Zelenski baja el tono y se muestra dispuesto a pactar con Trump en “seguridad e inversiones”
El presidente ucranio afirma, tras la reunión con el enviado de EE UU a Ucrania, que ha comunicado “la forma más rápida y constructiva” de conseguir resultados. La Comisión Europea afirma que el mandatario es “legítimo” y no un “dictador”
Agradecimientos y visos de acuerdo. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha manifestado este jueves tras su reunión en Kiev con el enviado de Estados Unidos al país, Keith Kellogg, que está dispuesto a “alcanzar un acuerdo sólido y verdaderamente beneficioso” con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en materia de “seguridad e inversiones”. El mensaje del mandatario ucranio, el único que ha trascendido por el momento al exigir Washington que no hubiera rueda de prensa conjunta, rebaja, aunque solo sea ligeramente, la escalada verbal desatada en las últimas 24 horas, durante las que Trump llegó a tildar a su homólogo ucranio de “dictador sin elecciones”. “Agradezco a EE UU toda la asistencia y el apoyo bipartidista que ha brindado a Ucrania y al pueblo ucranio”, ha manifestado Zelenski en su comunicado. Esta leve distensión llega en una jornada en la que, además, la Unión Europea se ha volcado en reafirmar la legitimidad del líder ucranio y reiterar su total apoyo al país invadido por Rusia hace ahora tres años.
La reunión entre Zelenski y Kellogg, un hombre pragmático y buen conocedor de la diplomacia en tiempos de guerra, preveía, ya incluso antes de la escalada verbal entre los mandatarios, templar los ánimos entre Kiev y Washington tras las discrepancias surgidas por el acercamiento del nuevo Gobierno estadounidense al Kremlin. La escenificación de este deshielo tuvo lugar este martes en Riad (Arabia Saudí) con la reunión de una delegación rusa y otra estadounidense para, entre otras cosas, hablar de la guerra, pero sin representación ucrania, algo que molestó en Kiev y en muchas cancillerías europeas.
La crisis en las relaciones entre Washington y Kiev llegó este miércoles a su cumbre después de que Trump llamara “dictador” a Zelenski por no convocar elecciones —la ley marcial que rige en Ucrania impide la celebración de comicios—. Era la segunda vez en 24 horas que el mandatario republicano sugería que el líder ucranio carece de legitimidad. En una intervención este martes, Trump llegó a decir que Ucrania había iniciado las hostilidades. Ante estas palabras, Zelenski afirmó que el presidente norteamericano vive en una “burbuja de desinformación”. Vance se unió a la pira y declaró, en una entrevista con una publicación estadounidense, que las palabras del mandatario ucranio eran “vergonzosas”.
Más allá de declaraciones altisonantes, uno de los motivos más espinosos entre los dos gobiernos, y que Kellogg tenía marcado en rojo en su agenda, es el acuerdo en ciernes sobre la explotación de minerales ucranios. Trump quiere sellar el trato, una suerte de carta de agradecimiento a Washington por los servicios prestados en forma de ayuda militar en estos tres años de guerra. Zelenski ha mostrado su disposición desde hace días a que haya un pacto en este sentido, pero con las cartas aún sobre la mesa y sin aceptar en modo alguno ceder el 50% de estos minerales. “No hay nada claro, hablemos de porcentajes”, dijo el presidente ucranio este miércoles. Uno de los objetivos de Zelenski es lograr que Washington, a cambio de esta concesión, ofrezca garantías de seguridad que impidan una futura nueva agresión rusa.
Trump busca concesiones mineras por valor de 500.000 millones de dólares (478.297 millones de euros) en reconocimiento a la ayuda concedida. Según informó este jueves la agencia Reuters, el líder republicano quiere sellar un acuerdo simplificado para acelerar el proceso y discutir más tarde los detalles. “Creo que voy a resucitar ese acuerdo”, manifestó este miércoles el presidente estadounidense, “veremos qué pasa, pero lo voy a resucitar o las cosas no harán muy feliz [a Zelenski]”.
Es tal la relación entre la actual escalada verbal y el acuerdo para la explotación de tierras raras en suelo de Ucrania que el consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, preguntado este jueves por una cadena estadounidense sobre el mensaje que querían trasladar a Kiev, dijo lo siguiente: “Tienen que moderarse, analizarlo con detenimiento y firmar el acuerdo”.
“Es importante para nosotros y para todo el mundo libre”, ha dicho Zelenski tras su cita con Kellogg, “que se sienta el poder estadounidense”. “El éxito une”, ha continuado en términos muy conciliadores, “todo el mundo necesita tener éxito en las relaciones con EE UU”. El mandatario ucranio ha añadido que ha trasladado a Washington la forma “más rápida y constructiva” para lograr resultados y que su equipo está listo para trabajar 24 horas los siete días de la semana.
Tras su cita con el líder ucranio, Kellogg culminó dos días de encuentros en los que ha podido hablar, entre otros, con miembros de los servicios de inteligencia y el ejército ucranios, con el jefe del gabinete presidencial, Andrii Yermak, hombre fuerte de Zelenski, y con el ministro de Exteriores, Andrii Sibiha. “He afirmado la voluntad de Ucrania de lograr la paz mediante la fuerza”, dijo Sibiha tras verse con el enviado estadounidense, “y nuestra visión de las medidas necesarias. También reiteré que la seguridad de Ucrania y la del Atlántico son indivisibles”.
Apoyo desde Bruselas
Mientras, y ante la crisis abierta entre Zelenski y Trump, Europa ha reaccionado defendiendo al líder ucranio, pero sin olvidar que el papel que EE UU debe desempeñar para poder avanzar en un futuro proceso de negociación. La Comisión Europea dejó de lado de forma temporal su cautela ante las andanadas transatlánticas de Trump para dejar claro que, para Europa, Zelenski es un presidente “legítimo” y no un “dictador”. “El presidente Zelenski fue legítimamente elegido en unas elecciones libres, justas y democráticas. Ucrania es una democracia, la Rusia de Putin no lo es”, subrayó un portavoz este jueves, recalcando que se trata de la posición europea.
Aunque no quiso comentar sobre el origen de la información que habría alimentado la acusación de Trump, el portavoz volvió a recalcar, como han venido haciendo todos los líderes europeos y comunitarios en los pasados días, que “no puede haber una solución para Ucrania sin la implicación de Ucrania ni de la UE”, porque, prosiguió, “la seguridad de Ucrania es la seguridad de la Unión Europea”.
Uno de los más vehementes este jueves en la defensa de Kiev fue el primer ministro de Polonia, Donald Tusk. En un mensaje en la red X, el mandatario polaco afirmó, entre exclamaciones, que es “hora de actuar”. Y enumeró tres pasos que Europa debe dar: financiar la ayuda a Ucrania con los activos congelados rusos; reforzar la vigilancia aérea, el puesto de vigilancia del Báltico y las fronteras de la UE con Rusia, y, finalmente, adoptar nuevas normas fiscales para financiar la seguridad y la defensa de la Unión. Al otro lado del arco europeo, muestra de que no hay una solo voz sobre la guerra, el Gobierno húngaro puso sobre la mesa el posible bloqueo del último paquete de sanciones contra Moscú, así como de nuevas ayudas a Kiev.
Se prevé, en cualquier caso, que Europa escenifique su alianza con Ucrania el próximo lunes, día 24, tercer aniversario de la invasión a gran escala lanzada por el presidente ruso, Vladímir Putin. Entre los líderes europeos que confirmaron su viaje a Kiev están los presidentes del Consejo Europeo, António Costa; la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y España, Pedro Sánchez. Además, y para mantener la sintonía con EE UU en la posible resolución del conflicto, el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, tienen previsto viajar la próxima semana a Washington para verse con Trump.
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