La OMS llegó tarde ante el ébola y su acción no fue “efectiva ni adecuada”
Un comité externo evalúa la actuación del organismo ante “el mayor y más complejo brote del virus que se ha registrado”
La OMS actuó tarde y su respuesta no fue ni efectiva ni adecuada ante la gravísima epidemia de ébola en África occidental durante los primeros meses, que fueron clave para su extensión, según un comité de expertos que está evaluando la actuación de esta organización de Naciones Unidas encargada de la salud. Su falta de actuación fue especialmente notoria en la primavera y el verano del año pasado, cuando la situación ya era alarmante y muchas ONG tuvieron que afrontarla, en los países afectados, pese a “no estar bien preparados, en ausencia de una normativa que guiara las actuaciones y sin que existieran mecanismos de coordinación adecuados”.
“No está claro aún para esta comisión por qué las alertas tempranas, aproximadamente entre mayo y julio de 2014, no dieron como resultado una respuesta efectiva y adecuada. Aunque la OMS llamó la atención sobre el ‘brote sin precedentes’ en una conferencia de prensa en abril de 2014, esto no condujo a una movilización internacional y una estrategia consiste de comunicación”, señala el comité de expertos al que la propia OMS encargó el pasado enero una evaluación de su actuación. La infección había comenzado a finales de 2013 (se ha identificado el caso cero como un niño de dos años, Émile Ouamouno, de Meliandou, en Guinea), y en las primeras semanas del año siguiente la situación ya era gravísima en la región africana. La Emergencia de Salud Pública de alcance Internacional se dio “solo el 8 de agosto de 2014” y, entonces sí, la declaración sirvió para movilizar recursos de respuesta, señala el comité, presidido por Barbara Stocking, antigua directora de la ONG Oxfam en el Reino Unido y, como tal, con gran experiencia en emergencias humanitarias, y actualmente presidenta del Murray Edward College (Universidad de Cambridge).
“El brote de ébola que comenzó en África occidental en 2013 es el mayor y más complejo que se ha registrado”, señala en comité en el informe preliminar de su trabajo, que no concluirá hasta el informe definitivo que presentará en julio. Stocking y los otros cinco expertos que forman en panel expresan su “extremada preocupación acerca de los graves costes de salud, sociales y económicos de este brote”, recordando la fragilidad de los países afectados y de sus instituciones.
El comité recuerda que la responsabilidad en la OMS no recae exclusivamente en su secretariado sino también en los países miembros, sus jefes de Estado y ministros, “especialmente en tiempos de crisis”. Tanto los líderes de esta organización de Naciones Unidas como los países, conjuntamente, “tienen que tomar acciones determinantes para afrontar los retos que surgen. El ‘seguir como siempre’ o ‘el más de lo mismo’, no es una opción”, advierte en informe.
El informe explicita varias razones para este fracaso en el tratamiento, entre ellas: “Una comprensión tardía del contexto y la naturaleza del brote, la información poco fiable, y las complicadas negociaciones entre los países”.
La conclusión del trabajo es que hay que “se está en un momento histórico para que los líderes mundiales refuercen el papel de la OMS para que dirija los problemas de salud global”. Porque aparte de críticas en el tiempo de la respuesta, la OMS se ha visto sobrepasada por ONG como Médicos sin Fronteras y Unicef y organizaciones como el CDC estadounidense, los equipos de cooperación chinos y cubanos o el Instituto Pasteur de Francia en su respuesta. Ante las opciones de crear un nuevo organismo de respuesta ante emergencias sanitarias, encargarle esta tarea a otro organismo de la ONU o reforzar a la OMS para que actúe, el comité de expertos opta por esta última. Pero no con reservas. “La mayor carencia de capacidades de la OMS en las emergencias a gran escala continúa en el terreno de la coordinación de las crisis y el liderazgo, y esto debe ser acometido”, señala.
Estas críticas no han pillado por sorpresa a la OMS. La propia organización, en abril de este año, se adelantó y señaló que había ofrecido “una respuesta inicial lenta e insuficiente” que “no fue lo bastante agresiva a la hora de alertar al mundo”. También ha anunciado la creación de un cuerpo especial para estas actuaciones (lo que implica que habrá que financiarlo). Los expertos advierten de que “no hay fondos específicos”, aunque “cada año se gasta una importante cantidad de las contribuciones de los donantes en emergencias”.
El comité mantendrá su supervisión sobre la evolución de la epidemia con viajes a los países afectados.
Los tres países víctimas
El informe sobre el manejo de la crisis del ébola llega cuando la epidemia está en retroceso —aunque no definitivamente vencida— en África Occidental. El sábado, la OMS declaró a Liberia libre de la enfermedad, después de registrar 42 días (dos periodos de incubación del virus completo) sin nuevos casos. En los otros dos países afectados en la zona, Sierra Leona y Guinea Conakry, en la última semana se notificaron 18 nuevos casos, nueve en cada uno. "Es la cifra más baja del año", indica la OMS en la web desde la que informa de la evolución de la enfermedad. En total, el virus ha afectado, hasta la fecha, a 26.722 personas, de las que han fallecido 11.064.
Los expertos destacan que en los primeros meses del brote “hubo serias carencias” en cuanto a implicar a las comunidades locales. “Las prácticas culturales tradicionales, incluidos los funerales y los hábitos de enterramiento, contribuyeron a la transmisión del virus y, sin embargo, no se dio prioridad a los mensajes culturalmente sensibles y a la implicación de las comunidades”, señala el documento. “Dada la amplia experiencia con brotes, la promoción de la salud y la movilización social, es sorprendente que no fue hasta agosto o septiembre de 2014 cuando se reconoció que la transmisión del ébola estaría bajo control solo cuando se pusieran en marcha simultáneamente la vigilancia, la movilización de la comunidad y la prestación de los cuidados sanitarios apropiados a las comunidades afectadas”. De hecho, la Sociedad Americana de Epidemiología, alertó la semana pasada de que la mitad de los diagnósticos se confirmaban una vez fallecido el sospechoso.
Pese a estas críticas, los especialistas apuntan al dolor sufrido por estos países, sobre todo al principio, cuando tuvieron que enfrentarse a la epidemia casi solos. “El coste en su personal sanitario ha sido extremadamente alto”, señalan. También critican medidas unilaterales, como los cierres de fronteras o suspensión de vuelos.
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