación de esta. En ese contexto, por la investigación de la campaña, fue declarado culpable Manafort, si bien los delitos que se achacan no tiene que ver con su actividad al frente de la campaña electoral del hoy presidente, que se desarrolló durante unos meses de 2016, sino con el fraude bancario y fiscal por sus negocios como consultor político en Ucrania. Manafort había asesorado al expresidente ucranio Victor Yanukóvich y luego entró en campaña de Trump sin haber hecho pública esa actividad previa.La decisión del jurado llega tras cuatro días de deliberaciones y excluye otros 10 delitos sobre los que no han logrado ponerse de acuerdo. El tribunal debe emitir sentencia sobre los ocho cargos con veredicto unánime y formar un nuevo jurado para el resto.
"Me siento muy mal por Paul Manafort", dijo Trump a la prensa al llegar a un mitin en Virginia Occidental. "No es algo que me implique a mí, pero sigo sintiendo que es algo muy triste lo que ha ocurrido. No tiene nada que ver con la conspiración con Rusia", añadió. El delito de Cohen, en cambio, sí le apunta directamente.
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