Las solicitudes de asilo de latinoamericanos en España se cuadruplican hasta junio
Las peticiones de protección internacional de ciudadanos venezolanos son las más numerosas
Latinoamérica se ha convertido en la mayor fuente de solicitantes de asilo en España. De las 13.730 peticiones recibidas el primer semestre de 2017, más de la mitad (unas 7.600) fueron presentadas por ciudadanos de aquella región, según Eurostat, y reclaman protección internacional porque se consideran perseguidos o huyen de un conflicto. Esta cifra se ha cuadruplicado en comparación con los primeros seis meses de 2016 y en esta ocasión —como hace un año— los venezolanos representan el grupo más numeroso, con 5.015 demandas. Les siguen colombianos, salvadoreños y hondureños.
Mientras las solicitudes de los que huyen de la guerra en Siria y del conflicto en el este de Ucrania con Rusia se han mantenido estables en el primer semestre, las demandas presentadas por ciudadanos de América Latina han experimentado un incremento.
Este repunte se refleja también en las cifras totales de refugiados en España —que en los primeros seis meses de 2017 ya casi alcanzan las 15.755 solicitudes registradas a lo largo de todo 2016, según los datos de Eurostat sobre peticiones presentadas por primera vez— y van a contracorriente respecto al conjunto de Europa, que está experimentando una disminución. De acuerdo con los datos provisionales de Acnur (la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados), las solicitudes son aún más: calcula que España recibió 14.200 solicitudes de protección internacional hasta junio.
Pero la burocracia va más lenta que los solicitantes. A junio de 2017, en España había 28.250 solicitudes de asilo pendientes de resolución, según Eurostat. Aunque la tasa de admisión haya aumentado respecto a los años anteriores (impulsada las aceptaciones de sirios), la congestión provoca que los plazos de espera para que el solicitante obtenga una respuesta (positiva o negativa) se dilaten. Un ejemplo simple y esclarecedor: pese a la avalancha de solicitudes de venezolanos en 2016, España solo decidió sobre cuatro peticiones. Aceptó las cuatro.
Venezuela ya fue el país que hizo más peticiones el año pasado en paralelo al creciente deterioro de la situación social, política y económica del país. En 2016, les siguieron los sirios. A junio de 2017, las demandas de protección internacional de los que huyen de Venezuela ya eran más que todas las registradas en 2016, cuando presentaron unas 4.200. Una economía asfixiada y el aislamiento internacional complican aún más la situación de una población que lleva meses con dificultades para acceder a los recursos más básicos, como medicinas y alimentos, y cuya diáspora ya es un hecho consolidado.
El año pasado, 34.000 venezolanos salieron del país en busca de protección internacional en el extranjero, según Acnur; en el primer semestre de 2017 las solicitudes de asilo ya alcanzaban las 32.000 en todo el mundo. Estados Unidos ha sido el principal país receptor de peticiones de refugio por parte de venezolanos hasta junio de 2017, con más de 15.000 demandas. Según datos facilitados por el organismo multilateral, le siguen Brasil (8.000), España (5.000), México (1.400), Costa Rica (1.300) y Perú (900).
“También hay que tener en cuenta que los venezolanos que salen del país no necesariamente solicitan asilo”, matiza William Spindler, portavoz de Acnur en Ginebra. “Los que lo hacen solo representan una porción, ya que en muchos países latinoamericanos pueden entrar sin visado aunque su situación sea merecedora de recibir protección”. Desde la llegada del chavismo al poder, en 1999, más de dos millones de personas han abandonado el país, según cálculos del Observatorio de la Voz de la Diáspora Venezolana.
Éxodo por la violencia
El repunte de solicitudes por parte de colombianos ha sido aún más marcado: hasta junio de 2017 han llegado 1.085 peticiones a España, cinco veces más que durante los primeros seis meses del año pasado. “Pese al proceso de paz [que ha puesto fin a medio de conflicto de las FARC contra el Estado], hay todavía mucha violencia, y estos datos están reflejados por el aumento de desplazados internos”, explica el portavoz de Acnur. “Los perfiles de las personas que piden asilo es variado, pero hay desde quienes alegan persecución por motivos políticos, como jueces, abogados, defensores de derechos humanos, sindicalistas a otros que han salido del país huyendo de la extorsión”, agrega María Jesús Vega, portavoz de Acnur en España.
La violencia es también el detonante del éxodo de centroamericanos: las demandas de ciudadanos de Guatemala, Honduras y Salvador —los países con mayores tasas de asesinatos del planeta— se han duplicado en tan solo una década, hasta las 32.000 personas en 2015 en el mundo.
Las peticiones presentadas por salvadoreños en España fueron 620 en el primer semestre de 2017 (180 en el mismo periodo de un año antes) y por hondureños fueron 510 (155), según Eurostat. El alto comisionado de Acnur, Filippo Grandi, está de viaje por Centroamérica para reunirse con los jefes de Estado de la región.
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