La UE desaconseja a las embarazadas viajar a zonas con virus zika
El microorganismo que se extiende por Latinoamérica se relaciona con la aparición de anomalías fetales
El Centro Europeo de control de Enfermedades (ECDC) se ha unido a su equivalente americano (el CDC) y también desaconseja a las mujeres embarazadas que viajen a zonas con presencia de virus zika. En concreto, en su último informe sobre esta enfermedad recomienda a "las mujeres embarazadas y las que estén intentando quedarse en estado y planeen viajar a zonas donde hay transmisión del virus zika que debatan sus planes con sus sanitarios, y consideren la idea de posponer su viaje a las áreas afectadas, especialmente aquellas en la que la transmisión es amplia o está en aumento".
El zika es un virus que se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Es originario de África y llegó a Latinoamérica el año pasado, donde la existencia del insecto ha facilitado su rápida expansión. Para la población general es poco peligroso, y sus síntomas se parecen a los de cualquier infección (fiebre, malestar, dolor) con el añadido de sarpullidos. No tiene tratamiento ni vacuna, pero se cura solo. Pero al extenderse el virus se han observado dos problemas: el nacimiento de niños con microcefalia, hijos de madres infectadas (casi 4.000 en un año en Brasil), y algunos casos de un trastorno neurológico poco frecuente, el síndrome de Guillain-Barré.
En función de la propagación del mosquito y los casos de contagio de zika, el organismo sanitario de la UE distingue entre dos grupos de países. El Salvador, Venezuela, Colombia, Brasil, Surinam, Guayana Francesa, Honduras, México, Panamá y Martinica tienen una amplia propagación del virus y está aumentando la transmisión. Bolivia, Guyana, Ecuador, Guadalupe, Guatemala, Paraguay, Puerto Rico, Barbados, San Martín y Haití tienen brotes aislados porque el virus ha llegado hace poco.
La enfermedad tiene un periodo de incubación corto (entre dos días y una semana), pero es lo suficiente para que alguien infectado viaje sin saberlo. Así han llegado ya casos a todo el mundo. El peligro llega cuando esa persona es, a su vez, picada por un mosquito capaz de transmitir el virus, porque puede empezar una cadena de propagación en un sitio nuevo. Por eso una de las recomendaciones del ECDC es que los sanitarios aíslen a los enfermos durante la primera semana para evitar que les pique un mosquito que pueda propagar el zika.
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